Investigadores de la Universidad de Texas y EnLiSense, una empresa emergente de la región, han desarrollado un sensor de sudor de la piel que puede medir los niveles de citocinas de forma continua durante hasta 168 horas. La tecnología ha sido adaptada para que pueda detectar citocinas involucradas en las tormentas de citocinas mortales que ocurren en pacientes con COVID-19 y otras enfermedades, como la gripe. Los investigadores esperan que pueda servir como un sistema de alerta temprana para una tormenta inminente, permitiendo un tratamiento temprano.
Las tormentas de citocinas implican una liberación masiva de citocinas proinflamatorias, lo que conduce a una inflamación intensa que puede causar daños importantes a los órganos, lo que a veces conduce a la muerte. Puede ocurrir en casos graves de COVID-19, por lo que los métodos para predecir una tormenta inminente serían muy útiles para los médicos. El tratamiento temprano con antiinflamatorios podría ayudar a salvar la vida de un paciente.
“Especialmente ahora en el contexto de COVID-19, si pudiera monitorizar las citocinas proinflamatorias y ver su tendencia al alza, podría tratar a los pacientes temprano, incluso antes de que desarrollen síntomas”
“Especialmente ahora en el contexto de COVID-19, si pudiera monitorizar las citocinas proinflamatorias y ver su tendencia al alza, podría tratar a los pacientes temprano, incluso antes de que desarrollen síntomas”, explica Shalini Prasad, investigadora involucrada en el estudio.
Una opción es un análisis de sangre para verificar si los niveles de citocinas están aumentando, pero esto es un inconveniente y solo proporciona una instantánea en el tiempo. Es preferible la medición continua, y estos investigadores han demostrado que la detección del sudor puede ser una alternativa viable.
Los investigadores adaptaron un sensor de sudor anterior que habían desarrollado para detectar citocinas involucradas en la enfermedad inflamatoria intestinal. Consiste en una tira de sensores en la que se difunde el sudor pasivo. La tira contiene dos electrodos y está cargada con anticuerpos contra las citocinas de interés. Cuando las citocinas se unen, cambian la corriente eléctrica que atraviesa el dispositivo, y esto se mide y se transmite de forma inalámbrica a un teléfono inteligente.
El sensor actual mide siete citocinas diferentes que son relevantes para las tormentas de citocinas. Estos son interleucina-6, -8 y -10, factor de necrosis tumoral-α, ligando inductor de apoptosis relacionado con el factor de necrosis tumoral, proteína-10 inducida por interferón-γ y proteína C reactiva.
Los investigadores han probado el dispositivo en una pequeña cantidad de voluntarios, pero eventualmente quieren probarlo con pacientes con COVID-19. “El acceso a los pacientes con COVID-19 ha sido un desafío porque los trabajadores de la salud están abrumados y no tienen tiempo para probar los dispositivos de investigación”, ha explicado Prasad. "Pero vamos a continuar probándolo para todas las infecciones respiratorias porque el desencadenante de la enfermedad en sí mismo no importa, es lo que está sucediendo con las citocinas lo que estamos interesados en monitorizar", ha sentenciado.