El síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (MIS-C, por sus siglas en inglés) es una complicación rara pero grave asociada a la infección por SARS-CoV-2 en niños y adolescentes. Generalmente ocurre entre dos y seis semanas y se caracteriza por fiebre, inflamación sistémica y afectación de múltiples órganos. Con el inicio de las campañas de vacunación masiva de los niños y adolescentes, la evidencia científica destaca el importante papel de las vacunas a la hora de reducir el riesgo de desarrollar MIS-C como consecuencia de la infección. Pero, ¿cuál es la tasa de incidencia en un contexto de vacunación?
Para responder a esta pegunta ponemos el foco en un análisis realizado por The Lancet Child & Adolescent Health que ha recopilado los casos reportados al sistema de vigilancia de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), entre el 14 de mayo de 2020 y el 30 de noviembre de 2021. En total se han informado de un total de 5.973 casos de MIS-C.
La vigilancia del MIS-C tras la vacunación contra la Covid-19 se erige como un auténtico desafío ya que, por lo general, resulta complicado de diagnosticar al no presentar biomarcadores específicos y sus síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades como la propia Covid-19, la enfermedad de Kawasaki y el shock tóxico.
Retomando la cuestión planteada al inicio de estas líneas profundizamos en las conclusiones del análisis que ha realizado una monitorización de la seguridad de la vacuna contra la Covid-19 en jóvenes estadounidenses con edades comprendidas entre los 12 y los 20 años que habían recibido una dosis del suero desarrollado por Pfizer/BioNTech en el referido periodo. Este trabajo identificó 21 personas con enfermedades que cumplían con la definición de MIS-C establecida por los CDC.
De forma general, la tasa de notificación del síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico fue de un caso por cada millón de jóvenes de entre 12 y 20 años vacunados. Aunque no existe una tasa de antecedentes que permita la comparación directa, esta cifra de notificación de la enfermedad es sustancialmente más baja que la incidencia del MIS-C en personas no vacunadas de este grupo de edad con infección por SARS-CoV-2.
"La vigilancia tiene limitaciones, pero nuestros hallazgos sugieren que el MIS-C sin evidencia de infección por SARS-CoV-2 es raro después de la vacunación contra la Covid-19. Al evaluar a las personas con una presentación clínica MIS-C después de la vacunación contra la Covid-19, es importante considerar diagnósticos alternativos"
La tasa de notificación de casos de MIS-C sucedidos tras la inoculación de la vacuna y sin evidencia de infección por SARS-CoV-2 fue de 0,3 casos por millón de jóvenes de entre 12 y 20 años vacunados. “Se ha planteado la hipótesis de que una respuesta inmunitaria desregulada asociada con la infección por SARS-CoV-2 también podría estar asociada con la exposición a una vacuna contra la Covid-19”, exponen los autores.
“Al igual que con los individuos de nuestra investigación que tenían evidencia de infección previa fuera del período habitual para el desarrollo de MIS-C, se desconoce la contribución de la vacunación, si la hay, a las enfermedades en individuos sin evidencia de infección y no puede determinarse con nuestro datos de vigilancia”, añaden indicando que cabe la posibilidad de que algunos casos pudiesen padecer afecciones inflamatorias no reconocidas.
Los responsables del análisis señalan que no se notificó el síndrome inflamatorio multisistémico en adultos en los ensayos clínicos que se realizaron en Estados Unidos de las vacunas contra la Covid-19. Tampoco se identificó ningún caso entre las más de 46.000 personas mayores de 16 años que participaron en el ensayo clínico de la vacuna de Pfizer/BioNTech.
“En conclusión, utilizando los resultados de vigilancia de los primeros nueve meses del programa de vacunación contra la Covid-19 en los Estados Unidos, periodo en el que el SARS-CoV-2 circulaba ampliamente, identificamos un pequeño número de personas de entre 12 y 20 años con MIS-C tras la vacunación frente a la Covid-19”, expresan los autores.
“La vigilancia tiene limitaciones, pero nuestros hallazgos sugieren que el MIS-C sin evidencia de infección por SARS-CoV-2 es raro después de la vacunación contra la Covid-19. Al evaluar a las personas con una presentación clínica MIS-C después de la vacunación contra la Covid-19, es importante considerar diagnósticos alternativos, y las pruebas de anticuerpos antinucleocápside podrían ser útiles. Se justifica la vigilancia continua de la enfermedad MIS-C después de la vacunación contra la Covid-19, especialmente porque la vacunación pediátrica contra la Covid-19 está autorizada para los niños más pequeños, que comprenden la mayor proporción de casos de MIS-C después de la infección por SARS-CoV-2”, concluye los autores enfatizando en el gran desafío que plantea el diagnóstico del síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico.