"Las circunstancias han cambiado y por tanto, debemos cambiar nuestra respuesta. No nos ha quedado otra opción que volver al confinamiento nacional en para poder controlar la nueva variante del virus". Con estas palabras el primer ministro británico, Boris Johnson, anunciaba el pasado 4 de enero un nuevo confinamiento nacional similar al de marzo. Lejos quedan ya los esfuerzos optimistas de las autoridades británicas para hacer frente a una tercera ola que a todas luces se ha descontrolado en el país como demuestran los datos hechos públicos en las últimas horas: 1.041 nuevos fallecidos y 62.322 nuevos infectados, la cifra más elevada desde el inicio de la pandemia.
La fotografía reportada por Reino Unido, salvando algunas diferencias, comienza a ser similar en el resto del viejo continente. El incremento de la movilidad como consecuencia de las fiestas navideñas y la aparición de la variante británica del virus, hasta un 70% más contagiosa, han provocado en el país un crecimiento exponencial de los casos situando de nuevo su sistema nacional de salud al borde del colapso.
Todas las alarmas se han disparado en Portugal en el Día de Reyes tras registrar nuevo récord de contagios. La situación en el país vecino se torna más complicada por momentos y la Dirección General de Salud Pública ha ordenado a todos los hospitales de la ciudad de Lisboa a cesar todas las actividades que no sean esenciales con el objetivo de destinar todos los recursos a la atención de los pacientes con Covid-19. La Navidad comienza a pasar factura y las autoridades lusas han extendido el Estado de Alarma hasta el próximo 15 de enero.
A pesar del confinamiento parcial decretado en Irlanda, la situación epidemiológica marca un preocupante horizonte por lo que las autoridades decretaban el pasado miércoles el cierre de todas las escuelas por lo menos, hasta final de mes.
El pasado 5 de enero la canciller alemana Angela Merkel, junto con los 16 líderes de los estados federales, acordaba la adopción de nuevas restricciones. De este modo Alemania extenderá el actual confinamiento hasta el próximo 31 de enero. Entre las nuevas medidas que han recibido luz verde encontramos la limitación de movimiento de residentes en aquellas áreas que presenten altas tasas de infección a un máximo de 15 kilómetros de su hogar. En cuanto a las reuniones, los alemanes solo podrán reunirse con una persona que no conviviente y se ha extendido hasta final de mes el cierre de colegios y guarderías.
También el 5 de enero Italia decidía prolongar sus restricciones y retrasar la reapertura de los centros de educación secundaria con un aforo del 50%. Se mantiene el toque de queda nocturno y se prohíben los desplazamientos entre regiones. Este jueves 7 de enero los bares y restaurantes comenzarán a abrir de forma escalonada.
A pesar de que los nuevos contagios y fallecimientos se han reducido en Bélgica durante el periodo navideño, las autoridades han descartado por el momento levantar las restricciones establecidas que se mantienen desde hace casi tres meses. Dinamarca anunciaba el pasado 5 de enero un endurecimiento de sus restricciones y se ha pedido a todos los ciudadanos que eviten todos los contactos sociales con el objetivo de reducir nuevos contagios que comprometan su sistema sanitario.
La secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, expresaba el 6 de enero que “con los instrumentos actuales”, es posible evitar que nuestro país se vea abocado a un nuevo confinamiento total
Desde finales del pasado mes de diciembre Eslovaquia se encuentra sumida en un confinamiento con limitaciones que afectan al movimiento y se ha decretado el cierre de todos los comercios no esenciales. Francia ha descartado por el momento un nuevo confinamiento nacional pero no se descarta en función del avance de la pandemia.
¿QUÉ PASA CON ESPAÑA?
La última actualización de la situación epidemiológica de nuestro país, con fecha de 5 de enero, revela 23.700 nuevos contagios (el histórico acumulado se sitúa en 1.982.544) y 352 nuevos decesos que elevan el total hasta los 51.430. La incidencia acumulada en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes se sitúa en 296,29.
Ante esta fotografía y con Europa comenzando a blindarse, la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, expresaba el 6 de enero que “con los instrumentos actuales”, es posible evitar que nuestro país se vea abocado a un nuevo confinamiento total. Considera que existen “medidas intermedias” que se pueden “aplicar con una precisión casi quirúrgica”. Un discurso en la misma línea que el ofrecido por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, a pesar de que ha reconocido que “los días festivos no nos permiten valorar los datos”.
"Ayer acabaron las fiestas de Navidad y volvemos a un proceso de normalidad y, aunque puede haber un retraso en la notificación de casos por la particularidad de estas fiestas, la valoración que hacemos es de muchísima preocupación"
Pero, tras la celebración de las fiestas navideñas, las comunidades autónomas comienzan a establecer medidas más severas. En Cataluña se ha impuesto un confinamiento municipal hasta el 18 de enero, así como el cierre de los comercios no esenciales durante los fines de semana. Un total de 29 municipios deberán cerrar bares, restaurantes y centros de ocio en la Comunidad Valenciana y se ha prolongado el cierre perimetral autonómico hasta el 31 de enero. El Gobierno de Ximo Puig ha adelantado el toque de queda a las 22:00 horas, cierre de hostelería a las 17:00 horas y se reduce del 50 al 30% el aforo en comercios.
En la Comunidad de Madrid permanecen confinadas un total de 18 zonas básicas de salud y cinco municipios. El cierre perimetral decretado con motivo de las navidades ha finalizado. Andalucía ha decretado el cierre perimetral de ocho municipios y dos áreas básicas de salud del Campo de Gibraltar. Extremadura y La Rioja han anunciado nuevos confinamientos perimetrales, toque de queda a las 22:00 horas y limitación de horarios en hostelería y comercios.
La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha informado que solicitará en el próximo Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que la Comunidad Autónoma pueda decretar un confinamiento domiciliario “corto, pero eficaz”.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha descartado también un nuevo confinamiento, aunque la tendencia epidemiológica es preocupante. Considera “proporcionadas” las medidas que están adoptando las comunidades autónomas. "Ayer acabaron las fiestas de Navidad y volvemos a un proceso de normalidad y, aunque puede haber un retraso en la notificación de casos por la particularidad de estas fiestas, la valoración que hacemos es de muchísima preocupación", ha aseverado el ministro este 7 de enero.
"Pensamos que con las actuaciones de respuesta que nos marcamos en octubre hay suficiente campo de actuación para poder doblegar estos incrementos de casos", ha insistido Illa, para zanjar advirtiendo de que vienen "semanas muy complicadas", que hay tener "la guardia muy alta" y que hay que seguir "al pie de la letra" las recomendaciones de las autoridades sanitarias.