El Ministerio de Sanidad de Israel ha publicado un estudio que señala que la efectividad de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 no protege tanto frente a la variante Delta como se había confirmado en un primer momento.
Si bien una investigación realizada por Public Health Egnland (PHE) había determinado que la vacuna de Pfizer prevenía un 96% de las hospitalizaciones y un 88% el desarrollo de sintomatología, los nuevos estudios señalan que la protección es notablemente menor. El suero de la farmacéutica alemana ofrecería una protección del 64% para prevenir infecciones y sintomatología leve. Con todo, la vacuna sigue mostrando una efectividad de más del 90% para evitar hospitalizaciones y sintomatología grave.
Por su parte, la farmacéutica Pfizer ha recalcado que se trata de datos preliminares pendientes de evaluación. La investigación está basada en cifras de la eficacia de la vacuna recogidas por las autoridades sanitarias israelíes, tal y como señaló el profesor Nadav Davidovitch, miembro del comité asesor de expertos del gobierno de Israel sobre la COVID-19.
El país registra 70 pacientes hospitalizados por coronavirus, 35 de los cuales están en estado grave
En palabras de Davidovitch, la variante Delta “es mucho más infecciosa, pero parece que no conduce a tantas enfermedades graves ni a la muerte”, sobre todo con la vacuna. En estos momentos, el país registra 70 pacientes hospitalizados por coronavirus, 35 de los cuales están en estado grave.
Esta variante del SARS-CoV-2, detectada en India, ha pasado de tener una incidencia del 60% al 90% en apenas dos semanas. Los expertos apuntan a que se debe a la relajación en las restricciones contra la COVID-19 y a la mayor transmisibilidad de Delta. El pasado lunes, las autoridades sanitarias israelitas afirmaban que se habían detectado 369 positivos, elevando el total de casos activos hasta 2.766.
Ante este aumento, el primer ministro Naftali Bennett, ha anunciado que se están realizando dos estudios sobre la posible necesidad de administrar una tercera dosis de refuerzo. Dichas investigaciones “evaluarán la eficacia de la vacuna y la duración de esta protección en el tiempo”.
Desde la oposición, Netanyahu insta a reforzar la inmunidad de la población inoculando una tercera dosis. En este sentido, apostilla que “según conversaciones que ha tenido con los mejores expertos del mundo, creo que debería darse una tercera dosis a la población de más de 50 años en agosto, para que la vacunación haya finalizado en septiembre”. Concluye afirmando que “el precio de llegar tarde, podría ser letal y costar muchas vidas”.