Han pasado varios meses ya desde que surgió la idea en el seno de la Unión Europea de desarrollar certificados de vacunación que recojan información sobre las personas que se han vacunado frente a la Covid-19 y que permitan de nuevo la movilidad entre los Estados miembros de una forma segura. En un inicio, había dudas sobre su confección pero, pasado el tiempo, cada vez hay más perspectiva de acuerdo. En todo caso, este no llegará pronto.
Una de las conclusiones derivadas de la reunión telemática que mantuvieron este jueves los líderes de los 27 Estados miembros con el Consejo Europeo y con la Comisión Europea es que había que seguir debatiendo sobre ello. Sin embargo, en la declaración que pactaron entre los participantes tan sólo se añadió una frase al respecto: “Pedimos que prosiga el trabajo para alcanzar un enfoque común sobre los certificados de vacunación, y retomaremos esta cuestión”.
Pese a que crece la sintonía entre los países sobre su desarrollo, la propuesta seguirá siendo discutida en el seno del Consejo Europeo
Un poco más claro, aunque sin incidir demasiado, fue el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. En la rueda de prensa posterior a la reunión, reiteró el acuerdo de “continuar nuestro trabajo hacia un enfoque común”, al tiempo que trasladó la necesidad de “trabajar más en materia de digitalización y cooperación con la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
A pesar de que los avances no fueron todo lo sustanciales que se esperaban, Michel sí que subrayó el hecho de que tras varios meses de discusiones, en esta ocasión habían sentido “cada vez más convergencia entre nosotros sobre este importante asunto”. De esta forma, la cuestión continuará siendo discutida en el seno del Consejo Europeo.
DESARROLLO EN TRES MESES “MÍNIMO”
Con más precisión se expresó Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quien se pronunció sobre varios aspectos de discusión. Por una parte, señaló “cuestionescientíficas aún abiertas” como las dudas sobre si aún estando una persona vacunada puede transmitir la enfermedad. Sobre este punto concreto, añadió que se trata de una preocupación que teóricamente “disminuirá a medida que aumente la tasa de vacunación”. De hecho, citó como en Israel se está comprobando como personas con la pauta completa no la están transmitiendo.
En este sentido, apuntó que la decisión sobre los usos que se den al certificado “debe decidirse particularmente dentro de cada país”. No obstante, sí que defendió que se debería emplear “para garantizar el funcionamiento del mercado único”. Para ello, mencionó cómo ya los Estados y la Comisión acordaron “qué tipo de datos se necesitan para usar el certificado con fines médicos”. La idea es que contenga un “contenido uniforme” que indique “qué tipo de vacuna se ha utilizado” a través de un “identificador único” que actúe “como un código IBAN”.
Von der Leyen subrayó la dificultad de implementar la medida en los sistemas sanitarios de cada país; por ello, ofreció el apoyo de la Comisión para "coordinar los estándares"
Pero más allá del acuerdo en torno al enfoque médico, la dificultad llega con la futura implementación en los sistemassanitarios de cada país así como en los sistemas fronterizos. Sobre este asunto, Von der Leyen ofreció el apoyo de la Comisión para “coordinar los estándares” y crear una especie de “puerta de enlace” para que la información sea “interoperable”. Sin embargo, reconoció que esta tarea llevará “al menos tres meses”, por lo que invitó a “que las expectativas no sean demasiado altas”.
Finalmente, la presidenta de la Comisión Europea subrayó la importancia de que se cree un sistema “neutral a las opciones políticas”, de forma que únicamente informe sobre cuestiones médicas y no ofrezca más información de los ciudadanos. Es el “trabajo técnico” que tienen que desarrollar ahora los Estados miembros. En este sentido, instó a los líderes a “actuar con rapidez en la aplicación, si queremos que este verano esté en vigor” y que se garantice además un “despliegue rápido y completo”.
ESPAÑA, A FAVOR
En la reunión telemática, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, mostró el respaldo de España a la propuesta y subrayó la necesidad de “aunar posiciones” al respecto. Desde Moncloa trasladaron que se trata de una medida ideada “con el fin de facilitar la movilidad y salvar las temporadas turísticas, lo que contribuiría a la recuperación económica de los sectores más afectados por las consecuencias de la pandemia”.