La pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 ha ejercido una presión incomparable en toda la Unión Europea (UE) y, de hecho, en todo el mundo. Muchos países han tenido que hacer frente a una transmisión generalizada del virus dentro de sus fronteras por lo que tanto la UE como sus estados miembros han introducido medidas para mitigar el impacto social y económico de forma conjunta, algo absolutamente vital para garantizar que la situación epidemiológica se mantenga a la baja en todo el viejo continente.
Pero el virus no estará erradicado hasta que se cuente con una vacuna o un tratamiento eficaz contra la Covid-19. Y así ha quedado demostrado con la aparición de nuevos brotes en países y regiones en los que la pandemia se daba por controlada. Un hecho inherente al levantamiento de los confinamientos masivos y la apertura de fronteras tras la finalización de las restricciones impuestas a la movilidad.
En este sentido la Comisión Europea (CE) presentaba a mediado del mes de julio una serie de medidas inmediatas de acción a corto plazo con el objetivo de fortalecer la preparación sanitaria de la UE ante los brotes. Las acciones propuestas para las autoridades nacionales y las agencias de la UE son las siguientes:
- Mayor cobertura de pruebas, seguimiento de contactos y vigilancia
Por parte de los organismos de salud pública para monitorizar y mapear los brotes y contener su expansión. La Comisión contempla además el apoyo a la interoperabilidad de las aplicaciones móviles de rastreo, así como advertencias a través de las fronteras nacionales en la UE.
- Garantizar el suministro de equipos de protección personal, medicamentos y dispositivos médicos
A través de mecanismos tales como las adquisiciones conjuntas de emergencia y las reservas estratégicas de la UE.
- Acceso rápido a las capacidades de aumento de la salud pública
Siempre sin descuidar otras áreas de la atención sanitaria, incluso a través del apoyo financiero para el transporte de personal médico y pacientes entre los estados miembros y la coordinación para el despliegue de equipos materiales y humanos a los países que así lo soliciten.
- Suministro de medidas no farmacéuticas específicas y localizadas
- Apoyo a los grupos vulnerables
- Reducir la carga de la gripe estacional
“Ahora sabemos mucho más sobre el virus, pero nuestro deber es permanecer vigilantes. Este conjunto de medidas pretende contrarrestar los efectos de los nuevos brotes de Covid-19. Aprovechemos las lecciones de los últimos meses para evitar la improvisación y reforcemos nuestra preparación en todos los frentes”, manifestaba Margaritis Schinas, vicepresidenta de la Comisión Europea.
"Este conjunto de medidas pretende contrarrestar los efectos de los nuevos brotes de Covid-19. Aprovechemos las lecciones de los últimos meses para evitar la improvisación y reforcemos nuestra preparación en todos los frentes"
“La vigilancia, la preparación y la coordinación son indispensables para prevenir brotes generalizados. Pedimos una acción fuerte y conjunta para proteger a nuestros ciudadanos y apoyaremos a los estados miembros a que lo hagan. Es nuestra responsabilidad estar completamente preparados”, expresa Stella Kyriakides, comisionada de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea.
Estas recomendaciones se encuentran en la línea de las emitidas por la Unión Europea. Desde la institución han hecho público un documento en el que se recogen las principales recomendaciones para evitar que los nuevos brotes que surgen en el continente deriven en transmisión comunitaria descontrolada.
En este sentido se solicitan medidas adicionales como la extensión de la realización de pruebas de detección de la Covid-19 en los contactos de los casos positivos y aquellas personas que muestran síntomas de la enfermedad, aunque sea de forma leve.
La UE recomienda que los estados miembros compartan los datos relativos a sus situaciones epidemiológicas “a través de las plataformas específicas para el intercambio”, con el objetivo de poder identificar de forma temprana nuevos brotes.
Solicitan además que se pueda “garantizar la libre circulación de suministros médicos esenciales dentro de la UE”, así como que se monitoricen “los riesgos de escasez”.