Cerca de 2,3 millones de personas reciben asistencia domiciliaria en España. Se trata de personas mayores o dependientes que requieren un acompañamiento continuado para garantizar su bienestar en el entorno domiciliario. Con motivo del Día del Cuidador que impulsa la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), ASISTED reivindica un reconocimiento por parte de las instituciones y de la sociedad al rol fundamental que tienen los asistentes a domicilio.
En este sentido, ASISTED reivindica un cambio de rumbo en el modelo de asistencia a la dependecia con políticas públicas que apuesten por el envejecimiento en el entorno domiciliario: “Un nuevo enfoque requiere de una propuesta de formación reglada y homologada que permita crear perfiles calificados, con conocimientos apropiados y estandarizados que permitan regular una carrera profesional con garantías sociolaborales que aseguren la creación de empleo de calidad y de vocaciones profesionales”, explica Gabriel Calzado, presidente de la compañía catalana. Actualmente, cuatro de cada diez españoles destinan más de 20 horas semanales a la atención de sus mayores. El 85% son mujeres y mayores de 65 años.
El impacto de la pandemia en los centros residenciales ha conllevado, entre otras consecuencias, a que las familias planteen opciones alternativas para atender a sus mayores, duplicando así el volumen de actividad habitual
Para ASISTED, es urgente dar respuesta a un contexto de presente y de futuro que ya sitúa la atención en el entorno domiciliario como pieza fundamental para atender el aumento de la demanda que han experimentado este tipo de recursos, principalmente desde que estalló la crisis de la Covid-19. El impacto de la pandemia en los centros residenciales ha conllevado, entre otras consecuencias, a que las familias planteen opciones alternativas para atender a sus mayores, duplicando así el volumen de actividad habitual.
ASISTED cuenta con 800 trabajadores en plantilla en Régimen General de la Seguridad Social, un plan de formación continuada adaptado a las habilidades de cada asistente y un convenio laboral propio, el único existente en este sector actualmente, que tiene la finalidad de combatir la economía sumergida y el instrusismo que tradicionalmente han rodeado esta actividad: “La calidad de los lugares de trabajo que se generan actualmente en el sector dependen del compromiso que cada compañía tiene con su equipo humano y tiene como límite un marco legal vigente que creemos que debe evolucionar para que aquellas compañías realmente comprometidas con la atención a la dependencia podamos dar pasos más allá”, reivindica Gabriel Calzado.