Los primeros casos de Covid-19, enfermedad provocada por el SARS-CoV-2, se detectaron a finales de diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan. Más de dos años y medio después, el mundo continúa haciendo frente a la pandemia. A pesar del tiempo transcurrido, si lo analizamos desde un punto de vista epidemiológico, es corto para contar con conocimientos suficientes sobre las secuelas que la infección provoca o los preocupantes síntomas persistentes que se erigen como un problema de salud pública.
En este sentido un reciente estudio cuyos resultados han sido publicados por JAMA Network ha evaluado durante dos años los resultados en materia de salud entre algunos de los supervivientes de la Covid-19 que fueron hospitalizados, con el objetivo de poder identificar aquellos factores asociados con un mayor riesgo de desarrollo de síntomas prolongados asociados a la enfermedad.
En esta búsqueda de evidencia los autores del estudio de cohorte longitudinal ha contado con los datos de 3.988 personas que superaron la Covid-19 y que fueron hospitalizadas (entre el 12 de febrero y el 10 de abril de 2020) en dos hospitales de Wuhan habilitados específicamente para el tratamiento de pacientes con infección por SARS-CoV-2.
"Los supervivientes de Covid-19 presentaron una disminución progresiva en su carga de síntomas, pero aquellos con enfermedad grave durante la hospitalización, especialmente aquellos que requirieron ingreso en unidades de cuidados intensivos, tenían mayores riesgos de síntomas persistentes"
El estudio de los datos de seguimiento se realizó entre el 1 de marzo y el 6 de abril de 2022, mientras que el análisis estadístico se desarrolló entre el 20 de abril y el 5 de mayo del mismo año. La gravedad de la enfermedad de estos pacientes hospitalizados por Covid-19 se definió en base a la guía elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Todos los pacientes participantes completaron un cuestionario centrado en los síntomas, así como una prueba para evaluar la posibilidad de aparición de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en las visitas de seguimiento realizadas el primer y segundo año. A los dos años de haber recibido el alta hospitalaria 370 pacientes (19,8% seguían teniendo síntomas incluyendo 224 (12%) con síntomas persistentes y 146 (7,8%) con síntomas de nueva aparición o ya existentes pero que habían empeorado.
Los síntomas más comunes fueron la fatiga, opresión en el pecho, ansiedad, disnea y mialgia. La mayoría de los síntomas se resolvieron con el tiempo, pero la incidencia de la disnea no mostró cambios significativos. Un total de 116 pacientes (6,2%) tenían puntuaciones para la EPOC totales de al menos 10 en los dos años posteriores al alta hospitalaria.
“En este estudio de cohorte, dos años después del alta hospitalaria, los supervivientes de Covid-19 presentaron una disminución progresiva en su carga de síntomas, pero aquellos con enfermedad grave durante la hospitalización, especialmente aquellos que requirieron ingreso en unidades de cuidados intensivos, tenían mayores riesgos de síntomas persistentes”, exponen los autores del estudio. Cabe señalar que estos resultados están relacionados con la cepa original del SARS-CoV-2 por lo que se desconoce su relevancia en el caso de las infecciones posteriores provocadas por las distintas variantes del virus.