Pese a que los productos de limpieza química son efectivos, usarlos para desinfectar espacios más grandes puede ser costoso, peligroso y lento. En plena pandemia de SARS-CoV-2, es preciso recordar que existen miles de almacenes, supermercados, escuelas y otros espacios públicos donde los trabajadores de limpieza pueden enfrenarse a un riesgo significativo.
En este contexto, un equipo del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés Massachusetts Institute of Technology), en colaboración con Ava Robotics y Greater Boston Food Bank, ha diseñado un nuevo sistema robótico que desinfecta poderosamente las superficies y neutraliza las formas aerosolizadas del SARS-CoV-2.
La matriz utiliza luz ultravioleta de onda corta para matar microorganismos e interrumpir su ADN en un proceso llamado irradiación germicida ultravioleta
Este nuevo enfoque utiliza una lámpara de luz UV-C diseñada en CSAIL, que está integrada con la base del robot móvil de Ava Robotics. Los resultados han sido suficientemente prometedores para que los investigadores pongan sobre la mesa su utilidad en la desinfección autónoma en otros entornos, como fábricas, restaurantes o supermercados.
La luz ha mostrado su capacidad para eliminar virus y bacterias en superficies y aerosoles, si bien es cierto que no es seguro que en los humanos tenga la misma efectividad. Por fortuna, la creación no precisa de supervisión. Atendiendo detalles concretos, la matriz utiliza luz ultravioleta de onda corta para matar microorganismos e interrumpir su ADN en un proceso llamado irradiación germicida ultravioleta.
"Hubo una oportunidad única para proporcionar poder desinfectante adicional a su flujo de trabajo actual y ayudar a reducir los riesgos de exposición a Covid-19"
El sistema es capaz de mapear el espacio y navegar entre puntos de referencia, así como otras áreas específicas. Al probar el sistema, el equipo utilizó un dosímetro UV-C, que confirmó que el robot estaba administrando la dosis necesaria.
"Es fundamental ayudar a mantener estos espacios de operaciones en funcionamiento", ha dicho Alyssa Pierson, científica investigadora de CSAIL y líder técnica del ensamblaje de la lámpara UV-C. Aquí, ha continuado, "hubo una oportunidad única para proporcionar poder desinfectante adicional a su flujo de trabajo actual y ayudar a reducir los riesgos de exposición a Covid-19".