El Imperial College London ha hecho públicos los resultados de su estudio “Evaluación de la transmisión comunitaria en tiempo real” (REACT-1), todavía en curso. De acuerdo a esta investigación en la que han participado más de un millón de británicos, se ha conseguido identificar una variedad de síntomas más amplia relacionados con la Covid-19 de los que se tenía constancia hasta el momento.
El sistema de salud pública de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) contempla una serie de síntomas para identificar quién es elegible para la realización de una prueba PCR y confirmar o descartar la Covid-19. Estos síntomas son fiebre, tos continua, pérdida o cambios en los sentidos del gusto y/o del olfato. Pero el abanico de síntomas con los que puede asociarse la Covid-19 es mucho mayor, a pesar de que alrededor del 60% de los infectados no reportó la aparición de ningún tipo de síntoma en la semana previa a la realización de la prueba diagnóstica.
De acuerdo a los resultados del estudio, además de los síntomas referidos, la pérdida de apetito, los escalofríos, el dolor de cabeza y los dolores musculares estaban más estrechamente relacionados con la infección. Presentar cualquiera de estos síntomas, ya sea uno o la combinación de varios, se asoció con un mayor riesgo de infección por SARS-CoV-2 y, cuanto mayor era el número de síntomas mayores eran las posibilidades de resultar positivo.
Actualmente las autoridades sanitarias de Reino Unido indican que cualquier persona que experimente alguno de los síntomas primarios mencionados debería realizarse una prueba diagnóstica. En base a estos hallazgos los investigadores estiman que las pruebas PCR detectarían alrededor del 50% de todas las infecciones sintomáticas si todas las personas elegibles se hicieran la prueba. Si se incluyesen los síntomas adicionales referidos, podría mejorar el diagnóstico hasta alcanzar tres cuartas partes de las infecciones sintomáticas.
La pérdida de apetito, los escalofríos, el dolor de cabeza y los dolores musculares estaban más estrechamente relacionados con la infección
“Estos hallazgos sugieren que muchas personas con Covid-19 no se harán la prueba y, por lo tanto, no se aislarán por sí mismas porque sus síntomas no coinciden con los utilizados en la orientación actual de salud pública para ayudar a identificar a las personas infectadas”, critica el profesor Paul Elliott, director del Programa REACT en el Imperial College.
“Entendemos que existe una necesidad de criterios de pruebas claros, y que incluir muchos síntomas que se encuentran comúnmente en otras enfermedades como la gripe estacional, podría poner en riesgo a las personas de autoaislamiento innecesario. Espero que nuestros hallazgos sobre los síntomas más informativos signifiquen que el programa de pruebas puede aprovechar la evidencia disponible, lo que ayuda a optimizar la detección de las personas infectadas”, añade.
VARIANTE ALFA VS CEPA ORIGINAL
Antes de la expansión de la variante Delta (B.1.621.2, detectada originalmente en India), la variante del SARS-CoV-2 dominante en gran parte del mundo era Alfa (B.1.1.7, detectada originalmente en Reino Unido). La investigación también ha explorado si el surgimiento de Alfa puede relacionarse con un nuevo perfil de síntomas asociados a la Covid-19.
La comparación de los síntomas autoinformados en participantes infectados con la cepa original del virus identificada en Wuhan (China) y Alfa, revela que los síntomas que predicen la infección por la cepa original y por Alfa son muy similares. Sin embargo, la tos persistente y el dolor de cabeza fueron más predictivos en los casos en los que la infección se había producido por la variante Alfa, mientras que la pérdida del sentido del olfato de ha manifestado en mayor medida en aquellos infectados por la cepa original de Wuhan.
“A medida que avanza la pandemia y surgen nuevas variantes, es esencial que sigamos monitorizando cómo el virus afecta a las personas para que los programas de pruebas diagnósticas puedan satisfacer las cambiantes necesidades”, manifiesto el doctor Joshua Elliott, de la Escuela de Salud Pública del Imperial College.