La vacuna candidata contra la Covid-19, enfermedad provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, desarrollada por la Universidad de Oxford está mostrando resultados muy positivos en los 1.077 pacientes que están participando en el ensayo clínico. Entre estos se encuentra Joan Pons, un enfermero español que trabaja desde hace dos décadas en Reino Unido y que ha compartido su experiencia en El Programa del Verano.
La entrevista ha comenzado explicando que él ya es inmune y que lo que se está investigando en estos momentos “es si mi inmunidad es suficiente para poder parar el virus”. Cabe señalar que el ensayo clínico que está en marcha se encuentra formado por tres fases. La primera se centra en determinar si la posible vacuna es segura para los pacientes, la segunda analiza la generación de anticuerpos y la tercera se focaliza en averiguar si los anticuerpos generados son suficientes para frenar el virus y durante cuánto tiempo.
Preguntado sobre su participación en el ensayo Pons ha respondido que la respuesta es sencilla: “soy enfermero y trabajé en la UCI. He visto en primera línea el horror de la Covid-19”. Añade que ha visto cómo la pandemia “le ha quitado la juventud a mis hijos y quiero vivir el 2021 con esperanza y volver a disfrutar mi vida”.
En cuanto al proceso ha afirmado que la Universidad de Oxford únicamente le ha puesto una vacuna “y no me van a poner más”. Ha explicado que se ha dividido a los participantes en el ensayo en dos grupos inyectando dos vacunas a los miembros de uno de ellos.
"Una vez a la semana me realizan un test PCR y una vez al mes me realizan un análisis exhaustivo médico y otro de sangre"
Pons detalla que la vacuna le fue inyectada el pasado 5 de junio y le realizan pruebas diarias como la toma de temperatura y formularios relacionados con los síntomas. “Una vez a la semana me realizan un test PCR y una vez al mes me realizan un análisis exhaustivo médico y otro de sangre”.
En este sentido indica que el último análisis realizado el 6 de julio ha revelado en todos los pacientes la presencia de anticuerpos y células T. “Estas últimas son como los GEOS en las Fuerzas Armadas, detectan y atacan al virus”.
"Ahora falta ver si alguno de los voluntarios se infecta, por eso han pedido a voluntarios como yo, que trabajamos de enfermeros y estamos en continuo contacto con los enfermos y así ver cómo reaccionamos tras la vacuna", concluye.