Terceras dosis de las vacunas contra la COVID-19: ¿qué países inocularán inyecciones de refuerzo?

Reguladores como la FDA y la EMA aseguran que no se cuenta todavía con suficiente evidencia científica de su necesidad y piden esperar a evaluar el desempeño real de las vacunas administradas.

Inglaterra señala que las vacunas podrían no frenar la transmisión de la variante Delta de la Covid-19 (Foto. Yui Mok PA Wire dpa Yui Mok PA Wire dpa)
6 agosto 2021 | 00:00 h

Las campañas de vacunación masiva contra la COVID-19 avanzan a buen ritmo en los países desarrollados mientras que las naciones con medianos y bajos ingresos apenas cuentan con dosis que les permitan inmunizar a los profesionales sanitarios y los grupos más vulnerables. Un peligro escenario epidemiológico en el que, cuanto mayor sea la circulación del SARS-CoV-2, mayores serán las posibilidades de que acabe surgiendo una nueva variante con capacidad para evadir la respuesta inmunitaria mediada por las vacunas.

En la actualidad, la rápida expansión de la variante Delta (B.1.671.2, detectada originalmente en India), ha puesto sobre la mesa el debate de las terceras dosis de las vacunas. Refuerzos que tienen por objetivo fortalecer la respuesta inmune ya generada tras completar las actuales pautas.

Ante esta situación el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido a los países con altos ingresos una moratoria hasta, al menos, finales del próximo mes de septiembre para administrar estas dosis de refuerzo de los sueros. El objetivo de la OMS es asegurar primeras dosis para los países con menos recursos y poder alcanzar la meta del 10% de la población mundial vacunada a finales del próximo mes de septiembre. Y es que, de acuerdo a los datos ofrecidos por la OMS, más del 80% de las vacunas contra la COVID-19 han acabado en los países con mayores ingresos a pesar de que apenas representan la mitad de la población mundial.

"Entiendo la preocupación de todos los gobiernos de proteger a sus ciudadanos de la variante Delta, pero no podemos aceptar que los países que han utilizado la mayoría del suministro de las vacunas aún hagan uso de más vacunas, mientras que las personas más vulnerables en otras partes del mundo siguen sin protección", aseveraba. "En mayo pedí apoyo mundial para hacer un sprint de cara a septiembre con el fin de que los países vacunaran a al menos al 10% de su población de aquí a finales de septiembre; ahora ya hemos llegado a la mitad del camino de ese periodo de tiempo y aún estamos fuera de los objetivos".

"No podemos aceptar que los países que han utilizado la mayoría del suministro de las vacunas aún hagan uso de más vacunas, mientras que las personas más vulnerables en otras partes del mundo siguen sin protección"

La OMS ha alertado del desigual acceso a las vacunas contra la COVID-19 informando de que en el mes de mayo los países con altos ingresos habían administrado 50 dosis por cada 100 personas. Ahora la cifra es de 100 dosis por cada 100 personas. El dato de los países con menos recursos es desolador: se administran 1,5 vacunas por cada 100 personas.

PAÍSES QUE APUESTAN POR TERCERAS DOSIS

La fotografía descrita en estas líneas plantea una preocupante dicotomía: las naciones más ricas deberían posponer la inoculación de dosis de refuerzo para que estas puedan llegar a países en los que apenas se ha inmunizado. Más si tenemos en cuenta que las naciones con mayores recursos ya han protegido a sus poblaciones más vulnerables. A pesar de este pensamiento, totalmente coherente en un mundo globalizado en el que ya hemos sido testigos de la rapidez con la que una variante puede extenderse por todo el globo en un reducido espacio de tiempo, algunos países continúan adelante con sus planes para administrar terceras dosis.

La administración de dosis de refuerzo es un hecho en Israel desde hace algunos días. Estas se administran especialmente en los grupos que superan los 60 años de edad. La estrategia nacional de vacunación israelí se erigió como pionera a nivel global pero la expansión de Delta ha desatado una preocupante ola de contagios que ya supera los 2.000 casos diarios. De esta forma los israelíes mayores de 60 años participan en un estudio a gran escala que tiene como objetivo evaluar el uso de las dosis de refuerzo y sus implicaciones.

“La batalla contra la COVID forma parte de un esfuerzo global. La decisión del comité de expertos del Ministerio de Sanidad de aprobar oficialmente un tercer refuerzo de dosis de la vacuna para los ciudadanos mayores de 60 años se ha basado en investigaciones y análisis científicos, ante el aumento del riesgo de la variante Delta”, declaraba el ministro de Sanidad israelí, Naftali Bennett, tal y como recogen en El País.

Alemania ha anunciado que, a partir del próximo mes de septiembre, administrará una tercera dosis de refuerzo a los grupos más vulnerables y a los mayores de 60 años. Una dosis de refuerzo para la que se utilizarán los sueros desarrollados por Pfizer/BioNTech o Moderna. Un planteamiento similar al de Francia.

“Sería para el año que viene, el siguiente… la COVID no nos va a abandonar, van a haber otras fases de vacunación a las que nos vamos a tener que someter, no solo en España”

Reino Unido ha anunciado que, a partir del 6 de septiembre, inoculará una tercera dosis a los mayores de 50 años, personas inmunodeprimidas y al personal sanitario y sociosanitario de hospitales y residencias de ancianos.

¿TERCERAS DOSIS EN ESPAÑA?

El pasado 23 de julio la ministra de Sanidad, Carolina Darias, aseguraba que “todo apunta” a que será necesaria una “tercera dosis de refuerzo”, aunque no determinó cuando se produciría. Preguntada en una entrevista si los españoles deberán vacunarse anualmente contra la COVID-19, la titular de Sanidad respondía de forma tajante: “Sí, sin duda alguna”.

Por su parte la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, reconocía en una entrevista en laSexta el pasado 4 de agosto que “nos vamos a tener que vacunar muchas más veces”. Morant aclaraba que no se trataría de una tercera dosis como tal dentro del programa de inmunización que actualmente se está desarrollando: “Sería para el año que viene, el siguiente… la COVID no nos va a abandonar, van a haber otras fases de vacunación a las que nos vamos a tener que someter, no solo en España”, aseguraba.

DOSIS DE REFUERZO SIN AVAL CIENTÍFICO

Prácticamente desde el primer momento en el que comenzaron a inocularse las vacunas contra la COVID-19, la posibilidad de dosis de refuerzo más allá de las dosis contempladas en las actuales fichas técnicas de los fabricantes ha existido. Pero por el momento no cuenta con el respaldo de los organismos reguladores y la comunidad científica.

La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) no consideran que, por el momento, sea necesaria la inoculación de dosis de refuerzo. La evidencia científica actual sugiere que las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen protegen contra las variantes del SARS-Cov-2.

A pesar de la petición de autorización para la administración de una tercera dosis a la FDA por parte de Pfizer, el regulador respondía a la farmacéutica que se requieren todavía varios meses que permitan evaluar el desempeño y evolución del suero en un escenario real en términos de inmunidad. Una postura compartida por la EMA que considera que es “pronto” para decidir si es necesaria o no la administración de un tercer pinchazo ya que no se cuenta con datos suficientes sobre los datos de las campañas de vacunación masiva de los países europeos.

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