La pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 ha situado a la sanidad privada española a la cola europea en materia de colaboración sanitaria público-privada en la lucha contra la Covid-19. Países como Reino Unido han acordado con la sanidad privada dar prioridad absoluta a la lucha contra el virus mediante el establecimiento de mecanismos de acción inmediata y una regulación que permite atender mejor a los pacientes y compensar las consecuencias económicas a los hospitales.
En el Reino Unido, el Gobierno tramitó una ley de emergencia para lograr una amplia flexibilidad de personal y regulación en lo que respecta al sector de la salud y la asistencia social. Gracias a esta legislación, se ha otorgado a la sanidad privada financiación adicional para cubrir los costos adicionales provocados por la respuesta al coronavirus.
El Gobierno sentó las bases de la colaboración público-privada en el mismo momento en el que decidió atajar la pandemia y acordó que los recursos adicionales que requiera su sistema nacional de salud serán entregados y compensados de manera inmediata.
Por lo tanto, el Gobierno garantizó para todo el país, esto es Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, que las restricciones financieras no obstaculizarían la adopción de medidas urgentes y necesarias, ya sea en términos de personal, adaptación de instalaciones, equipos, paquetes de alta de pacientes, capacitación del personal, atención electiva o cualquier otra categoría relevante. Para conseguirlo, el Reino Unido ha aprobado un listado de servicios y sus tarifas y ha adelantado un pago a cuenta a todos sus proveedores para garantizar la salud de su ciudadanía y mantener la estabilidad, sostenibilidad y futuro de su sector sanitario.
Se ha otorgado a la sanidad privada financiación adicional para cubrir los costos adicionales provocados por la respuesta al coronavirus
El 24 de marzo el sistema de salud pública británico (NHS, por sus siglas en inglés) junto con NHS Improvement y en colaboración con Independent Healthcare Providers Network (IHPN) hacían público un acuerdo a nivel nacional con el sector independiente (IS, por sus siglas en inglés) “para asegurar toda la capacidad y recursos disponibles para los pacientes hospitalizados en cada una de las áreas del país como respuesta a la Covid-19”.
“Esos contratos financiados y comisionados a nivel nacional reemplazarán los acuerdos locales y operarán, desde el 23 de marzo de 2020, por un periodo mínimo de 14 semanas”.
Reino Unido ha aprobado un listado de servicios y sus tarifas y ha adelantado un pago a cuenta a todos sus proveedores para garantizar la salud de su ciudadanía y mantener la estabilidad, sostenibilidad y futuro de su sector sanitario
A través de lo rubricado el comunicado conjunto indica que se espera que este acuerdo “signifique que los proveedores del IS entregarán una combinación de cinco servicios principales para los pacientes del NHS”. Estos son:
- Atención respiratoria a pacientes con Covid-19 que necesiten oxigenoterapia, ventilación no invasiva y ventilación mecánica en cuidados intensivos.
- Servicios de atención electiva del NHS urgentes y dependientes del tiempo para mantener la prioridad de vías electivas y cancerosas a medida que aumenta la presión por la admisión de pacientes con Covid-19.
- Capacidad de diagnóstico en colaboración con el NHS para mantener la prioridad urgente de vías electivas y cancerosas.
- Atención no electiva para pacientes hospitalizados y ayudar al NHS a la liberar capacidad de camas en sus hospitales.
- Poner a disposición personal clínico y de apoyo que podría, si fuera necesario, ser redistribuido para apoyar la atención en otros entornos.
El documento establece que los próximos a seguir pasan de forma necesaria por la necesidad de que “los equipos regionales acuerden inmediatamente con las organizaciones del NHS en sus zonas, un vínculo claro para cada proveedor del sector independiente que asumirá la responsabilidad de la coordinación entre los proveedores del IS y los del NHS”. A esta red de coordinadores se le asigna la tarea clave de utilizar de forma inmediata toda la capacidad en materia de recursos humanos y materiales en base a la evolución epidemiológica.