Desde 1988, la Red Centinela de la Sanidad de Castilla y León (Sacyl) sirve como “radar” para seguir determinadas enfermedades. Hace años que el programa Vigira (Vigilancia Integrada de las Infecciones Respiratorias Agudas) se centra en el monitoreo de diversas infecciones respiratorias agudas (IRA), entre las que se ha incluido desde que comenzara la pandemia, la Covid-19.
Con todo, al tratarse de un sistema ya especializado en el seguimiento de enfermedades respiratorias, la Red Centinela – y concretamente el programa Vigira – ha ayudado en la gestión de la pandemia y la aplicación de medidas de prevención de contagios. “Teníamos experiencia de muchos años en la vigilancia de virus como la gripe, por tanto, cuando apareció el coronavirus, activamos la Red Centinela para hacer una vigilancia muy especial de la Covid-19”.
“Primero fueron las personas mayores, después la gente adulta… Y ahora hemos visto cómo el virus se ha centrado en la población más joven”
Esta suerte de radar, está pendiente tanto de la Covid-19 como de la gripe, entre otros. En lo que a este último virus respecta, los expertos del Sacyl están atentos “para detectar los primeros movimientos que puedan aparecer”, ya que con las mascarillas y otras medidas sanitarias, la gripe ha dejado de circular. La teoría dice, comenta el Dr. Vega, que si la gripe aparece en invierno, porque deja de ser obligatoria la mascarilla y la distancia social, sería lógico esperar “una incidencia superior a la de otros años”.
En la gestión de la pandemia en Castilla y León, la Red Vigira ha complementado la información oficial de la Consejería de Sanidad de la región. “Nuestra información, de alguna manera, también ayuda a tomar decisiones”, añade el médico. Y estas decisiones, a su vez, se ven reflejadas en los informes semanales que publica la red Centinela: “Sobre todo las medidas de barrera (las restricciones de aforo en restaurantes o para viajar) se manifiestan con bastante rapidez en una caída sustancial de la incidencia de Covid”.
“Pero el virus va buscando nichos que encuentra libres para desarrollarse”, continúa el epidemiólogo. “Primero fueron las personas mayores, después la gente adulta… Y ahora hemos visto cómo el virus se ha centrado en la población más joven”.
Una de las claves para frenar la propagación del virus: la vacunación. “Sin duda”, marcó un antes y un después en la situación epidemiológica del coronavirus en la comunidad, así como en toda España. “Vimos cómo las tasas de incidencia en la población que se vacunaba caía de manera drástica y, en esta última ola, afectó y está afectando sobre todo a la población no vacunada”. Esta es una de las vías a seguir para hacer frente a la variante Delta del coronavirus y “afortunadamente” la estrategia de vacunación va a un buen ritmo en Castilla y León.
“Esta quinta ola fue explosiva: en tres semanas multiplicamos las tasas por veinte, todo población adolescente y adultos jóvenes”
Pese a la eficacia de la vacunación, las medidas de prevención deben seguir aplicándose, especialmente entre el potencial nicho de infección del coronavirus: los niños. Los menores de 12 años, por el momento, no se incluyen en el calendario de inmunización contra la Covid-19, por lo que para Tomás Vega y otros expertos, deben extremarse las medidas de prevención de contagios, principalmente en las escuelas.
La Red Centinela ha constatado que la incidencia de casos en mayores de 60 años antes de la quinta ola, eran casi anecdóticos, con apenas 20 positivos por cada 100.000 habitantes. Por esta razón y aunque el coronavirus afecta de manera leve a los niños, “al aumentar la circulación del virus, siempre hay una transmisión a la población mayor, que aún vacunada, es susceptible”. Esto se ha reflejado en esta quinta ola con un aumento de los positivos entre los mayores.
“Esta quinta ola fue explosiva: en tres semanas multiplicamos las tasas por veinte, todo población adolescente y adultos jóvenes”. Con todo, las cifras y el impacto no son “nada, en comparación con lo que hubo en la primera y segunda ola”. La situación parece mejorar en Castilla y León, si bien “la incidencia de positivos entre la población de entre 15 y 24 años ha dejado de descender al ritmo que lo había hecho estas semanas”.
El Dr. Vega se muestra optimista y aboga por la vacunación y las medidas de prevención en los colegios. “Como epidemiólogo, me parece que con el inicio del curso escolar, deberían mantenerse vigentes las medidas aplicadas el año pasado, que tuvieron una efectividad muy importante porque apenas hubo brotes en colegios”. “Yo confío en que, una vez pasado el verano, la quinta ola siga disminuyendo”.