Cuando se aprobó la dosis adicional de la vacuna contra la Covid-19 para determinados grupos en España se conocía que había personas, principalmente por la enfermedad que sufrían o por el tratamiento que recibían, que no creaban los anticuerpos necesarios contra la Covid-19 tras recibir el suero. Estos pacientes son los receptores de médula ósea, de trasplante de órgano sólido, y los que reciben un tratamiento con fármacos anti-CD20, utilizado para tratar algunos tipos de cáncer como la leucemia linfocítica crónica y otras enfermedades como la esclerosis múltiple, lupus o algunos tipos de artritis reumatoide.
Para entonces se sabía que estas personas que toman medicamentos inmunodepresores o modificadores del sistema inmunológico tenían una respuesta inferior, aunque en los ensayos de fase III de las vacunas no se les incluyó. Un estudio del Colegio Americano de Reumatología ha puesto el foco en el lupus y ha descubierto que casi el 30% de los pacientes con lupus a los que hicieron el seguimiento tuvieron una respuesta baja a las vacunas Covid-19. La investigación ha sido publicado en a revista 'Arthritis and Rheumatology'.
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad crónica que causa inflamación sistémica que afecta a diferentes órganos como la piel, los riñones, los pulmones, el corazón o el cerebro, y también las articulaciones. En el mundo se calcula que al menos cinco millones de personas tienen una forma de lupus, en España se estima que hay aproximadamente 75.000 pacientes.
Tomar un antipalúdico o ningún medicamento o tener un anti-dsDNA elevado antes de la vacunación tuvo como resultado una respuesta positiva al suero
“Muchos de nosotros en la comunidad de reumatología hemos estado trabajando para abordar la cuestión de si ciertos medicamentos inmunosupresores afectan la respuesta a las nuevas vacunas COVID-19”, señala Peter M. Izmirly, reumatólogo de NYU Langone Health en la ciudad de Nueva York y coautor del estudio. “Nuestro grupo ha demostrado anteriormente que después de la infección natural con SARS-CoV-2 (coronavirus), la mayoría de los pacientes con lupus desarrollaron y mantuvieron una respuesta serológica al virus. Decidimos limitar nuestro estudio a solo pacientes con LES para evaluar tanto los medicamentos como el efecto de la enfermedad en la respuesta a la vacuna, y para evaluar cualquier cambio en la actividad de la enfermedad después de la vacunación ”.
Los resultados de la investigación, en la que se mideron tanto las respuestas de las células B como de las células T, reflejaron que, en general, los pacientes con LES tenían un título medio más bajo de anticuerpos posteriores a la vacuna en comparación con los pacientes sanos, en algunos casos incluso por debajo de los niveles de respuestas más bajos de las personas sin la enfermedad.
Solo el 11% de los pacientes tuvo brotes de lupus después de la vacunación, y el 1% fue un brote grave
En estas cifras principalmente afectó el tipo de medicamento. Ya que el uso de prednisona en combinación con algún fármaco inmunosupresor se asoció con una menor respuesta a la vacuna que si se tomaba el médico solo, o solo el inmnopresor u otros fármacos. En otros casos, tomar un antipalúdico o ningún medicamento o tener un anti-dsDNA elevado antes de la vacunación tuvo como resultado una respuesta positiva al suero.
También se estudió los efectos secundarios de las vacunas, que también suponían una razón de recelo para los pacientes. Solo el 11% de los pacientes tuvo brotes de lupus después de la vacunación, y el 1% fue un brote grave. “Los datos de nuestro grupo y otros han demostrado que la actividad general de la enfermedad no cambió después de la vacunación y que los brotes graves eran raros, la mayoría leves a moderados y manejables", destaca el Dr. Irzimy,
"Nuestros datos y los de otros grupos sugieren que ciertos medicamentos o combinaciones de medicamentos podrían afectar la eficacia de las vacunas. Si bien se desconocen los niveles de protección mínimos, estos datos sugieren que se necesita el desarrollo de un protocolo para evaluar la eficacia de la vacuna de refuerzo ”, concluye el autor.