Desde el momento en el que mundo contó con los primeros candidatos a vacuna contra la Covid-19 todos fuimos conscientes de que para poner fin a la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 no bastaría con vacunas seguras y eficaces, sino que debería garantizarse que todos los países tuviesen un acceso equitativo y asequible a los sueros.
Antes de que las primeras vacunas recibiesen la autorización condicional de emergencia para iniciar las campañas de vacunación masiva, los gobiernos de las naciones con mayores ingresos ya se habían asegurado millones de dosis, mientras que los países con medios y bajos ingresos no se encontraban en igualdad de condiciones para competir en un feroz mercado global. Esto se ha traducido en elevadas tasas de cobertura vacunal frente a la Covid-19 en los países con más recursos, mientras que las naciones más pobres continúan avanzando todavía hoy sus campañas masivas de inmunización.
Ser conscientes de esta brecha de acceso a las vacunas incluso antes de que estas comenzasen a inocularse es lo que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a desarrollar COVAX, uno de los tres pilares de su acelerador de acceso a herramientas para luchar contra la Covid-19. COVAX es la única solución verdaderamente global que tiene como misión garantizar que los países con menos recursos puedan acceder a los sueros. El principal objetivo de esta plataforma es acelerar el desarrollo y la fabricación de vacunas contra la Covid-19 y garantizar el acceso justo y equitativo a ellas para todos los países del mundo, independientemente de su nivel de ingresos. Entre estos destacan las 92 naciones de bajos ingresos que forman Gavi Advance Market Commitment for COVID-19 Vaccines (AMC), un mecanismo que ya se utilizaba antes de la Covid-19 ante enfermedades como el ébola.
De acuerdo con el último informe publicado por COVAX con los datos relativos hasta diciembre de 2022, el 52% de la población de estos 92 países ya ha completado la pauta primaria de vacunación. Tal y como destacaba en rueda de prensa Seth Berkley, director ejecutivo de Gavi, se han conseguido distribuir 1.840 millones de dosis de las vacunas contra la Covid-19 a un total de 146 países.
Pero todavía existen países en los que las campañas de vacunación apenas se han iniciado dos años después del inicio de la autorización de las vacunas como son los casos de Burundi (la población con pauta primaria completada no alcanza el uno por ciento), Haití (dos por ciento), Papúa Nueva Guinea (tres por ciento), Yemen (tres por ciento), Camerún (cinco por ciento), República Democrática del Congo (seis por ciento), Madagascar (siete por ciento) y Senegal (ocho por ciento). Una fotografía que dista de los 18 países con coberturas vacunales por debajo del 10% con los que arrancaba el 2022.
"Si bien COVAX continúa teniendo planes para los peores escenarios, la Junta acordó, en principio, explorar la integración de futuras vacunas contra la Covid-19 en la programación central de Gavi, en un intento por mejorar las sinergias"
Uno de los datos más positivos del avance de COVAX es que la plataforma ha posibilitado que el 69% de los trabajadores sanitarios de los países beneficiarios hayan podido inmunizarse.
Gavi informa que de los 1.840 millones de dosis de las vacunas contra la Covid-19 que se han distribuido hasta diciembre de 2022, 512 millones de dosis han sido manufacturadas por Pfizer/BioNTech, 288 millones por AstraZeneca, 274 millones por Johnson & Johnson, 292 millones por el Serum Institute of India, 187 millones por Moderna y 118 millones por Sinovac.
A pesar de los avances COVAX no ha logrado cumplir con los objetivos con los que fue creado. En 2021 se fijó la meta de distribuir 2.000 millones de dosis de las que solo logró repartir el 26%. Esto impidió alcanzar la barrera del 40% de la población mundial vacunada contra la Covid-19 en 2021, y ha retrasado lograr el 70% para mediados del 2022. Pero estos incumplimientos, que encuentran su origen en unos objetivos demasiado ambiciosos, no pueden empañar el extraordinario papel que COVAX ha jugado y juega.
Sin esta plataforma muchos países de medios y bajos ingresos reportarían hoy coberturas vacunales contra la Covid-19 muy por debajo de las cifras que hoy observamos. A través de un comunicado Gavi ha confirmado que continuará distribuyendo vacunas contra la Covid-19 a los 92 países de bajos ingresos que forman el AMC, pero esto no se prolongará durante mucho tiempo más. De esta forma el principal socio de COVAX ha planteado la idea de integrar de forma progresiva a partir de 2024 las vacunas contra la Covid-19 en su sistema habitual de distribución de vacuna.
“Si bien la prioridad actual sigue siendo ayudar a los países a aumentar los niveles de cobertura e impulsar a los grupos de alto riesgo, la Junta también respaldó planes para comenzar a prepararse ahora para futuras evoluciones del virus. Si bien COVAX continúa teniendo planes para los peores escenarios, la Junta acordó, en principio, explorar la integración de futuras vacunas contra la Covid-19 en la programación central de Gavi, en un intento por mejorar las sinergias, ser más receptivo a las necesidades de los países y reducir el carga adicional que una respuesta de emergencia especializada impone a los países”, recoge el referido comunicado.
Sobre estas declaraciones cabe destacar que son opciones que se están barajando, pero no se tomará ninguna decisión en firme hasta la próxima reunión de la Junta de Gavi que tendrá lugar en junio de 2023. El escenario más plausible es que a partir de 2024 Gavi se centre en los países con los ingresos más bajos y sin opciones para acceder a las vacunas y los que queden fuera de este grupo puedan acceder a los sueros a precios menores y reciban algún tipo de subvención compensatoria.