Desde que se detectara por primera vez en Sudáfrica a finales de noviembre de este año, la variante Ómicron (B.1.529) ha hecho saltar las alarmas de las autoridades sanitarias de todos los países. Aunque hasta el momento la evidencia revela que tiene una sintomatología más leve que otras de sus predecesoras, esta nueva variante del SARS-CoV-2 podría protagonizar las próximas olas de contagios debido a su mayor transmisibilidad.
Y es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado recientemente que “es probable” que la variante Ómicron de la Covid-19 “supere a la variante Delta en los lugares donde se produce transmisión comunitaria”. Esta nueva variante del virus “se está propagando más rápidamente que la variante Delta en Sudáfrica, donde la circulación de Delta era baja, pero también parece propagarse más rápidamente en otros países donde la incidencia de Delta es alta, como en el Reino Unido”, explica la OMS.
Precisamente en el Reino Unido, el Gobierno de Boris Johnson ha decidido seguir las recomendaciones de los principales responsables médicos de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, y subir de 3 a 4 el nivel de alerta, lo que indica que el virus está registrando un alto nivel de contagios. Según los expertos, el número de contagios se dobla cada dos o tres días y supone ya el 40% de los positivos en la capital, Londres. En total, las islas británicas han confirmado hasta la fecha más de 3.100 positivos de Ómicron.
Con todo, “sigue siendo incierto si la rápida tasa de crecimiento de Ómicron observada en países con altos niveles de inmunidad de la población está relacionada con la evasión inmunológica, la mayor transmisibilidad intrínseca o una combinación de ambas”, informa la OMS. Aunque aún se necesitan más estudios para constatar la potencial pérdida de eficacia de los sueros contra el virus, las pruebas preliminares sugieren que Ómicron implica “una reducción de la eficacia de la vacuna contra la infección y la transmisión”. Asimismo, la OMS afirma que “hay algunas pruebas preliminares de que la incidencia de la reinfección ha aumentado en Sudáfrica, lo que puede estar asociado a la evasión inmunitaria humoral (medida por anticuerpos)”.
Nuestro país ha confirmado hasta el momento un total de 34 casos distribuidos en nueve Comunidades Autónomas
En Sudáfrica, donde se detectara por primera vez, Ómicron ya se ha expandido con rapidez y algunos expertos han puesto sobre la mesa el potencial impacto que podría tener en los más pequeños. Según datos del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Sudáfrica (NICD), alrededor del 11% de los ingresos de menores en hospitales sudafricanos habrían sido de bebés menores de dos años.
Sin embargo, aún no se puede constatar que sea más peligrosa para los pequeños, pues tal y como aseguran los sanitarios, podría deberse a otros factores. Asimismo recuerdan que la evidencia actual constata que los principales ingresos siguen siendo en mayores de 60 años, al igual que ocurre con otras variantes de la Covid-19. En palabras de la microbióloga del NICD, Anne von Gottberg, “aún no” deben preocuparnos los datos sobre el posible mayor ingreso de niños.
En España, la incidencia no para de subir y en los últimos 14 días ha sobrepasado los 323 casos por cada 100.000 habitantes. Nuestro país ha confirmado hasta el momento un total de 34 casos distribuidos en nueve Comunidades Autónomas. Castilla y León, País Vasco, Comunidad Valenciana, Cantabria, Aragón, Navarra y Murcia son las únicas regiones donde aún no se ha detectado esta variante del SARS-CoV-2, si bien esto no significa que no esté circulando.
El pasado 2 de diciembre, la Comunidad de Madrid confirmaba el primer caso positivo de Ómicron por transmisión comunitaria, es decir, de un ciudadano que no había viajado a países en riesgo ni había estado en contacto estrecho con ningún sospechoso. A la espera de más evidencia sobre la gravedad, eficacia de las vacunas y transmisibilidad de Ómicron, esta nueva variante podría desbancar a la hasta ahora predominante variante Delta de la Covid-19.