En los inicios de la pandemia, cuando la evidencia científica sobre el SARS-CoV-2 era prácticamente nula y no se contaba con pruebas diagnósticas, muchos casos de Covid-19 fueron confundidos con gripe estacional. La similitud entre los síntomas fomentó en estos primeros momentos la práctica imposibilidad de diferenciar. Más de un año y medio después el escenario epidemiológico es bien distinto.
La estrategia nacional de vacunación masiva contra la Covid-19 avanza en nuestro país a buen ritmo y la gran mayoría de la población elegible para la inmunización ya ha completado su pauta . Hecho que se ha traducido en un progresivo descenso de la incidencia acumulada hasta situar a España, por primera vez desde julio de 2020, en riesgo bajo de transmisión. La mayoría de las comunidades autónomas han eliminado las medidas preventivas y restricciones destinadas al control de la pandemia, pero el temor que surge ahora es que, con la llegada de la temporada de gripe, el sistema sanitario pueda verse colapsado de nuevo al no haber recuperado todavía su normalidad en términos asistenciales y ante las predicciones que apuntan a que la gripe este año podría adelantarse y ser más virulenta tras su casi inexistente presencia el año anterior.
Ante esta fotografía ponemos el foco en la guía publicada recientemente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). Un documento en el que se recogen las diferencias entre el resfriado común y la influenza. Información que compararemos más adelante con la Covid-19.
Lo primero que debemos tener claro es que la influenza (gripe) y el resfriado común son enfermedades respiratorias contagiosas que están provocadas por diferentes virus. Las medidas preventivas para frenar la expansión de la Covid-19 con las que hemos vivido hasta hace muy pocas semanas dificultaron la propagación de estos virus el año pasado.
La influenza está causada solo por los virus de la influenza, mientras que el resfriado común puede estar provocado por virus diferentes, entre los que se incluyen los rinovirus, los virus de la parainfluenza y los coronavirus estacionales
La influenza está causada solo por los virus de la influenza, mientras que el resfriado común puede estar provocado por virus diferentes, entre los que se incluyen los rinovirus, los virus de la parainfluenza y los coronavirus estacionales. Es muy importante recalcar que los coronavirus estacionales no deben confundirse con el SARS-CoV-2, virus causante de la Covid-19.
CORONAVIRUS HUMANOS MÁS COMUNES
El grupo de los coronavirus humanos comunes incluye los tipos 22E, NL63, OC43 y HKU1. Estos, generalmente, provocan enfermedades en las vías respiratorias superiores leves a moderadas, como es el caso del resfriado común. La gran mayoría de las personas se infectan una o varias veces a lo largo de sus vidas con estos virus.
Entre los síntomas más comunes provocados por los coronavirus humanos destacan: sensación general de malestar, moqueo de la nariz, dolor de garganta, dolor de cabeza, fiebre y tos.
Estos coronavirus pueden causar a veces enfermedades del tracto respiratorio inferior como bronquitis o neumonía. Es más frecuente en personas que cuentan con sistemas inmunitarios debilitados, enfermedad cardiopulmonar, bebés y adultos mayores
En términos de transmisión, los coronavirus humanos generalmente se transmiten de una persona infectada a otra cuando esta tose o estornuda al aire, mediante contacto personal cercano como tocarse o darse la mano o, por ejemplo, tocar un objeto o una superficie con el virus y, posteriormente, tocarse la boca, la nariz o los ojos sin lavarse las manos.
Los síntomas de la influenza pueden incluir fiebre o sensación de estar afiebrado/con escalofríos, tos, dolor de garganta, moqueo o congestión nasal, dolores musculares o corporales, dolores de cabeza y fatiga (cansancio). Los síntomas del resfriado son generalmente más suaves
Tal y como recuerdan los CDC, no existe una vacuna que proteja contra los coronavirus humanos y no existen tratamientos específicos para las enfermedades causadas por estos. La mayoría de las personas que los padecen se curan por sí mismas, aunque pueden tomarse medicamentos para aliviar el dolor y la fiebre, utilizar un humidificador o tomar una ducha caliente, beber mucho líquido y descansar.
INFLUENZA VERSUS RESFRIADO COMÚN
La influenza y el resfriado común presentan síntomas muy similares por lo que puede resultar muy complicado diferenciarlos teniendo como referencia únicamente estos. En general, En general, la influenza es peor que el resfriado común, los síntomas suelen ser más intensos y la aparición suele ser más repentina. Los resfriados suelen ser más leves que la influenza. Las personas resfriadas tienen mayores probabilidades de tener moqueo o congestión nasal que las personas con influenza. Los resfríos, por lo general, no suelen provocar problemas graves de salud como neumonía, infecciones bacterianas u hospitalizaciones. La influenza puede tener graves complicaciones asociadas.
Los síntomas de la influenza pueden incluir fiebre o sensación de estar afiebrado/con escalofríos, tos, dolor de garganta, moqueo o congestión nasal, dolores musculares o corporales, dolores de cabeza y fatiga (cansancio). Los síntomas del resfriado son generalmente más suaves que los síntomas de la influenza. Las personas resfriadas tienen mayores probabilidades de tener secreción o congestión nasal. Por lo general, los resfriados no derivan en problemas graves de salud.
¿CÓMO DIFERENCIARLOS DE LA COVID-19?
Uno de los principales motores de la propagación del SARS-CoV-2, especialmente en los primeros momentos de la pandemia, ha sido que una parte importante de las infecciones se han cursado de forma leve o asintomática. En el caso de los sintomáticos, los síntomas presentados son muy similares a los del resfriado común o la influenza.
Debemos tener en cuenta que la Covid-19, aunque se trata de una enfermedad respiratoria, lo cierto es que la evidencia científica ha demostrado que afecta a numerosos órganos y sistemas. El foco se posa ahora especialmente en los casos de la ya considerada como enfermedad por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “Covid persistente”.
Los casos de resfriado común, por norma general, comienzan a mostrar síntomas entre uno y cuatro días después de la infección, siendo los más habituales la congestión nasal y el goteo. En el caso de las infecciones causadas por el SARS-CoV-2 algunos estudios apuntan a la aparición de los síntomas en el quinto día desde la exposición al virus, aunque estos pueden aparecen entre el día dos y el 14 desde la exposición
Uno de los síntomas más comunes entre las personas afectadas por la Covid-19 es la pérdida de los sentidos del olfato y del gusto. Un estudio publicado el año pasado en la revista Rhinology revelaba que los trastornos relacionados con el olfato provocados por la Covid-19 difieren notablemente de los que puedan provocar la influenza o el resfriado común. Las conclusiones del estudio, emitidas por un grupo de expertos europeos en problemas relacionados con el olfato, señalaron que los pacientes con Covid-19 no tienen a tener la nariz taponada y tampoco sufren goteo. Además, la pérdida del olfato fue mucho más intensa y duradera en las personas con Covid-19 que en las que tenían refriado común.
Diversos estudios indican que los casos de resfriado común, por norma general, comienzan a mostrar síntomas entre uno y cuatro días después de la infección, siendo los más habituales la congestión nasal y el goteo. En el caso de las infecciones causadas por el SARS-CoV-2 algunos estudios apuntan a la aparición de los síntomas en el quinto día desde la exposición al virus, aunque estos pueden aparecen entre el día dos y el 14 desde la exposición. En este caso los síntomas más frecuentes incluyen fiebre, tos y sensación de falta de aire o problemas respiratorios.
¿CÓMO PUEDEN PREVENIRSE?
El aspecto más positivo ante la Covid-19, la influenza y el resfriado común es que los tres pueden prevenirse de la misma forma al tratarse de infecciones respiratorias:
- Siempre que se estornude o tosa, cubrirse nariz y boca con las manos o con un pañuelo desechable.
- Lavado frecuente de manos.
- Ventilación de los espacios.
- Evitar compartir objetos que hayan podido estar en contacto con la saliva.
- Mantener nuestro sistema inmune en las mejores condiciones.
- Vacunación (en los casos de la gripe y de la Covid-19)
- Y, si hablamos de la Covid-19, el uso de mascarillas, ventilación y distancia interpersonal, han demostrado ser los mejores aliados a la hora de prevenir infecciones.