Comparar experiencias sobre cómo te sentiste durante las horas siguientes tras recibir la vacuna contra la Covid-19 es una conversación más entre familiares y compañeros de trabajo. Y cada vez resulta menos ajena en el contexto actual. Cuando más de la mitad de los españoles ya ha recibido la pauta completa de la vacuna, según el último informe del Ministerio de Sanidad. Un grupo al que casi todo el mundo quiere pertenecer, como apunta el barómetro de julio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En concreto, ocho de cada diez ciudadanos que aún no han sido vacunados aseguran estar dispuestos a hacerlo cuando les llegue su turno. De forma que, dentro de los aún no inmunizados, solo un 10% se muestra reacio a la inmunización.
Pero esto no siempre ha sido así. Antes de que comenzase la campaña de vacunación en España el 27 de diciembre de 2020. Antes de que Araceli, de 96 años, se convirtiera en la primera persona en España en recibir la vacuna, muchos españoles rechazaban la inyección. De tal forma que, según los resultados de una encuesta realizada por Ipsos a 18.526 personas de diferentes países-entrevistados entre el 8 y 13 de octubre de ese mismo año-, España se posicionaba como el segundo país con menos intención de vacunarse en Europa, con solo un 64% dispuesto a inmunizarse.
La desconfianza de la población general era diametralmente opuesta a la de la comunidad médica. De acuerdo con otra encuesta de Ipsos, el 97% de los médicos españoles consideraba la vacuna como la solución más eficaz para acabar con la pandemia.
La llegada del nuevo año trajo consigo un cambio de tendencia claro en la confianza de las vacunas. Así, cerca de seis de cada diez españoles se mostraron completamente seguros de vacunarse del Covid-19 tan pronto como tuviesen acceso a la vacuna, según la encuesta realizada entre el 4 y el 22 de enero por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación. Una tendencia en ascenso, en comparación con los anteriores encuestas de 2020 sobre este tema.
Solo el 10% de los no vacunados aún mantiene su rechazo a la inmunización
Los autores del trabajo de Fecyt señalaron que las causas de esta mejor actitud hacia la vacunación fueron la aprobación de las primeras vacunas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), así como el inicio de la campaña de vacunación, entre otros.
Sin embargo, crecieron las dudas en las semanas donde se informó sobre los eventos tromboembólicos que sufrieron algunos pacientes a los que se le administró la vacuna de Astrazeneca o de Janssen. Así, el barómetro del CIS de abril reveló que el 6,2% de los españoles rechazaban la vacunación, casi un punto más que en el mes de marzo. Entre aquellos que renegaban de inmunizarse, aumentó hasta cinco puntos los que no se fiaban (34,6%) y los tenían miedo de posibles efectos secundarios, un 25,3%.
Esta preocupación por los efectos secundarios no fue algo exclusivo de nuestras fronteras. Así lo puso de manifiesto una encuesta dirigida por el Instituto de Innovación en Salud Global del Imperial College de Londres (Reino Unido), en colaboración con YouGov. La encuesta, que se ha realizado a más de 68.000 personas en 15 países entre marzo y mayo de este año, determinó que esta preocupación, junto su efectividad o la realización de pruebas suficientes, eran algunas de las razones detrás de su rechazo.
Un rechazo que, cuando ya se ha vacunado con pauta completa a más de 24 millones de españoles, parece minoritario. Más en detalle, el barómetro de julio del CIS del mes de julio indica que, del 24,5% aún pendiente de vacunarse, el 80,9% confiesa su firme convicción de hacerlo, frente al 10,5% por ciento que se mantenía reacio. Dentro de este grupo, un 28,5% argumenta que "no se fía de las vacunas", un 16,9% teme los efectos secundarios y el resto o bien prefiere esperar a ver cómo funcionan (12%), por falta de garantías (7,6%) o no cree que sean eficaces (8,1%), entre otras razones.