Las campañas de vacunación avanzan en el territorio europeo a un ritmo más lento de lo esperado. Las vacunas son solo el primer paso de un largo camino en el que los problemas de producción, suministro y distribución limitada de dosis ha reducido las esperanzas de alcanzar el ambicioso objetivo de contar el próximo verano con el 70% de la población adulta inmunizada frente al SARS-CoV-2.
A la espera de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) dé el visto bueno a nuevas vacunas, algunos expertos han comenzado a poner el foco en la vacunación de los niños y adolescentes. Un proceso que consideran como clave a medida que se inician los ensayos clínicos para probar las vacunas contra la Covid-19 en estos grupos poblacionales.
Si bien la Covid-19 se asocia con una carga considerablemente menor de morbilidad y mortalidad entre los jóvenes y niños, existe además evidencia de que los niños pueden ser menos propensos a infectarse y su papel en la transmisión del virus todavía no está del todo claro. A pesar de estas conclusiones John Edmunds, miembro del Grupo Asesor Científico para Emergencias del Gobierno de Reino Unido, ha expresado recientemente que existía “un riesgo significativo de resurgimiento del virus”, hasta que todos los grupos poblacionales contasen con suficiente inmunidad.
“No puedo imaginar cómo podríamos esperar erradicar el virus a menos que estemos dispuestos a inmunizar a la mayoría de la población”
El origen de estas declaraciones reside en el temor relativo al papel que los niños juegan en la transmisión. Por norma general los niños infectados suelen cursar la enfermedad de forma leve o asintomática por lo que la detección de los casos resulta complicada fuera de los cribados. “No puedo imaginar cómo podríamos esperar erradicar el virus a menos que estemos dispuestos a inmunizar a la mayoría de la población”, asegura en The GuardianStanley Plotkin, experto desarrollador de vacunas.
SE INICIAN LOS PRIMEROS ENSAYOS
Conscientes de la necesidad de ampliar la evidencia sobre cómo las vacunas autorizadas actúan en los niños y jóvenes, la Universidad de Oxford ha lanzado un estudio para evaluar la seguridad y la respuesta inmune de su vacuna desarrollada con AstraZeneca. El objetivo es determinar si esta es eficaz en personas con edades comprendidas entre los seis y los 17 años. Han iniciado su estudio con 240 voluntarios.
De acuerdo a los datos hechos públicos por la consultora especializada Evaluate Pharma, de los que se hacen eco en El Español, Pfizer/BioNTech, Moderna, Nanogen, Sinovac y Bharat Biotech también han comenzado a probar sus vacunas en niños iniciando nuevos ensayos clínicos. En el caso de Pfizer y BioNTech se han puesto en marcha dos estudios para probar la seguridad y eficacia de su vacuna en niños con edades de hasta 12 años. Ambos ensayos suman por el momento 45.528 voluntarios.
Algunas voces han criticado a la Universidad de Oxford y AstraZeneca al reclutar voluntarios desde los seis años de edad. En ese sentido cabe señalar que Sinovac prueba su vacuna en China con niños a partir de tres años y ya ha reclutado 552 voluntarios
Por su parte Moderna ha conseguido 3.000 voluntarios con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años para realizar un ensayo con su vacuna. Aunque la compañía ha informado de que pronto iniciará los ensayos no se espera contar con datos hasta 2022. Tanto Nanogen como Bharat Biotech preparan ensayos con jóvenes a partir de los 12 años de edad.
Algunas voces han criticado a la Universidad de Oxford y AstraZeneca al reclutar voluntarios desde los seis años de edad. En ese sentido cabe señalar que Sinovac prueba su vacuna en China con niños a partir de tres años y ya ha reclutado 552 voluntarios.
POSIBLES RESERVORIOS Y NUEVAS VARIANTES
Los expertos esperan que, a diferencia de los adolescentes que tienen respuestas inmunitarias relativamente similares a los adultos, los menores de 12 años podrían requerir seguramente un programa de dosificación potencialmente modificado. En este sentido la comunidad científica cree que los datos sobre la seguridad y eficacia de las diferentes vacunas en los grupos de menor edad estarán disponibles a partir del verano. Más allá de prevenir los casos de Covid-19 grave y prolongado, la vacunación de niños y adolescentes tiene como objetivo primordial detener la transmisión de las nuevas variantes del SARS-CoV-2.
Algunos expertos consideran además que la vacunación de los niños y jóvenes es la clave para eliminar posibles reservorios del SARS-CoV-2: grupos de personas que alojan de forma crónica el virus actuando como depósito y aumentando las posibilidades de propagación.
El inicio de la inmunización de los niños y adolescentes es aún lejano, pero, una cosa está clara, sin su vacunación no podrá alcanzarse la inmunidad colectiva. Resulta lógico que los primeros grupos en vacunar estén siendo las personas más vulnerables al virus y los trabajadores esenciales como los del sector salud. Pero detener la transmisión del virus se logrará mediante la inmunización colectiva y aquí los niños desempeñan un papel fundamental. La vacunación de los niños en un contexto de inmunización de la mayoría de la sociedad es un elemento fundamental para frenar la expansión del virus y eliminar sus posibles reservorios.