Desde el inicio de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 hemos escuchado y leído, quizás en exceso, sobre posibles mecanismos de protección frente al coronavirus. Entre ellos encontramos la vitamina D como elemento que podría reducir el riesgo de infección. Un reciente estudio desarrollado por investigadores de la Universidad McGill (Canadá) ha hallado que no existe evidencia de que la vitamina D funcione de forma alguna como mecanismo protector frente al virus.
“Este estudio no respalda la suplementación con vitamina D como medida de salud pública para mejorar los resultados de la infección. Lo más importante es que nuestros resultados sugieren que la inversión en otras vías terapéuticas o preventivas debe priorizarse para los ensayos clínicos aleatorizados de Covid-19”, exponen los autores de la investigación,
Para evaluar la relación entre los niveles de vitamina D y la susceptibilidad a cursar de forma grave la Covid-19, los investigadores llevaron a cabo un estudio de aleatorización mendeliana utilizando variantes genéticas fuertemente asociadas con elevados niveles de vitamina D. Observaron variantes genéticas de 14.134 personas con Covid-19 y más de 1,2 millones de personas que no habían sido infectados por el virus. Las muestras procedieron de un total de 11 países.
La principal conclusión indica que no existió diferencia entre los niveles de vitamina D y la probabilidad de ser hospitalizado o enfermar gravemente
Los resultados del estudio han sido publicados en PLOS Medicine. La principal conclusión indica que no existió diferencia entre los niveles de vitamina D y la probabilidad de ser hospitalizado o enfermar gravemente.
La vitamina D desempeña un papel fundamental en un sistema inmunológico saludable pero no se cuenta con suficiente evidencia de que la ingesta de suplementos pueda prevenir o servir de tratamiento ante la Covid-19. “Por lo tanto la mejor manera de responder a la pregunta sobre el efecto de la vitamina D sería a través de ensayos aleatorios, pero estos son complejos y requieren de una gran cantidad de recursos y tiempo”, afirma Guillaume Butler-Laporte, uno de los investigadores.
“La mayoría de los estudios sobre vitamina D son muy difíciles de interpretar ya que no pueden ajustarse a los factores de riesgo conocidos de la Covid-19 grave, como la edad avanzada o las enfermedades crónicas, que también son predictores de niveles bajos de vitamina D”, concluye.