Nuestra comprensión de cómo el SARS-CoV-2 afecta a nuestro organismo una vez lo ha infectado y las consecuencias derivadas de la Covid-19, ha mejorado ampliamente conforme la pandemia ha ido avanzando. Dentro de la ingente evidencia científica ponemos el foco en un estudio realizado en Reino Unido centrado en el análisis de la enfermedad pulmonar persistente una vez se ha conseguido superar la fase aguda de la Covid-19.
Este cuenta con una muestra de 47.780 pacientes hospitalizados por Covid-19 entre los que se ha identificado una mortalidad por todas las causas del 12%. Un tercio de estos tuvo que volver a ingresar en un centro hospitalario después de 140 días de seguimiento. Curiosamente, aunque se diagnosticó enfermedad respiratoria en el 29,6% tras recibir el alta hospitalaria, las tasas de complicaciones extra pulmonares, incluida la diabetes, los eventos cardiovasculares adversos y la disfunción hepática y renal, aumentaron en comparación con los controles emparejados de la población. Una fotografía que revela que las consecuencias de la Covid-19 van mucho más allá de las secuelas respiratorias.
British Journal Medicine recoge en este sentido los datos de un estudio retrospectivo realizado en Italia. Este halló que la capacidad de difusión de monóxido de carbono estaba por debajo del rango normal en el 52% de 238 pacientes infectados por Covid-19 a los cuatro meses de haber superado la enfermedad. Un estudio similar desarrollado en Canadá encontró que el 55% de los pacientes a los que se les realizó una tomografía computarizada de seguimiento presentaban anomalías radiológicas 12 semanas después de recibir el alta. Una tercera investigación realizada en Francia arroja resultados similares con evidencia de fibrosis en el 12% y el 37% de los paciente no intubados e intubados respectivamente.
“Estos resultados nos indican que se debe realizar un seguimiento proactivo de todos los pacientes que han padecido la Covid-19 ya que una importante proporción presentan síntomas persistentes que deben ser evaluados y seguidos”
Estos estudios coinciden a la hora de señalar que las anomalías pulmonares en pacientes que han superado la Covid-19 pueden continuar meses después de recibir el alta. La mayoría de los pacientes de estos estudios presentaban síntomas persistentes de la enfermedad como fatiga, problemas de memoria y secuelas psicológicas. En el caso de la disnea esta aparecía en el 5,5% de los pacientes italianos, 20% de los canadienses y 16% de los franceses.
Un estudio liderado por la Universidad Rey Juan Carlos y que ha contado con la participación de la Universidad Complutense (ambas en Madrid), ha analizado los síntomas persistentes y secuelas en pacientes hospitalizados por coronavirus durante la primera ola de la pandemia. Al año de haber recibido el alta el 61,2% continuaba padeciendo fatiga.
Además de esta, se ha registrado la presencia de otros síntomas respiratorios persistentes: el 2,5% continúa padeciendo tos, el 6,5% presenta dolores torácicos y el 23,3%, disnea. “Estos resultados nos indican que se debe realizar un seguimiento proactivo de todos los pacientes que han padecido la Covid-19 ya que una importante proporción presentan síntomas persistentes que deben ser evaluados y seguidos”, señala César Fernández de las Peñas, Catedrático del Departamento de Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Rehabilitación y Medicina Física de la URJC.
Estos estudios son solo una pequeña muestra de la creciente evidencia científica que revela las complicaciones respiratorias persistentes que se producen meses después en pacientes que han superado la Covid-19. Los expertos coinciden a la hora de señalar que en la aparición de estos tras la infección influyen significativamente la gravedad con la que se cursa la enfermedad, así como el estado de salud previo del paciente.