La Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) ha pedido a las autoridades sanitarias españolas que las personas con Enfermedad Renal Crónica y los profesionales sanitarios que las atienden (nefrólogos y equipos de enfermería nefrológica) sean considerados como colectivo prioritario para recibir la vacuna de la Covid-19 por su elevado riesgo de contagio y morbi-mortalidad, como ya se ha venido demostrando desde el inicio de la pandemia en 2020.
Tras el inicio de la estrategia de vacunación en todo el territorio nacional, y las inminentes aprobaciones de nuevas vacunas por las agencias de medicamentos locales e internacionales, la Junta Directiva de la S.E.N. considera que es fundamental que se realice la vacunación prioritaria de los pacientes con patologías renales, en especial de los que se encuentran en Tratamiento Renal Sustitutivo (es decir, diálisis o trasplante), y del personal de Nefrología en los momentos iniciales de la campaña de vacunación, para así frenar la tasa de contagios del virus y ofrecer una mayor protección y seguridad en la salud de esta población. “En España la tasa de contagio de los pacientes en Tratamiento Renal Sustitutivo ha alcanzado un índice del 5% -más alto que la población en general-, y una tasa de mortalidad superior al 25% del total de pacientes en TRS contagiados, que, en el caso de los pacientes en hemodiálisis, los más afectados, asciende aún más hasta llegar al 30%, según los datos del registro Covid-19 creado por nuestra Sociedad Científica”, ha señalado la presidenta de la S.E.N., la dra. Patricia de Sequera.
La Junta Directiva de la S.E.N. considera que es fundamental que se realice la vacunación prioritaria de los pacientes con patologías renales, en especial de los que se encuentran en Tratamiento Renal Sustitutivo (es decir, diálisis o trasplante)
En un documento de posicionamiento publicado en la revista Nefrología, la Junta Directiva de la S.E.N. ha destacado que desde los primeros análisis epidemiológicos de la enfermedad se objetivó que la condición de diabético, la hipertensión arterial y la enfermedad cardiovascular -principales factores de riesgo causantes de la Enfermedad Renal Crónica- se constituían como importantes factores de riesgo para el desarrollo de la Covid-19, y que otros estudios posteriores, como el estudio OpenSAFELY, han refrendado esta evidencia científica. En concreto, este último estudio, que engloba a más de 17 millones de pacientes, incluía a la Enfermedad Renal Crónica como una de las comorbilidades que aumentan el riesgo de mortalidad en pacientes con el virus SARS-CoV-2 y que aquellos pacientes que presentaban un filtrado glomerular estimado inferior a 30 ml/min/1,73 m2 de manera crónica, tenían un riesgo de mortalidad superior a 3 veces, siendo este riesgo creciente a medida que existía un mayor deterioro de la función renal.
Por otra parte, tanto este estudio como los datos recopilados en el registro Covid-19 de la S.E.N. indican que dentro de los pacientes con enfermedad renal, aquellos que precisan de Tratamiento Renal Sustitutivo (diálisis o trasplante renal) son extremadamente vulnerables a los efectos de la Covid-19, especialmente los pacientes que reciben hemodiálisis en centros sanitarios (hospitales o centros de diálisis), debido a la imposibilidad del distanciamiento y confinamiento social, y la necesidad de desplazarse a dichos centros sanitarios varias veces a la semana para acudir a las sesiones de terapia renal.
A ello hay que añadir “el riesgo de contagio del personal facultativo de los servicios de Nefrología, ya que una encuesta realizada por la S.E.N. confirma que un 20% de los nefrólogos en España han sufrido ya la Covid-19 desde el inicio de la pandemia, con algunos fallecimientos de compañeros incluidos”, afirma Patricia de Sequera. Entre las principales razones y factores del contagio entre los profesionales sanitarios destaca la falta de equipos de protección individual, la necesidad de trabajar en áreas diferentes a Nefrología durante la pandemia o la mayor exposición a pacientes con el virus.
Ante esta situación, la S.E.N. considera que los pacientes con Enfermedad Renal Crónica Avanzada, especialmente aquellos con necesidad de Tratamiento Renal Sustitutivo, y los profesionales especializados en su tratamiento y atención deben ser considerados por las autoridades sanitarias como personas de alto riesgo, tanto de contraer la Covid-19 como de sufrir consecuencias de esta patología, y prioritarios para su vacunación, en particular los pacientes en programas de hemodiálisis en centros sanitarios. Estas recomendaciones están en consonancia con las ya dictadas por otros organismos y sociedades científicas internacionales.
“Consideramos que sería la mejor estrategia para vacunar a esta población de forma rápida, eficaz y con mayor aceptación por parte de los pacientes”
Asimismo, la S.E.N. quiere lanzar un “mensaje de seguridad y confianza sobre la aplicación de las vacunas autorizadas de la Covid-19 en pacientes renales, que si bien en el momento actual no se disponen de datos concretos sobre su administración en este tipo de población, podemos considerar que son seguras y eficaces, como han demostrado los estudios pivotales para su administración en la población general”, afirma la presidenta de la sociedad, Patricia de Sequera.
Por último, la Junta Directiva de la S.E.N. considera que la vacunación de los pacientes en Tratamiento Renal Sustitutivo debería organizarse y llevarse a cabo en las propias unidades de diálisis y en los Servicios de Nefrología. “Consideramos que sería la mejor estrategia para vacunar a esta población de forma rápida, eficaz y con mayor aceptación por parte de los pacientes”, concluye Patricia de Sequera.