La variante Ómicron (B.1.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica) ha logrado, apenas un mes después de su identificación, superar con creces las cifras reportadas por su predecesora, Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India), a la que está desplazando a gran velocidad en la mayor parte del mundo. Tal es su capacidad de contagio que algunos expertos ya indican que nos encontramos ante la enfermedad infecciosa más veloz, por encima incluso del sarampión. La buena noticia es que la evidencia científica de la que se dispone hasta el momento sugiere que la sintomatología provocada por Ómicron es más leve ya que afectaría en la mayoría de los casos al tracto respiratorio superior, lo que, en palabras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estaría provocando “un desacoplamiento” entre las cifras récord de nuevos contagios y las tasas de hospitalización y muerte.
En el contexto epidemiológico actual en el que nos encontramos, batiendo diariamente las cifras de nuevos casos de Covid-19, existen dudas sobre el periodo de incubación de la variante Ómicron y el cuadro sintomatológico que provoca que, de acuerdo con la evidencia, difiere de forma significativa de la enfermedad provocada por las variantes anteriores.
“Los primeros estudios indican una capacidad de escape inmunitario mayor que el encontrado frente a Delta. Los datos preliminares indican que la variante Ómicron no causaría enfermedad más grave en los adultos y que la vacuna reduciría aún más la probabilidad de desarrollar cuadros graves, la hospitalización y la muerte”, expone el Ministerio de Sanidad en la octava actualización de su informe sobre las variantes del SARS-CoV-2 en España.
Distintos expertos, junto con la evidencia de la que se dispone hasta el momento, coinciden en que el periodo de incubación de Ómicron es inferior al de Delta: 4,5 días frente a tres. Los síntomas (siempre que no se trate de infecciones asintomáticas) se inician entre el primer y el segundo día desde el contagio. Cabe señalar que, de acuerdo con la información con la que se cuenta, una persona infectada por Ómicron puede ser contagiosa entre uno y dos días antes del inicio de síntomas y durante dos o tres días después de la aparición de estos.
El Ministerio de Sanidad recomienda que, para que los resultados de las pruebas diagnósticas sean lo más fiables posibles, estas deben realizarse en los primeros siete días desde el inicio de la infección o en los primeros cinco desde la aparición de los síntomas, ya que es en este momento cuando la carga viral sería más elevada
Científicos de la Universidad de Harvard han expuesto que algunos casos provocados por Ómicron pueden ser contagiosos hasta 10 días después del contagio. Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Hong Kong, liderado por Michael Chan-Chi-wai, sugiere que Ómicron es capaz de contagiar hasta 70 veces más rápido que Delta y que la cepa original del SARS-CoV-2 identificada por primera vez en Wuhan (China) en diciembre de 2019. El trabajo ha hallado que la expansión del virus en los bronquios humanos es apreciable apenas 24 horas después del contagio, aunque con una replicación hasta 10 veces menor en el tejido pulmonar. Esto explicaría su alta capacidad infectiva, pero que provoque una enfermedad menos grave al concentrarse básicamente en el tracto respiratorio superior.
El Ministerio de Sanidad recomienda que, para que los resultados de las pruebas diagnósticas sean lo más fiables posibles, estas deben realizarse en los primeros siete días desde el inicio de la infección o en los primeros cinco desde la aparición de los síntomas, ya que es en este momento cuando la carga viral sería más elevada.
En cuanto a los síntomas, la fiebre, la tos persistente y la pérdida del gusto y del olfato han sido hasta el momento reconocidos como signos de alerta de una posible infección por SARS-CoV-2. La principal novedad con Ómicron es que la pérdida del gusto y del olfato se manifiesta con menor frecuencia. Según la información recogida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), los síntomas que se manifiestan con mayor frecuencia entre las personas infectadas por la variante Ómicron son la fatiga, dolores de cabeza, irritación de garganta, secreción nasal y estornudos, sudoración nocturna, lumbalgia y dolores musculares. Se han detectado otros síntomas que pueden aparecer con menor frecuencia como las náuseas, conjuntivitis o pérdida de cabello.
El diario The Sun, según sus fuentes médicas consultadas, pone el foco además en un primer síntoma que se manifestaría antes que el resto: afonía. Un síntoma que consistiría en una voz más grave y áspera de lo normal que no provocaría ni dolor ni irritación de garganta.