Las placentas de 16 mujeres embarazadas que tuvieron COVID-19 y que fueron tratadas en un hospital de Chicago (Estados Unidos) mostraron evidencias claras de lesión, lo que indica que las mujeres infectadas con coronavirus pueden precisar de un seguimiento cercano durante el proceso de gestación.
Según informa la agencia de noticias Reuters, 15 de las mujeres dieron a luz bebés sanos, mientras que una abortó. Ninguno de los bebés vivos dio positivo por COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo SARS-CoV-2.
La investigación involucró a mujeres que dieron a luz en el Northwestern Medicine Prentice Women's Hospital entre el 18 de marzo y el 5 de mayo
El estudio, publicado en la revista científica American Journal of Clinical Pathology, encontró que 12 de las mujeres (el 80%) tenían un tipo de lesión que puede afectar el flujo sanguíneo de la madre al feto llamada malperfusión vascular.
Seis de ellos (el 40%) tenían coágulos de sangre en la placenta. Un grupo de comparación histórica mostró malperfusión vascular en el 55% de los pacientes y coágulos sanguíneos placentarios en el 9% de los casos. Atendiendo a detalles concretos, la investigación involucró a mujeres que dieron a luz en el Northwestern Medicine Prentice Women's Hospital entre el 18 de marzo y el 5 de mayo.
Los problemas con el flujo sanguíneo placentario podrían conducir a la restricción del crecimiento fetal, bajos niveles de líquido amniótico o incluso la muerte del feto
"Estos hallazgos respaldan que podría haber relación con la formación de coágulos y el coronavirus, y está sucediendo en la placenta", ha señalado el doctor Jeffrey Goldstein, patólogo del centro hospitalario y autor del estudio. En este sentido, ha expresado que los problemas con el flujo sanguíneo placentario podrían conducir a la restricción del crecimiento fetal, bajos niveles de líquido amniótico o incluso la muerte del feto.