El SARS-CoV-2 ha provocado en todo el mundo más de 526.900 contagiados y la cifra de fallecidos roza los 24.000. Hasta el momento, 188 países han reportado casos.
Italia, España y China se erigen como los tres países con mayor número de fallecidos a consecuencia de esta pandemia. Estados Unidos, se posiciona ya como el país con mayor número de contagiados al superar los 82.000. La rapidez con la que se extiende el virus obliga cada día a un mayor número de países a tomar medidas drásticas para frenar su avance.
África es el continente que mayor preocupación despierta ante una posible expansión de la pandemia que, la escasez de medios, tanto materiales como humanos, los sistemas sanitarios debilitados, la presencia de otras epidemias y la falta de acceso en muchas regiones a agua potable y medidas básicas de higiene, convierten a los 54 países que conforman el continente en una auténtica bomba de relojería.
Muchas voces se han preguntado los motivos por los que el virus ha tardado tanto en llegar al continente africano tras la rápida expansión reportada en las regiones de Asia, Estados Unidos y Europa. Cada vez son más los expertos y observadores internacionales que señalan que esta pregunta tiene una respuesta muy sencilla: informes deficientes y unas tasas de realización de pruebas muy baja.
LA ALERTA DE LA OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que las pruebas para detectar el virus deberían estar disponibles en un plazo de dos semanas en todos los países africanos. En la actualidad, 33 de los 47 países del África Subsahariana ya cuentan con instalaciones destinadas a su diagnóstico. Cabe señalar en este sentido que a principios de año únicamente disponían de ellas Sudáfrica y Senegal.
"Nuestra mayor preocupación es la posibilidad de que el virus se propague a países con sistemas de salud más débiles", declaraba el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, nacido en Etiopía
La lentitud con la que el virus ha llegado al continente después de convertir a Estados Unidos y Europa en los nuevos focos globales, ha permitido que los países africanos puedan contar con cierto tiempo para prepararse ante esta pandemia.
A principios del pasado mes de febrero la OMS mostraba su preocupación ante el hecho de que el virus comenzase a llegar a países con sistemas sanitarios debilitados o deficitarios y que no contasen con los recursos suficientes para afrontar una epidemia.
"Nuestra mayor preocupación es la posibilidad de que el virus se propague a países con sistemas de salud más débiles", declaraba el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, nacido en Etiopía, recalcando hace escasos días que "la historia nos juzgará por como ayudemos a los países más pobres ante esta pandemia”.
LAS CIFRAS DEL CORONAVIRUS EN ÁFRICA
De acuerdo a las últimas cifras oficiales de las que se tienen constancia, Sudáfrica (1.000 contagiados y 24 muertes) y Egipto, primer país en reportar casos (495 casos y 24 fallecidos), son los países que más preocupan.
Sudáfrica se erige como la economía más desarrollada del continente, pero se enfrenta a una epidemia de VIH con más siete millones de afectados en el país. Un dato muy preocupante ya que el COVID-19 convierte a las personas son un sistema inmunitario debilitado en los principales grupos de riesgo. El total de infectados por el VIH al continente supera los 24 millones.
Hasta la fecha Argelia ha reportado más de 360 casos y 25 fallecidos. Marruecos suma 275 contagiados y 11 fallecidos. Una situación que ha llevado al país a decretar hasta el próximo 20 de abril el confinamiento de todos los marroquíes.
El total de infectados por el VIH al continente supera los 24 millones
Túnez supera los 200 casos y cinco muertes mientras que Senegal reporta 105 contagiados y ningún fallecido.
Por detrás, de acuerdo a los datos recogidos por RTVE, se encuentran Burkina Faso (152 casos y siete fallecidos), Camerún (88 casos y un fallecido), Nigeria (65 casos y un fallecido), Ghana (132 casos cuatro fallecidos), Costa de Marfil (96 casos), Ruanda (50 casos), Kenia (31 casos y un fallecido), Etiopía (12 casos), Mauricio (81 casos y dos fallecidos), Islas Seychelles (siete casos), Tanzania (13 casos), Guinea Ecuatorial (12 casos), República del Congo (cuatro casos), Madagascar (23 casos), Namibia (ocho casos), Liberia (tres casos), Cabo Verde (cinco casos), Benín (seis casos), Zambia (16 casos), Mauritania (tres casos), Sudán (tres casos y un fallecido), Togo (24 casos), Gabón (siete casos), República Democrática del Congo (51 casos y tres fallecidos), Angola (cuatro casos), República Centroafricana (tres casos), Guinea (cuatro casos), Eswatini (seis casos), Somalia (dos casos), Gambia, Djibouti y Níger (10 casos), Chad (tres casos), Mozambique (siete casos), Libia y Mali (cuatro casos), Uganda (14 casos) y Guinea-Bissau (dos casos) han informado en las últimas horas de los contagios.
Estas cifras pueden no ajustarse a la realidad del continente ante la falta de medios de detección. La OMS únicamente ha informado de más de 2.800 casos procedentes de 46 países del total de los que tiene datos.
LAS MEDIDAS CONTRA EL CORONAVIRUS
De acuerdo a los datos de la OMS, el primer caso en África se detectó el primer caso de COVID-19 y, a día de hoy, la media que se calcula es de 300 nuevos contagios diarios. Unas cifras ofrecidas por la directora regional para África de la OMS, Matshidiso Moeti.
Moeti ha mostrado su optimismo indicando que no cree que “haya una expansión generalizada de casos sin reportar”, aunque pone el foco en el hecho de que la mayoría de los países carecen de buenos sistemas de diagnóstico
Esta recalca que “aún podemos contener el virus en muchos países”. Un reto cuyo cumplimiento pasa por evitar los casos importados. Motivo por el que la hoja de ruta establecida pasa por el aislamiento de todas las personas que llegan al continente antes de que inicien sus funciones en los asentamientos y los campos de refugiados.
Moeti ha mostrado su optimismo indicando que no cree que “haya una expansión generalizada de casos sin reportar”, aunque pone el foco en el hecho de que la mayoría de los países carecen de buenos sistemas de diagnóstico del virus.
La OMS ha destacado la importancia de que todas las medidas adoptadas por los distintos países permiten el establecimiento de corredores humanitarios así como para el traslado de expertos y personal sanitario
Ante esta fotografía, son ya numerosos los países africanos que han comenzado a implementar medidas de restricción entre sus poblaciones para poder evitar la crisis sanitaria. A pesar de que muchas naciones suman porcentajes muy bajos de contagiados, han aprendido la lección de lo ocurrido en Europa, Asia y América y han optado por el cierre de todas sus fronteras terrestres, marítimas y áreas.
Unas medidas a las que muchos países ha sumado cuarentenas y toques de queda. La OMS ha destacado la importancia de que todas las medidas adoptadas por los distintos países permiten el establecimiento de corredores humanitarios así como para el traslado de expertos y personal sanitario.
Cumplir con la cuarentena en África es una tarea harto complicada. Hablamos de países en los que hay guerras, conflictos armados y muchos carecen de cosas tan básicas como acceso a agua potable y hospitales. Desde la OMS recalcan la necesidad de que todas las medidas adoptadas vayan acompañadas de amplias campañas de comunicación entre la población y que no se pierda el importante papel que juega ante esta situación la ayuda humanitaria.