La campaña de vacunación nacional contra la Covid-19 continúa avanzando, aunque no al ritmo deseado. Los presidentes autonómicos demandan al Ministerio de Sanidad un incremento en el número de dosis recibidas cada semana para poder vacunar a un mayor porcentaje de población. Unas peticiones comprensibles pero que chocan contra la realidad. España, al igual que el resto de los 26 Estados miembros de la Unión Europea, no realiza las compras de las vacunas de forma individual. Los 27 realizan las compras de forma conjunta a través de la Comisión Europea que actúa como representante y efectúa la distribución de las mismas atendiendo al volumen de población de cada uno de los países.
A pesar del conocimiento público de este planteamiento, la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), presidida por Carlos Rus, ha solicitado al Ministerio de Sanidad la capacidad de llevar a cabo una compra de vacunas por parte de la sanidad privada y aumentar así tanto la capacidad como el ritmo de vacunación. Una solicitud que desde el Paseo del Prado han rechazado tajantemente. El departamento dirigido por Carolina Darias ha asegurado que continuarán con las pautas recogidas en la Estrategia de Vacunación COVID-19 en España, indicando que “no hay ninguna novedad”, en alusión a la petición realizada por la patronal.
El pasado 12 de enero la Comisión Europea dejaba claro que las compras “paralelas” de dosis de las vacunas autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) por parte de países de forma individual y al margen del proceso conjunto de la Unión Europea, “no son posibles”. En este sentido la directora general de Salud y Seguridad Alimentaria del Ejecutivo comunitario, Sandra Gallina, aseveraba que “lo que está claro es que las cantidades adquiridas para Europa van primero”.
En base a estas afirmaciones la petición realizada por ASPE carece totalmente de sentido ya que España no puede adquirir vacunas más allá de las que tiene garantizadas a través del acuerdo marco europeo.
Según ha tenido acceso ConSalud.es, un sector de la sanidad privada ha rechazado la petición realizada por Carlos Rus debido a varios motivos. Además de que la situación actual no posibilita la compra de vacunas más allá del sistema expuesto anteriormente, parte de la sanidad privada considera que no es ni el momento ni el procedimiento para solicitarlo. Las fuentes a las que ha tenido acceso este medio explican que “la escasez de vacunas es enorme” en un contexto de una elevada demanda internacional en un mercado de oferta reducida. Critican también la forma en la que se ha formulado la solicitud. “No se puede pedir a través de un comunicado de prensa. Parece más una iniciativa que busca protagonismo personal que solucionar un problema sanitario de primer nivel para la sociedad”, nos aseguran.
“No se puede pedir a través de un comunicado de prensa. Parece más una iniciativa que busca protagonismo personal que solucionar un problema sanitario de primer nivel para la sociedad”
Consideran además que esta petición, precisamente en el delicado momento en el que nos encontramos en el que no cesan los casos de personas que aprovechan su posición para vacunarse incumpliendo con el protocolo de Sanidad, hace un flaco favor a la imagen de la sanidad privada. “Con esto solo da argumentos a determinados sectores de la opinión pública contrarios a la sanidad privada para que aumenten la especulación y las críticas infundadas sobre un sector que ha aportado todo en esta crisis, demostrando su total disponibilidad a través de la colaboración con las comunidades autónomas”.
Dejan claro que la sanidad privada continuará colaborando y participará en la campaña de vacunación si se lo requieren, pero “serán las consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas las que lo soliciten y las que coordinen su distribución y administren las vacunas. No la sanidad privada quién las compre”, zanjan en relación a la petición de ASPE. En este sentido reprochan la actitud de Rus al que instan a “ser más exigente con el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas” para que se cumpla con el calendario vacunal de los profesionales sanitarios “independientemente de si son de la pública o la privada”.
Piden a Rus que “no mande mensajes que pueden confundir a la sociedad y que alimentan teorías que utilizan constantemente los sectores que están en contra de la sanidad privada ”. Cuando el mercado de las vacunas se equilibre entre la oferta y la demanda, “sí parecería lógico que la sanidad privada y otros estamentos, como las farmacias, puedan administrar o dispensar dicha vacuna como sucede actualmente con la de la gripe. Pero en este momento no procede realizar esta petición”, apostillan.