El presidente de la Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada de Madrid (ACHPM), Isidro Díaz de Bustamante, ha explicado a ConSalud.es cuál es el papel que la sanidad privada está teniendo ante esta grave crisis sanitaria por el coronavirus. También ha valorado la situación actual y la evolución de esta grave pandemia global.
¿Cuál es su balance tras el primer mes de pandemia por el COVID 19?
Estamos, con todas la cautelas, ante los primeros datos de remisión de los contagios en toda España y también en la Comunidad de Madrid que ha sido la región más castigada en nuestro país. Debemos tener en cuenta que el área metropolitana de Madrid tiene una de las densidades de población más altas de Europa, algo que explica la vulnerabilidad ante una epidemia que está siendo la peor en los últimos cien años.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid fue el primero en adoptar medidas drásticas como el cierre de los centros sociales de mayores el 6 de marzo o de toda la actividad docente tres días después. Cuando esto pase, que pasará, y podamos analizar con detenimiento todas las decisiones adoptadas, posiblemente podremos evaluar y analizar qué decisiones fueron las más adecuadas y cuáles las mejorables, y nos daremos cuenta de que algunas medidas fueron oportunas en cuanto a frenar en lo posible el desgraciado cómputo en vidas humanas y cuáles otras, quizá, se tomaron demasiado tarde.
"Somos, ahora, el tercer país del mundo con más número de fallecidos, pero también el segundo país del mundo con más pacientes del COVID 19 recuperados"
Somos, ahora, el tercer país del mundo con más número de fallecidos, pero con una mirada positiva quiero poner el acento en que también somos el segundo país del mundo con más pacientes del COVID 19 recuperados.
Y la sanidad privada madrileña que usted representa ¿qué papel está teniendo?
En la Comunidad de Madrid disponemos de un sistema mixto de servicios sanitarios públicos y privados de altísima calidad tanto desde el punto de vista profesional como tecnológico. Nuestra disposición a la colaboración siempre ha sido total y, en este caso, subordinados a nuestra Autoridad Sanitaria, representada por la Consejería de Sanidad, los recursos privados han estado y seguirán estando a sus órdenes.
El 12 de marzo el Gobierno de la Comunidad de Madrid unió sanidad pública y privada bajo una misma coordinación para combatir la expansión del coronavirus. Una de sus primeras decisiones fue la creación de un sistema centralizado de UCIs, que está demostrando ser una de las respuestas más necesarias para los pacientes afectados. Ni que decir tiene que nos hemos encontrado ante un tsunami y que incluso implementando todas las medidas de contención, han resultado insuficientes algunos días concretos, pero los españoles tenemos la capacidad humana y técnica necesaria para afrontar estas situaciones. El hospital montado en IFEMA en un tiempo récord es un relevante ejemplo. De hecho, el jefe de expertos en COVID 19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha calificado como “extraordinario”.
Pero, por favor, concrétenos, ¿qué recursos son los que la sanidad privada madrileña ha puesto a disposición de la Consejería de Sanidad?
Es necesario reiterar de entrada lo que ya le he señalado. El liderazgo lo ejerce la Consejería de Sanidad, con total apoyo desde la Presidencia, que con sabiduría ha optado porque la sanidad pública y privada funcionen coordinadamente como una entidad única, sin ningún tipo de división. Es un esfuerzo valiente que hay que valorar desde su objetivo esencial: salvar vidas de pacientes, nuestra máxima prioridad.
"Todos nuestros recursos humanos, más de 69.000 profesiones, y la totalidad de nuestras instalaciones, que suman 48 hospitales y 6.687 camas, están a disposición de la Consejería"
Nuestro compromiso como Asociación de Clínicas y Hospitales Privados de Madrid es, en todos los aspectos posibles, absoluto y proactivo. Todos nuestros recursos humanos, más de 69.000 profesiones, y la totalidad de nuestras instalaciones, que suman 48 hospitales y 6.687 camas, están a disposición de la Consejería. Quiero, en este punto, uniéndome a los aplausos de las ocho de la tarde de la sociedad en su conjunto, reconocer el esfuerzo sin paliativos de todos los profesionales de la sanidad madrileña pública y privada, que se están dejando la piel, y algunos hasta la vida, para combatir al coronavirus desde la primerísima línea.
Para finalizar, ¿podría comentarnos cómo piensa que va a evolucionar esta situación?
Me gustaría aferrarme, con la debida precaución, a los datos alentadores de progresiva disminución de los contagios que comenté al principio. Desafortunadamente nos queda todavía mucho recorrido y acaso mucho sufrimiento.
En paralelo a la paulatina superación de la COVID 19, tenemos todos, tanto en el sector público como en el privado, que seguir atendiendo el resto de las patologías, lo que siempre ha sido nuestro quehacer diario, desde partos, a ictus, roturas de cadera, infartos, accidentes de tráfico, etc. Es decir, la situación está siendo, y seguirá así por un tiempo, claramente excepcional, entre otras razones, por el sobresfuerzo que conlleva. Hay que hacerlo y, por supuesto, lo haremos.
Nuestro compromiso es tajante: hacer todo lo que sea necesario y hasta cuando sea necesario. Como ya he señalado en alguna ocasión, la sanidad privada madrileña cumplirá con su deber hasta más allá del límite de sus posibilidades, con la entrega y disposición a la colaboración que siempre nos ha inspirado. Aquí estamos, para lo que se nos necesite y más, con todos nuestros medios y todo nuestro corazón entregado, ya que los pacientes son, siempre y con mayor énfasis aún en estos momentos, nuestro único referente.