La vacunación contra la Covid-19 ha demostrado ser una de las herramientas más eficaces a la hora de protegernos frente al virus y recuperar la normalidad perdida a principios de 2020. Todas y cada una de las vacunas que actualmente se están inoculando han demostrado su seguridad y eficacia no solo a través de los ensayos clínicos previos a su autorización, sino también con su desempeño en el mundo real a través de las campañas de vacunación masiva. En la actualidad se cuenta además con las vacunas adaptadas a las nuevas variantes en circulación del SARS-CoV-2 que están permitiendo reforzar la protección mediada por los sueros, especialmente entre los grupos poblacionales más vulnerables.
La reciente fotografía epidemiológica que nos llega de China ha encendido todas las alarmas ante el temor de que se produzca un efecto dominó. Numerosos expertos han afirmado que la situación del país asiático responde al abrupto final de su draconiana política de “Covid cero” en un contexto de bajas tasas de cobertura vacunal en términos de refuerzos. Se suma el hecho de que China únicamente ha empleado para la inmunización de su población las vacunas desarrolladas y fabricadas dentro de sus fronteras: CoronaVac y Sinopharm, ambas de virus inactivado. La evidencia sugiere que la protección que estas generan podría no ser suficiente ante las variantes del coronavirus que ahora dominan en el país.
“Las variantes que circulan en China ya están circulando en la Unión Europea y, como tales, no suponen un desafío para la respuesta inmunitaria de los ciudadanos de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo. Además, los ciudadanos de la UE/EEE tienen niveles de inmunización y vacunación relativamente altos”, ha asegurado a través de un comunicado el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
La información publicada por el ECDC, en base al depósito de muestras secuenciadas por China en GISAID, el 35% de las 592 muestras corresponden a BA.5.2, EL 24% A BF.2, el 18% a BQ.1, el cinco por ciento a BA.2.75, el cuatro por ciento a XBB y el dos por ciento a BA.2. Todas estas ya presentes con anterioridad en el viejo continente.
LAS DIFERENCIAS ENTRE VACUNAS
La cartera de vacunas de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) está compuesta por una amplia variedad de sueros y opciones terapéuticas contra la Covid-19. Dado su buen desempeño son las vacunas desarrolladas con tecnología de ARNm, como las de Pfizer/BioNTech y Moderna, las que continúan inoculándose junto con sus versiones adaptadas y bivalentes. El problema es que las tasas de cobertura vacunal en el viejo continente no son homogéneas. Especialmente si hablamos de los refuerzos, fundamentales para los grupos de mayor riesgo y de edad avanzada.
Un estudio publicado en Estados Unidos sugiere que SinoVac, el suero más utilizado en la vacunación en China, tan solo tiene un 66% de efectividad a la hora de proteger frente a la infección grave
Un estudio publicado en Estados Unidos sugiere que SinoVac, el suero más utilizado en la vacunación en China, tan solo tiene un 66% de efectividad a la hora de proteger frente a la infección grave y un 86,3% en términos de prevención de la mortalidad. La efectividad en la prevención de la enfermedad grave y muerte de las referidas vacunas de ARNm es superior al 90%. Hasta la fecha China se ha negado a utilizar vacunas que no hayan sido desarrolladas dentro de sus fronteras y, por el momento, no ha logrado desarrollar una vacuna efectiva con tecnología de ARNm.
VACUNACIÓN DE ADULTOS MAYORES Y GRUPOS DE RIESGO
De acuerdo con los datos recogidos por el ECDC el 75,5% de la población de los países de la UE/EEE ha recibido una dosis de la vacuna, mientras que el 73% ha completado la pauta de inmunización primaria. En el caso de los refuerzos vemos que el 54,6% ha recibido el primero, pero la cifra desciende drásticamente hasta el 12,7% para la inoculación del segundo refuerzo. Tan solo el uno por ciento de los ciudadanos elegibles para el tercer pinchazo lo ha recibido. La mayoría de los países se sitúan por debajo del uno por ciento en la inoculación del tercer refuerzo, con excepciones como Grecia (1,4%) o Francia (1,2%).
En el caso de China y, de acuerdo con los datos actualizados de Our World in Data, el 92,4% de la población ha recibido una dosis y el 90,2% ha completado la pauta primaria de inmunización. Cifras que descienden a la hora de hablar de refuerzos. Las cifras oficiales hechas públicas por Pekín y recogidas por la BBC indican que el 40% de los mayores de 80 años ya ha recibido un refuerzo. En abril del pasado años menos del 50% de las personas con edades comprendidas entre los 70 y los 79 años habían completado la pauta primaria y recibido un refuerzo, y menos del 20% de los mayores de 80 años habían recibido la pauta primaria y un refuerzo. China ha fijado como meta que antes de que finalice el mes de enero se alcance el 90% de los mayores de 80 años con pauta primaria más el primer refuerzo.
Son varios los motivos que explican el bajo porcentaje de población en edad avanzada en China. Tal y como informan varios expertos en la BBC, Pekín priorizó la vacunación en el inicio de las campañas de inmunización masiva a la población en edad laboral. Sumado al hecho de que los sueros no fueron probados en un porcentaje significativo de adultos de edad avanzada esto generó reticencias.
“Dada la mayor inmunidad de la población en la UE/EEE, así como la aparición previa y posterior reemplazo de variantes que actualmente circulan en China por sublinajes de Ómicron en la UE/EEE, no se espera que un aumento en los casos en China afecte a la situación epidemiológica de la UE/EEE”, concluye el ECDC.