Los casos importados a través de la llegada de viajeros de otros países se han convertido en una de las grandes preocupaciones del Gobierno a la hora de controlar la pandemia dentro de nuestras fronteras. En este sentido el Ministerio de Sanidad, por medio de Sanidad Exterior, ha establecido una serie de medidas y protocolos con el objetivo de poder detectar cualquier caso que pudiese llegar a través de nuestros aeropuertos.
Un protocolo que ha recibido numerosas críticas. La Comunidad de Madridha solicitado en reiteradas ocasiones al Ejecutivo central la necesidad de adoptar medidas más férreas en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas al que han llegado a calificar como un “coladero” como consecuencia de la falta de acción por parte del Ministerio de Sanidad. Queja a la que se suman los virajes en la estrategia establecida para el control de los casos importados que han hecho que el protocolo de Sanidad en los aeropuertos españoles sea cuestionado.
En este sentido desde OK Diario han efectuado una revisión de los documentos hechos públicos por el Ministerio de Sanidad en la materia. Un repaso que ha puesto de relieve las incoherencias del Gobierno en cuestiones de Sanidad Exterior. Concretamente hablamos de un informe publicado por el ministerio dirigido por Salvador Illa, fechado el pasado 5 de marzo, titulado “Procedimiento de actuación de Sanidad Exterior ante el brote de enfermedad por el nuevo coronavirus”.
Un documento en el que Sanidad admite los controles más eficaces en los aeropuertos deben ser realizados en origen y no en el destino final del viajero. Hecho que contrasta notablemente con la estrategia vigente donde los controles se exigen una vez el viajero ha aterrizado en territorio nacional.
Sanidad admite los controles más eficaces en los aeropuertos deben ser realizados en origen y no en el destino final del viajero
A pesar de lo expuesto a lo largo de estas líneas el Gobierno de Pedro Sánchez continúa sin reforzar las medidas establecidas en los aeropuertos patrios como sí lo han hecho otros países que exigen una prueba PCR negativa antes de tomar un vuelo.
El protocolo de seguridad español se fundamenta en tres medidas: un formulario que permita realizar el contacto del viajero, un control de temperatura (una medida rechazada por las autoridades internacionales ante su nula capacidad de detección de asintomáticos) y un control visual. Esta última medida ha generado bastante polémica ya que los criterios que se emplean a la hora de valorar si un viajero es sospechoso o no de estar infectado son criterios como su palidez o si presenta un exceso de sudoración.
Antes de llegar a España los viajeros tienen que rellenar un formulario electrónico y se les facilita un código QR que debe ser presentado a su llegada. Un formulario que únicamente recoge datos personales y solo se debe responder a tres cuestiones de control relacionadas con el coronavirus: si se ha estado en contacto directo con un caso positivo confirmado, si se tienen síntomas como fiebre, tos o dificultad respiratoria y si se ha visitado un hospital en los últimos 14 días.
Se establece que el control a los pasajeros “en los puntos de salida de los países afectados es probablemente más efectivo y menos costoso”, que los que se realizan en los puntos de entrada
Cierto es que el documento al que se hace referencia en esta noticia fue fechado el 5 de marzo. Un periodo en el que España aún no había golpeado con virulencia a nuestro país, pero sí se había extendido por numerosos países fuera de China como era el caso de Italia, foco de entrada más tarde de numerosos casos importados en nuestro país. Motivo por el que el hecho de reconocer la importancia de las medidas de control de casos importados en origen y no en el destino cobra mayor relevancia y contrasta el cambio con el protocolo vigente.
Atendiendo al epígrafe “Actuaciones en medios de transporte procedentes de zonas afectadas” se establece que el control a los pasajeros “en los puntos de salida de los países afectados es probablemente más efectivo y menos costoso”, que los que se realizan en los puntos de entrada.
Llama aún más la atención que, a pesar del escenario epidemiológico europeo con Italia como uno de los focos globales de contagio, Sanidad recoja en el documento referido que no era “necesario llevar a cabo un control rutinario a la entrada de los medios de transporte procedentes de las zonas afectadas, sino que se actuará exclusivamente ante la presencia de un caso a bordo sospechoso de padecer la enfermedad”, aunque esto podría modificarse en función del avance de la situación epidemiológica en España.