La Organización Mundial de la Salud (OMS) está considerando la aprobación para su comercialización de emergencia de otra de las vacunas contra la Covid-19 desarrolladas por China. Una decisión que, en caso de materializarse, podría iniciar una nueva etapa en términos de inmunización para los países con bajos y medianos ingresos que verían incrementada la cartera de sueros a través de la plataforma COVAX.
Un dictamen positivo en este sentido supondría un impulso de la confianza mundial en estas vacunas. Hasta la fecha China ha autorizado cinco vacunas cuya administración no se ha extendido apenas entre las naciones occidentales, pero si están incrementando su popularidad en otros países.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) anunciaba el pasado 4 de mayo que el Comité de Medicamentos para Seres Humanos (CHMP, por sus siglas en inglés) ha iniciado la revisión continua de la vacuna china contra la Covid-19 'Vero Cell' inactivada, desarrollada por Sinovac Life Sciences, y tras ser solicitado por Life'On Srl. La decisión del CHMP de iniciar la revisión continua se basa en los resultados preliminares de los estudios de laboratorio (datos no clínicos) y los estudios clínicos. Estos estudios sugieren que la vacuna desencadena la producción de anticuerpos que atacan al SARS-CoV-2, el virus que causa la Covid-19, y puede ayudar a proteger contra la enfermedad.
IMPORTANCIA VITAL PARA COVAX
El pasado viernes la OMS anunciaba la aprobación de la vacuna de Sinopharm sobre la que había mostrado sus dudas aunque, finalmente, considera que "es segura y eficaz". La segunda, bautizada como CoronaVac, es producida por la empresa privada Sinovac, con sede en Pekín. En caso de que finalmente reciba la autorización de emergencia por parte de la OMS se sumaria a las seis que ya conforman la cartera de COVAX. Cabe destacar que estas dos vacunas chinas son las primeras desarrolladas empleando virus inactivado y las únicas que no se utilizan ampliamente en las naciones occidentales tal y como explican los expertos encargados de analizar este proceso en Nature.
Las vacunas de Sinopharm y Sinovac representan la mayor parte de los sueros inoculados en China. El país registraba hasta el pasado 4 de mayo 243 millones de personas vacunadas. Más de 45 países han aprobado ya su uso
Las vacunas de Sinopharm y Sinovac representan la mayor parte de los sueros inoculados en China. El país registraba hasta el pasado 4 de mayo 243 millones de personas vacunadas. Más de 45 países han aprobado ya su uso, pero la OMS, junto con la EMA, son las primeras autoridades reguladores que revisan de forma estricta los datos reportados por los ensayos clínicos.
El proceso de evaluación de la OMS pone el foco en la seguridad, eficacia y calidad de fabricación de las vacunas. Los productos autorizados pueden ser adquiridos por Naciones Unidas y repartidos entre los países con menos recursos. Un paso muy importante que podría suponer una mejora del déficit actual de sueros disponibles de COVAX. Hasta el momento la iniciativa solidaria solo ha enviado alrededor de 50 millones de unidades de las más de 2.000 millones de dosis que pretende repartir antes de que finalice el 2021.
India se había comprometido a contribuir con mil millones de dosis de su vacuna Covishield, pero la situación actual que vive el país con la variante B.1.617 ha detenido las exportaciones. Pfizer ha realizado entregas limitadas de su vacuna mientas que no ha llegado ninguna de Johnson & Johnson. La vacuna de Moderna se incluyó en la lista de la OMS el pasado 30 de abril. Motivo por el que las vacunas chinas supondrían un importante impulso.
¿CUÁL ES SU EFICACIA?
Es necesario señalar, en base a la evidencia científica disponible, que las vacunas desarrolladas a través de virus inactivados han demostrado generalmente una menor efectividad. Sin embargo, superan el umbral de eficacia fijado por la OMS en el 50% para determinar la autorización de comercialización de emergencia de un suero. El problema es que las lagunas en los datos relativos a cuestiones fundamentales para la OMS son abundantes.
Aún no han publicado los resultados completos de sus ensayos. Motivo por el que algunos investigadores han mostrado su preocupación por la falta de transparencia que podría derivar en una falta de confianza en las vacunas
Los investigadores chinos se encontraron entre los primeros en iniciar el desarrollo de vacunas contra la Covid-19 a principios de 2020. El problema es que aún no han publicado los resultados completos de sus ensayos tal y como informan desde Nature. Motivo por el que algunos investigadores han mostrado su preocupación por la falta de transparencia que podría derivar en una falta de confianza en las vacunas. Otros llaman a la calma manifestando que la recopilación de datos requiere de tiempo y recursos y la información completa estará disponible para los expertos de la OMS en cuestión de pocas semanas.
Las vacunas chinas se probaron en otros países ya que en el de origen no se daban las condiciones de transmisión suficiente para determinar su eficacia tal y como informa George Gao, director del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades de Pekín. A principios del mes de diciembre Emiratos Árabes y Bahréin aprobaron la vacuna de Sinopharm convirtiéndola en una de las primeras del mundo en recibir la autorización. La aprobación se fundamentó en los datos de un ensayo clínico realizado en Emiratos Árabes que contó con la participación de 31.000 voluntarios. Se demostró que la vacuna era efectiva en un 86% en la prevención de la Covid-19 tras la administración de dos dosis. Ninguno de los sujetos participantes en el estudio falleció durante el desarrollo del mismo.
En cuanto a CoronaVac, los ensayos clínicos realizados en Brasil y Turquía han revelado cifras de eficacia del 50,7% y 83,5% respectivamente. Los expertos atribuyen el porcentaje más bajo a la variante P.1 que es más transmisible. Los resultados posteriores de un ensayo desarrollado en Chile han situado su eficacia en el 67%.