Relacionan el Covid prolongado con la enfermedad inicial grave

“Es significativo que también se registren síntomas de Covid prolongado en niños y adultos jóvenes, y en más de la mitad de los pacientes no hospitalizados”, declaran los autores de uno de los estudios.

Científica analizando muestras en un laboratorio (Foto. Freepik)
Científica analizando muestras en un laboratorio (Foto. Freepik)
CS
7 octubre 2021 | 17:45 h

El SARS-CoV-2 ha provocado la peor crisis sanitaria global a la que la humanidad ha tenido que hacer frente en, al menos, los últimos 100 años. La experiencia vivida y la creciente evidencia científica muestran que el peligro no es solo el coronavirus, sino las secuelas y síntomas persistentes que se manifiestan con cada vez mayor frecuencia en un significativo número de pacientes. Lo más preocupante es que este fenómeno no se limita a afectar a aquellos que cursan la enfermedad de forma grave, sino que también se manifiesta en aquellos que cursaron la Covid-19 de forma leve e, incluso, asintomática.

Cada vez son más los expertos que alertan del peligro que supone el Covid prolongado. Las serias dificultades diagnósticas extendidas en el inicio de la pandemia han imposibilitado la correcta identificación de muchas personas infectadas que, ahora, podrían estar enfrentándose a problemas de salud derivados de la infección y no ser conscientes del posible origen. En este contexto ponemos el foco en dos recientes estudios publicados por JAMA Network Open,

La primera de las investigaciones lleva la firma de un grupo de investigadores chinos que ha analizado síntomas persistentes y secuelas en 2.433 personas con Covid-19 que estuvieron ingresadas en dos hospitales de Wuhan entre el 12 de febrero y el 10 de abril de 2020. Mediante la realización de entrevistas telefónicas y pruebas de evaluación de la enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC), describen una serie de síntomas prolongados tiempo después de superar la infección. Entre estos destacan fatiga, sudoración, sensación de opresión en el pecho, ansiedad y dolores musculares.

EL 45% PRESENTA, AL MENOS, UN SÍNTOMA A LARGO PLAZO

La media de edad de la muestra se sitúa en los 60 años, siendo el 49,5% hombres. El 27,9% de los pacientes había experimentado Covid-19 grave y se ha reportado tensión arterial elevada en el 29,3%, mientras que el 45% asegura continuar experimentando algún síntoma persistente relacionado con la infección. El 15,8% ha informado de tres o más síntomas persistentes. Retomando los síntomas más comunes referidos, su presencia entre los pacientes es la siguiente: el 27,7% padece fatiga, el 16,9% sudoración, un 13% asegura sentir opresión en el pecho, el 10,4% experimenta ansiedad y un 7,9% sufre dolores musculares.

Si bien síntomas como la tos, la falta de apetito y la dificultad para respirar disminuyeron durante el año posterior al alta hospitalaria, aparecieron nuevos síntomas como palpitaciones (4,2%), hinchazón de las extremidades inferiores (1,4%) y cambios en los sentidos del gusto (1,4%) y el olfato (1,3%).

Si bien síntomas como la tos, la falta de apetito y la dificultad para respirar disminuyeron durante el año posterior al alta hospitalaria, aparecieron nuevos síntomas como palpitaciones (4,2%), hinchazón de las extremidades inferiores (1,4%) y cambios en los sentidos del gusto (1,4%) y el olfato (1,3%)

La estancia media hospitalaria fue de 14 días y el 2,2% requirió ingreso en UCI. El 71,6% recibió oxígeno suplementario y, de este grupo, el 0,9% necesitó ventilación mecánica. Los pacientes más graves eran personas mayores con enfermedades subyacentes y reportaron una estancia hospitalaria más larga con mayores probabilidades de necesitar cuidados intensivos.

La investigación revela que la edad avanzada, el sexo femenino y la enfermedad grave se relacionan en mayor medida con secuelas como la fatiga. En el caso de la enfermedad grave y la edad avanzada se han relacionado con un mayor riesgo de desarrollar hasta tres síntomas persistentes.

“Los hallazgos brindan información valiosa sobre los resultados de salud a largo plazo de los supervivientes de la Covid-19, e identifican factores de riesgo de síntomas sostenidos y un estado de salud respiratoria deficiente, lo cual es importante con la llegada de la era posterior a la Covid-19”, explican los autores del estudio en el Center for Infectious Disease Research and Policy de la Universidad de Minnesota.

SÍNTOMAS PROLONGADOS MÁS QUE COMUNES QUE EN LA GRIPE

El segundo de los estudios ha sido realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford, y sus resultados han sido publicados en PLOS Medicine. A través de una muestra de 273.618 personas que habían superado la Covid-19 el objetivo era el de identificar síntomas persistentes entre tres y seis meses tras la recuperación de la infección. Los resultados se han comparado con los de 114.449 pacientes con influenza.

El 36,6% reportó la presencia de síntomas entre los tres y seis meses después de haber recibido el diagnóstico

La edad media de los pacientes era de 46 años y con un 55,6% de mujeres. El 57% mostraba, al menos, un síntoma a largo plazo en los seis meses posteriores al inicio de la infección. El 36,6% reportó la presencia de síntomas entre los tres y seis meses después de haber recibido el diagnóstico.

Los principales síntomas identificados fueron: dificultades respiratorias (18,7% a los seis meses; 7,9% entre los tres y seis meses), fatiga o malestar general (11,6% y 7,2% respectivamente), dolor en el pecho o garganta (12,6% y 5,7%), dolor de cabeza(8,7% y 4,6%), otros dolores (11,6% y 7,2%), problemas abdominales (16,6% y 8,3%), dolores musculares (3,2% y 1,5%), problemas cognitivos (7,9% y 4%), y ansiedad o depresión (22,8% y 15,5%). Los problemas cognitivos se relacionaron en mayor medida con la enfermedad grave, pero no los dolores musculares ni de cabeza.

Los investigadores indican que el riesgo de Covid prolongado fue mayor en pacientes con enfermedad más grave, y con mayores probabilidades en mujeres y jóvenes. No se han apreciado diferencias en los resultados atendiendo a la raza y/o etnia. Cabe destacar que una proporción menor de pacientes con edades comprendidas entre los 10 y los 21 años (46,2%) reportó algún síntoma prolongado que los mayores de 65 años (61,1%).

“Es significativo que también se registren síntomas de Covid prolongado en niños y adultos jóvenes, y en más de la mitad de los pacientes no hospitalizados, lo que confirma que esto ocurre incluso en personas jóvenes y en aquellos con enfermedad leve”, afirman los autores.

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