Los profesionales sanitarios de la Comunidad Valenciana ya no podrán solicitar un taxi que sea costeado por las arcas públicas para visitar en sus domicilios a los pacientes con Covid-19.
Así lo ha puesto de manifiesto el sindicato médico CESM-CV tras la notificación por parte de la Dirección General de Recursos Humanos a los centros de salud de la región de la finalización del contrato especial rubricado con las compañías del taxi gracias al que los profesionales médicos podían desplazarse a las visitas a domicilio o residencias de ancianos afectados por la pandemia. El contrato ha llegado a su fin con la entrada en la “nueva normalidad” y la pérdida de vigencia del Estado de Alarma.
Los profesionales médicos de la Comunidad Valenciana han mostrado sus quejas ya que, aunque la incidencia del coronavirus es menor que en los meses anteriores, todavía tienen que realizar visitas a domicilio a pacientes afectados con sus vehículos privados, con el consiguiente coste para su bolsillo y riesgo de exposición al virus.
“Es un varapalo, otro más, para los profesionales de la Atención Primaria, sobre todo con un gasto que no era demasiado elevado y que vemos como un gesto de ingratitud”
“Es un varapalo, otro más, para los profesionales de la Atención Primaria, sobre todo con un gasto que no era demasiado elevado y que vemos como un gesto de ingratitud”, ha declarado Vicente Sanmartín, delegado de Atención Primaria de CESM-CV.
La finalización de este contrato pone de relieve, una vez más, los problemas de movilidad a los que tienen que hacer frente los profesionales de Atención Primaria. Unos problemas que la Consejería de Sanidad se comprometió a solucionar hace meses, como respuesta a una inspección de trabajo.
Sanidad adquirió un centenar de vehículos que fueron repartidos entre los centros de salud más dispersos y en la capital se amplió durante la pandemia el acuerdo con los taxis que se prolongó durante la pandemia y que ahora no tendría por qué haber finalizado.