El pasado 5 de octubre las autoridades sanitarias de India identificaban una nueva variante del SARS-CoV-2 que ha sido bautizada como B.1.617 o “doble mutante”. El motivo reside en el descubrimiento de dos mutaciones en la espícula del virus: E484Q y L425R. Se ha relacionado con una mayor capacidad de transmisión y posibilidad de mayor capacidad para evadir la protección inmunológica. Esta nueva variante se encontraría detrás de la virulenta ola que se está viviendo en India. El Ministerio de Sanidad del país informaba el pasado 24 de marzo que entre el 15-20% de los nuevos casos estaban relacionados con esta nueva variante. La cifra, a día de hoy, supera ya el 60%.
“Las variantes son un fenómeno común y no son peligrosas en sí mismas, pero pueden serlo si cambian el comportamiento del virus. Por lo tanto, debemos monitorizar estos desarrollados más de cerca”, explicaba a principios de febrero el doctor Richard Pebody, director de la estrategia de respuesta de vigilancia y epidemiología de la Covid-19 en la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este momento eran tres las variantes del coronavirus que preocupaban al mundo: la B.1.1.7 (identificada originalmente en Reino Unido), B.1.351 (identificada originalmente en Sudáfrica) y la P1 (identificada originalmente en Brasil).
Lo primero que debemos tener claro cuando hablamos de nuevas variantes del virus es que, cuanto mayor es la propagación de este, mayores serán las posibilidades de que aparezcan nuevas mutaciones del patógeno. De acuerdo a los estudios genéticos que se han realizado hasta la fecha, la variante B.1.617 presenta un total de 15 mutaciones. De estas, dos son las anteriormente referidas como E484Q y L425R que se concentran en la espícula del virus. La comunidad científica ha señalado que no es la primera vez que estas dos mutaciones se detectan en el SARS-CoV-2 pero si es la primera vez que aparecen juntas. Por el momento y a la espera del aumento de la evidencia, esta situación hace suponer que la variante B.1.617 podría incrementar la capacidad contagiosa del virus lo que se traduce en una mayor fortaleza a la hora de esquivar las defensas del sistema inmune. No se ha demostrado por el momento que la nueva variante sea más peligrosa o que actúe con mayor virulencia o letalidad que las anteriores.
¿CUÁNTOS CASOS HAY FUERA DE INDIA?
Tal y como se ha indicado al inicio de estas líneas la variante B.1.617 fue detectada por vez primera el 5 de octubre de 2020 en el estado de Maharashtra (India). En esta fecha se registró la variante en el consorcio de vigilancia genómica Gisaid.
La variante B.1.617 presenta un total de 15 mutaciones. De estas, dos son las anteriormente referidas como E484Q y L425R que se concentran en la espícula del virus. La comunidad científica ha señalado que no es la primera vez que estas dos mutaciones se detectan en el SARS-CoV-2 pero si es la primera vez que aparecen juntas
Aproximadamente cuatro meses más tarde varios países comenzaron a informar de la presencia de esta variante en sus territorios. El 22 de febrero de 2021 Reino Unido identificó el primer caso. Actualmente el país tiene registrados un total de 268. El 23 de febrero Estados Unidos notifica su primer caso detectado. A partir de ese momento la lista de países con registro de algún caso de la variante B.1.617 se ha ido incrementando. De esta forma Alemania ya ha reportado 11, Suiza seis, Bélgica cuatro, Italia e Irlanda tres y Francia y España, uno.
Los expertos indican que, a pesar de que estas cifras pueden parecer bajas, es necesario recordar que la identificación del tipo de variante que ha provocado un contagio únicamente puede determinarse mediante la secuenciación genómica. Y, actualmente, la cantidad de nuevos casos de Covid-19 que se secuencian representan solo una pequeña parte del total. La OMS ha instado a los países en numerosas ocasiones a reforzar sus capacidades de secuenciación del virus y a compartir datos entre naciones para poder ejercer un mejor control de la pandemia.
¿DEBE PREOCUPARNOS ESTA NUEVA VARIANTE?
Por el momento la variante B.1.617 no ha sido clasificada como una de las variantes preocupantes. Las que se encuentran dentro de esta clasificación lo están por motivos como un aumento de la transmisibilidad del virus o que afecte de forma negativa al virus en términos de epidemiología; que modifique las manifestaciones clínicas de la enfermedad; que sea capaz de eludir la inmunidad generada mediante infección natural o sea resistente a la protección que ofrecen las vacunas contra la Covid-19 que actualmente se están inoculando.
A pesar de que la variante identificada en India no cumple con estos criterios de acuerdo a la evidencia disponible (se ha relacionado con una mayor transmisibilidad y una posible mayor capacidad de eludir la protección inmunológica), los expertos no dudan a la hora de señalar que debemos permanecer muy atentos a cómo evoluciona. Basta recordar como la variante B.1.1.7, detectada por vez primera en Reino Unido, se convirtió rápidamente en la dominante en varios países y regiones.