La variante Ómicron (B.1.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica) del SARS-CoV-2 es actualmente la dominante a nivel global. Esta comprende cinco linajes (BA.1, BA.2, BA.3, BA.4 y BA.5) y los sublinajes derivados de estos, siendo BA.5 y sus linajes los que copan el escenario epidemiológico.
En las últimas semanas estamos asistiendo al incremento de la presencia de numerosos sublinajes de los linajes que comprenden Ómicron y, sobre uno en concreto BQ.1 (y su sublinaje BQ.1.1) derivado de BA.5, pone el foco el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
Los países de la Unión Europea (UE) y del Espacio Económico Europeo (EEE) han detectado la circulación de BQ.1/BQ.1.1 en niveles que oscilan entre el cero y el 19% en la semana 40 de 2022. El pasado 20 de octubre el ECDC declaraba BQ.1 como variante de interés (VOI, por sus siglas en inglés).
De acuerdo a las estimaciones realizadas por el organismo europeo se espera que entre mediados de noviembre y principios de diciembre de 2022, más del 50% de las infecciones por SARS-CoV-2 se deberán a BQ.1/BQ.1.1. Para principios de 2023 se espera que hasta el 80% de los nuevos casos de Covid-19 estén provocados por BQ.1/BQ.1.1.
Estos sublinajes contribuirán a un incremento de los casos de Cvid-19 en los países de la UE/EEE a lo largo de las próximas semanas y meses
El aumento observado en la tasa de crecimiento de BQ.1 probablemente se deba a un mayor escape inmunitario. Estos sublinajes contribuirán a un incremento de los casos de Cvid-19 en los países de la UE/EEE a lo largo de las próximas semanas y meses. El alcance del aumento de casos dependerá de varios factores, entre los que se incluyen la protección inmunológica contra el virus (influenciada por el momento y regímenes de vacunación).
La evidencia científica sobre BQ.1/BQ.1.1 de la que se dispone hasta la fecha, muy limitada tal y como afirman los propios expertos del ECDC, no parece indicar por el momento que se asocie con una mayor gravedad de la infección que los linajes de Ómicron actualmente dominantes BA.4 y BA.5.
“Los países deben permanecer atentos a las señales de aparición y propagación de BQ.1, mantener la realización de pruebas sensibles y representativas, continuar con la vigilancia genómica con informes de secuenciación oportunos y fortalecer los sistemas centinela de vigilancia”, exponen en un comunicado desde el ECDC. “Los países deben continuar monitorizando las tasas de casos de Covid-19, especialmente en personas de 65 años o más, así como los indicadores de gravedad como son las hospitalizaciones, ingreso en UCI o muerte”.
Ante estas perspectivas desde el ECDC inciden en la importancia de completar las pautas de vacunación contra la Covid-19 fijadas, especialmente en el caso de los grupos más vulnerables y priorizando la administración de los refuerzos vacunales pertinentes en aquellos que presenten un mayor riesgo de progresión grave de la infección y muerte.