El Ministerio de Sanidad y las comunidadesautónoma han entrado en una nueva etapa en relación a la pandemia de Covid-19 y cómo actuar frente a ella en España. La falta evidente de consenso en el seno del Consejo Interterritorial ha desencadenado en la concesión de una responsabilidad inaudita al conjunto de la ciudadanía: la elección voluntaria de con qué vacuna quiere ser inmunizado frente al coronavirus.
Tras semanas de discusión, finalmente se abre la posibilidad de poner la segunda dosis de AstraZeneca a los grupos prioritarios de menos de 60 años que ya recibieron la primera antes de que se paralizara su administración tras encontrarse una “posible relación” con la aparición de eventos trombóticos. Quienes quieran, podrán presentar un consentimiento informado en caso de no preferir ponerse Pfizer como segunda dosis, opción preferida por Sanidad y avalada por la Comisión de Salud Pública tras conocerse los resultados preliminares del estudio del ISCIII.
La Estrategia indicaba que la administración de vacunas “no puede establecerse por elecciones individuales, sino que debe basarse en la eficacia y la indicación” de las mismas
Esta decisión, que no se adoptará definitivamente hasta que se pronuncie sobre ella Comité de Bioética de España, deja a la luz varias cuestiones. Por una parte, no deja de ser una renuncia del departamento que dirige Carolina Darias a su postura sobre la vacunación voluntaria después de varios meses rechazándola. Por otra parte, y relacionada con la primera cuestión, Sanidad se ha visto obligada a aceptarlo tras las presiones reiteradas de varias comunidades autónomas.
LA ESTRATEGIA LO RECHAZÓ EN TRES OCASIONES
En primer lugar, esta actuación entra en contradicción evidente con lo defendido hasta ahora por el Ministerio de Sanidad. Así ha quedado reflejado por escrito en las tres últimas actualizaciones de la Estrategia de Vacunación frente al Covid-19 en España, documento elaborado por el grupo de trabajo técnico sobre Covid-19 de la Ponencia de Vacunas del Sistema Nacional de Salud.
En la quinta actualización, con fecha de 30 de marzo de 2021, se introducía una novedad: “la vacuna a administrar no puede ser a demanda o elección de los individuos, so pena de socavar los principios y valores éticos de la Estrategia”. En este sentido, se remarcaba que en un “contexto de escasez” de recursos sanitarios, la administración de vacunas “no puede establecerse por elecciones individuales, sino que debe basarse en la eficacia y la indicación” de las mismas “para los diferentes grupos de población”.
En abril y mayo, la estrategia remarcaba que no era "oportuno" ofrecer la vacuna de AstraZeneca a personas de menos de 60 años "que voluntariamente quieran vacunarse"
Posteriormente, en la sexta (20 de abril) y séptima actualización (11 de mayo), se incluía ese mismo párrafo y una nueva referencia que aludía directamente a la inoculación con AstraZeneca. Por entonces, ya había comunidades autónomas como Madrid o Andalucía que pedían que se pudiera poner la segunda dosis de AstraZeneca a quienes recibieron la primera si así lo solicitaban de forma voluntaria y firmando un consentimiento informado.
A estas peticiones, la Estrategia respondía de forma clara: “No parece oportuno en el momento actual ofrecer la vacuna de Vaxzevria (AstraZeneca) a personas de menos de 60 años que voluntariamente quieran vacunarse. La propuesta no solo puede entrar en contradicción con los principios éticos (…), sino que, además, si aún no se dispone de suficiente información para adoptar la decisión más adecuada, el valor del consentimiento informado como garantía de una decisión autónoma, sería muy discutible por cuanto que difícilmente se les habría podido ofrecer antes de recibir la vacuna una información adecuada en los términos que exige la Ley”.
PRESIÓN DE LAS CC.AA.
Junto a este cambio de postura, la decisión final del Consejo Interterritorial responde también a la presión ejercida por varias comunidades autónomas al Ministerio de Sanidad sobre este asunto particular. Tras la decisión de la Comisión de Salud Pública, que se alargó durante horas ante la falta de consenso, de pinchar Pfizer como segunda dosis al colectivo mencionado, las autonomías discordantes mostraron su desacuerdo.
Madrid, Cataluña, Andalucía o Galicia pedían poner la segunda dosis de AstraZeneca acogiéndose a la recomendación de la EMA
De hecho, fuentes autonómicas consultadas por ConSalud.es afirmaron que tratarían de “dar guerra” en el Consejo Interterritorial del miércoles y auguraban que habría “jaleo”. Al menos la Comunidad de Madrid, Cataluña, Andalucía y Galicia han manifestado abiertamente su posición a favor de poner AstraZeneca como segunda dosis. Defendieron que pondrían AstraZeneca incluso si se decidía únicamente administrar Pfizer
Se acogían a la recomendación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) de seguir administrando la segunda dosis en un periodo de entre 4 y 12 semanas después de ponerse la primera dosis. Los expertos de la EMA añadían que “los datos no respaldan la estrategia de retrasar o evitar administrar la segunda dosis de AstraZeneca” y que los beneficios de esta vacuna “superan sus riesgos en adultos de todas las edades”.
Pese a este cambio de criterio, el Ministerio de Sanidad ha alegado que la decisión obedece a circunstancias “excepcionales y extraordinarias”. Durante la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial, Carolina Darias afirmó que aunque cada comunidad autónoma tenía una postura al respecto, sí ha habido un respaldo “mayoritario” a que se diera a elegir.
LOS EXPERTOS, CRÍTICOS
Dejar la responsabilidad de elegir qué vacuna ponerse como segunda dosis a 1,5 millones de ciudadanos no ha gustado a los expertos sanitarios. Sonia Zúñiga, viróloga e investigadora del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, ha apuntado a RTVE que “si ya es difícil para los científicos por la falta de respuestas, más lo es para los ciudadanos”. A su juicio, “lo ideal es establecer una pauta común”.
Por su parte, Pepe Martínez Olmos, ex secretario general de Sanidad, defendía que “la decisión sobre la segunda dosis de vacuna a quienes recibieron la primera con AstraZeneca, merece la pena que sea consensuada. El consenso es responsabilidad de todos”.