El Ministerio de Sanidad entendía, en los albores de la pandemia, que el hecho de vigilar la posible entrada del coronavirus en el país a través de los turistas procedentes del extranjero supondría una "inversión sustancial". Según informa Okdiario, así lo expone el primer informe técnico del departamento sanitario del Gobierno de España, con fecha 10 de febrero.
En la citada fecha, el SARS-CoV-2 ya había contagiado a40.553 personas en China, toda vez que 271 ciudadanos perdieron la vida. En el documento, Sanidad expresaba que los síntomas podrían ser causados "con mayor probabilidad" por "enfermedades respiratorias" diferentes a la COVID-19.
"Un enfoque centrado en los vuelos directos desde las zonas afectadas podría ser más efectivo y requerir menos recursos"
Semanas después, la institución que dirige Salvador Illa reconoció que el virus "pudo circular" por España antes de la fecha señalada. De hecho, situó en la última semana de febrero el punto de no retorno que llevó a España a declarar el estado de alarma y que, al cierre de este artículo, hay que lamentar 235.772 casos confirmados por PCR y 28.752 fallecidos.
El informe ponía sobre la mesa que "los casos sintomáticos pueden detectarse a través de un control de temperatura en el punto de entrada". Sin embargo, especificaba que esta medida "puede pasar por alto a los viajeros en periodo de incubación o los viajeros que ocultan la fiebre durante el viaje". A juicio de Sanidad, "un enfoque centrado en los vuelos directos desde las zonas afectadas podría ser más efectivo y requerir menos recursos".
"Se debe tener en cuenta que los signos y síntomas sugestivos de infección respiratoria pueden ser causados, con mayor probabilidad, por enfermedades respiratorias que no sean por 2019-nCoV"
"Actualmente, el hemisferio norte se encuentra en invierno durante la temporada de circulación de gripe y otros virus respiratorios. Si se decide implementar un examen al ingreso, se debe tener en cuenta que los signos y síntomas sugestivos de infección respiratoria pueden ser causados, con mayor probabilidad, por enfermedades respiratorias que no sean por 2019-nCoV", añadían desde el Ejecutivo.
Por todo ello, el Ministerio de Sanidad cerraba su documento manifestando que "las políticas y capacidades nacionales deben tenerse en cuenta durante el proceso de toma de decisiones"