Cansancio y una gran fatiga, dolores musculares, problemas de concentración, peor memoria a corto plazo… La Covid persistente o prolongada es un conjunto de síntomas que diferentes personas que se han contagiado por la Covd-19 han desarrollado durante más de unos meses, algunos incluso llevan un año, o toda la pandemia conviviendo con ellos. Pasa en adultos, pero también en adolescente y niños.
Para hablar de Covid persistente debe haber síntomas que se mantengan un mínimo de 12 semanas. Estos síntomas pueden variar según el paciente de una mayor a menor afectación, siendo los casos leves los que suponenen un mayor porcentaje dentro de la Covid prologada, muy por encima de los graves. “Los cuadros más afectados son niños con fatiga muy importante que les impide ir al colegio, hacer deporte, acudir a extraescolares…”, señala María Méndez, responsable de la Unidad de Covid persistente pediátrico del Can Ruti (Hospital Germans Trias).
También tienen problemas de memoria, de atención, de concentración. “Y hay niños que además del cansancio y la niebla mental tienen dificultad para respirar, taquicardias, dolores de cabeza bastante intenso y discapacitante”, continúa Méndez. Los síntomas son en muchos caos imprecisos, es decir, no se sabe a qué achacarlos, y son difíciles de diagnosticar, principalmente los leves. “Aunque, nos preocupa especialmente los pacientes con una afectación importante que les repercute en su vida social y familiar, a los que tenemos que ayudar lo más pronto posible para superarlo”.
“Es muy pronto para saber cómo afectará esta ola. Desde luego ha habido muchos más niños contagiados que en olas previas”, señala la Dra. Calvo
Con rehabilitación y meses de terapia, los niños se van recuperando de este efecto raro de la Covid. Según la experta del Can Ruti, hay niños con una evolución que se ha alargado un año, e incluso dos. Diferentes estudios han evidenciado que la Covid persistente puede afectar entre un 5-10% de los niños que han padecido una infección por SARS-CoV-2. Una investigación publicada en Lancet Child and Adolescent Health, señala que menos de uno de cada cuatro menores (4,4%) experimentó síntomas durante cuatro semanas o más.
Sin embargo, es difícil saberlo con exactitud, solo la unidad de Can Ruti ha atendido en este tiempo a 150 pacientes. “Está infradiagnosticado y no disponemos de registro”, explica a Consalud.es la Dra. Cristina Calvo, presidenta de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP). Esto hace que se tema que con la sexta ola y el aumento de los contagios, el Covid persistente también aumente.
¿A MAYORES CASOS MAYOR COVID PERSISTENTE?
La incidencia de los niños de 5 a 11 añosse ha disparado durante la sexta ola, superando en incidencia acumulada a 14 días los 2.000 e incluso 3.000 casos por 100.000 habitantes. Un aumento de casos que se ha traducido también en un mayor número de ingresos y hospitalizaciones, aunque siendo más los casos de con Covid que por Covid. También se teme que se traduzca en un aumento de casos de Covid prolongado.
“Es muy pronto para saber cómo afectará esta ola. Desde luego ha habido muchos más niños contagiados que en olas previas”, señala la Dra. Calvo. Sin embargo, en esta ola ha entrado un nuevo factor que no estaba en olas anteriores: la vacunación. “Parece que los vacunados se han contagiado menos, en concreto los adolescentes, que son los que más Covid persistente sufren”, añade.
“No ha pasado el tiempo suficiente para hablar de pacientes”, dice también la Dra. Méndez. Sin embargo, coincide con la presidenta de la SEIP en que la vacunación surtirá un gran efecto evitando la enfermedad. “La vacunación reduce muchísimo, incluso casi elimina, la opción de covid persistente”. Y concluye: “Pensamos que las siguientes olas, con muchos niños y adolescentes vacunados, habrá muchos menos casos de Covid prolongado”.