Rusia fue uno de los primeros países del mundo en anunciar que su candidato a vacuna contra la Covid-19 avanzaba positivamente. En agosto de 2020 conocíamos la noticia del registro de esta vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya (Moscú) y que finalmente recibiría el nombre de Sputnik V. Esta vacuna contra la Covid-19 ha supuesto un hito histórico para la ciencia rusa del que ha presumido mediáticamente el presidente ruso, Vladimir Putin. La comunidad científica ha desconfiado desde el principio de esta vacuna debido al hermetismo con el que se ha desarrollado y la falta de datos sobre los resultados de las distintas fases de los ensayos clínicos que apuntan a una eficacia del 92%. Pero ahora la percepción ha cambiado gracias a los resultados de un ensayo en el que han participado 20.000 personaspublicado por The Lancet.
Los creadores de Sputnik V defienden que su vacuna reporta una eficacia similar en las personas mayores de 60 años y no se han detectado efectos adversos graves más allá de fiebre o cansancio tras su administración. Esta vacuna ya ha sido autorizada en 16 países de acuerdo a los datos del Fondo Ruso de Inversión Directa de los que se hace eco el diario El País.
Profundizando en el ensayo, al 75% de los participantes se les administraron las dos dosis de la vacuna mientras que el resto recibió agua salina. Se han detectado 16 sujetos con Covid-19 cursada de forma sintomática en el grupo de los vacunados, lo que supone el 0,1% del total. El número de infectados entre los que recibieron placebo es de 62, es decir, el 1,3% de la muestra. Estos datos se traducen en una eficacia a corto plazo del 92%. Un porcentaje muy cercano al 95% reportado por las vacunas desarrolladas por Pfizer/BioNTech y Moderna.
Los investigadores rusos señalan además que su vacuna ofrece una eficacia del 100% si hablamos de Covid-19 moderada o grave
Los investigadores rusos señalan además que su vacuna ofrece una eficacia del 100% si hablamos de Covid-19 moderada o grave. Una afirmación que sostienen en base a que no se ha registrado ningún caso de este tipo entre los participantes del ensayo que recibieron la vacuna, pero sí 20 entre los que recibieron placebo. Los investigadores han informado que este ensayo continuará en marcha hasta que puedan ofrecer datos derivados de una muestra superior a los 40.000 participantes.
La tecnología sobre la que se ha desarrollado Sputnik V se basa en dos tipos de adenovirus del resfriado. Estos han sido modificados para incluir información genética del SARS-CoV-2. En una primera inyección se administra al sujeto una clase de adenovirus y, 21 días después, es inoculada la segunda dosis de refuerzo con el otro tipo de adenovirus. La vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford también se ha creado utilizando un adenovirus, pero del resfriado de chimpancés. La eficacia reportada es del 62% tras la administración de la pauta completa de dos dosis. En comparación con esta técnica los científicos rusos creen que el hecho de haber utilizado dos virus distintos en el desarrollo de Sputnik V genera una respuesta inmune más potente.
De acuerdo a lo recogido por el ensayo publicado por The Lancet, la vacuna rusa ofrecería una eficacia del 74% con la administración de la primera dosis. Un resultado sobre el que se necesita continuar investigando y trabajaran junto a AstraZeneca para probar una combinación de dos dosis de ambas vacunas.