Un estudio de cohorte observacional y retrospectivo basado en datos del Registro SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha analizado de forma comparativa las características clínicas de la enfermedad que causa la infección por SARS-CoV-2 entre hombres y mujeres, en base a datos de 12.063 pacientes hospitalizados con COVID-19 en España e incluidos en dicho registro.
Los hallazgos de dicho estudio acaban de ser publicados recientemente en “Journal of Clinical Medicine” por 25 médicos internistas en un artículo científico que lleva por título “Gender-based differences by age range in patients hospitalized with COVID-19: a spanish observational cohort study” y que identifica, describe y explica dichas diferencias teniendo en cuenta múltiples variables, entre ellas, las demográficas, clínicas o de tratamiento, entre otras.
Los síntomas más leves como odinofagia, ageusia, anosmia, artralgia, dolor de cabeza y/o síntomas abdominales fueron más frecuentes entre las mujeres
De los 12.063 pacientes hospitalizados analizados (mayores de 18 años y con infección por SARS-CoV-2 confirmada) y cuyos datos fueron incluidos en el estudio, el 56,8% fueron hombres. Las mujeres incluidas en la investigación eran mayores que los hombres (67,9 frente a 65,7 años de media). Respecto a los hallazgos notables sobre características basales y comorbilidades, figuran una mayor tasa de tabaquismo observada entre los hombres (6,9% frente a 3,3%) y un mayor porcentaje de mujeres con obesidad (22,3% frente a 20,5%). Además, la dependencia severa fue más frecuente en las mujeres (10,1% frente a 5,1%).
SÍNTOMAS AL INGRESO
En cuanto a la presentación clínica de la COVID-19, los síntomas como tos, fiebre superior a 38°C, disnea, taquipnea y saturación de oxígeno <92% fueron más frecuentes en los hombres, mientras que síntomas más leves como odinofagia, ageusia, anosmia, artralgia, dolor de cabeza y síntomas abdominales fueron más frecuentes entre las mujeres.
En las radiografías de tórax, la afectación bilateral pulmonar fue más frecuente que la unilateral. La condensación bilateral y los infiltrados intersticiales bilaterales fueron significativamente más frecuentes en los hombres (31,8% frente a 29,9% y 53,7% frente a 48,6%, respectivamente).
TRATAMIENTOS Y VENTILACIÓN MECÁNICA
En el estudio, también se analizaron los datos sobre el tratamiento recibido. Los esteroides sistémicos fueron utilizados con mayor frecuencia entre los hombres (38,7% frente a 30,5%). Además, los varones requirieron ventilación mecánica no invasiva (NIVM) y ventilación mecánica invasiva (VMI) con más frecuencia que las mujeres (5,6% frente a 3,6% y 7,9% frente a 4,8%, respectivamente).
Se observó un mayor uso de tratamientos sistémicos y terapias respiratorias también en varones
El oxígeno a través de cánula nasal de alto flujo también se utilizó con mayor frecuencia en los varones (9,4% frente al 7,2%) y la posición prona se utilizó en el 12,5% de los hombres y el 7,2% de las mujeres.
Además, las dosis anticoagulantes completas de heparina de bajo peso molecular (HBPM) se administraron con mayor frecuencia en el grupo de hombres (11,8% frente a 9,0%).
PRINCIPALES COMPLICACIONES
Durante la hospitalización, los hombres sufrieron más complicaciones. El Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA) fue la complicación más común y el SDRA grave fue más frecuente en los hombres (19,9% frente a 14%). Asimismo, los hombres necesitaron ingreso en UCI con mayor frecuencia que las mujeres (10% frente a 6,1%) y presentaron mayor mortalidad intrahospitalaria (23,1% frente a18,9%).
Los hombres, además, tuvieron una mayor tasa de mortalidad e ingresos en UCI. La mayoría de los fallecidos tenían más de 85 años, en ambos grupos, hombres y mujeres (52,2% vs 41,2%). En cuanto a la mortalidad, las diferencias por sexo son estadísticamente significativas en los grupos de edad de 55 a 89 años. Si se tienen en cuenta los ingresos en UCI, las diferencias son significativas de 45 a 74 años, excepto en el grupo de 50 a 54 años. Es importante señalar que el grupo de edad con mayor diferencia en este sentido y con gran significación estadística es el de 70 a 74 años (15% frente a 8,3%).
HALLAZGOS Y CONCLUSIONES
Los investigadores llaman la atención sobre que, a pesar de que las mujeres del estudio eran mayores que los hombres y tenían un mayor porcentaje de dependencia severa, sumado a que ambos grupos tenían porcentajes similares de comorbilidades, los hombres mostraron una mayor mortalidad y mayor número de ingresos en UCI. Es cierto, sin embargo, que los hombres llegaron al hospital en peor estado y con síntomas más graves que las mujeres, y un mayor porcentaje de los hombres había desarrollado neumonía bilateral al ingreso.
Los pacientes varones llegaron al hospital en peor estado y con síntomas más graves que las mujeres
Otro hallazgo importante del trabajo se refiere a las diferencias en tratamientos recibidos según el sexo. Se observó un mayor uso de tratamientos sistémicos y terapias respiratorias en el grupo masculino en comparación con el femenino.
En síntesis, ser varón se relaciona con un peor progreso en la enfermedad del SARS-CoV-2. Los hombres presentan más síntomas al inicio de la enfermedad, tienen más complicaciones durante la hospitalización, requieren un mayor número de tratamientos, ingresan con mayor frecuencia en la UCI y tienen una mayor tasa de mortalidad. El sexo masculino y la edad avanzada parecen ser factores pronósticos independientes de la mortalidad, pero, para comprender completamente su impacto en el pronóstico de la enfermedad, los investigadores reiteran que “siempre se deben considerar otros factores asociados con el sexo”.