Las vacunas desarrolladas contra la Covid-19 se erigen como el mejor de los aliados para acabar con la pandemia e iniciar el camino hacia la normalidad perdida. A pesar de los contratiempos acaecidos en las últimas semanas con vacunas autorizadas como las deAstraZenecao Janssen, los organismos reguladores y autoridades sanitarias recalcan su seguridad y eficacia.
Entidades como la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) o la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) han concluido tras los estudios realizados en relación a los casos raros de trombosis detectados en algunas personas vacunadas con los referidos sueros, que los beneficios de ambas vacunas superan con creces los posibles riesgos de los efectos secundarios. A pesar de esto la confianza en las vacunas se ha visto afectada tras las decisiones de algunos países de paralizar las inmunizaciones como demuestra el caso que ocupa estas líneas. Se trata de un ciudadano holandés que rechazó la vacuna de AstraZeneca por temor a los posibles efectos secundarios y ha terminado ingresado en la UCI por Covid-19.
Los profesionales sanitarios del centro médico Zuyderland, ubicado en el sureste de Países Bajos, han publicado una carta abierta dirigida al ministro de Sanidad, Hugo de Jonge, como crítica a la paralización de las vacunas de Janssen y a las limitaciones de edad en la administración de AstraZeneca.
Los profesionales médicos que firman la carta recuerdan que el “riesgo de daño grave causado por la Covid-19, que es 10 veces mayor para las personas de 40 años y 70 veces mayor para las de 60 años”
En la misiva, recogida por Servimedia, se relata el ingreso en UCI de un paciente que se negó a recibir la vacuna de AstraZeneca. Ahora se encuentra conectado a un respirador luchando por su vida. “Oímos el tremendo pesar en su voz y la desesperación en sus ojos. El virus lo ha atacado y podría haberse evitado. Con su permiso, compartimos su escáner de pulmón. No es necesario ser un especialista en pulmones para reconocer la devastación, ni epidemiólogo para explicar los riesgos de no estar vacunado", comentan haciendo pública una imagen, con el consentimiento del paciente, del estado en el que se encuentran sus pulmones debido a la infección.
Los profesionales médicos que firman la carta recuerdan que el “riesgo de daño grave causado por la Covid-19, que es 10 veces mayor para las personas de 40 años y 70 veces mayor para las de 60 años”. Sostienen que “el verdadero riesgo de daño grave por trombosis es la no utilización de la vacuna”.
Los médicos expresan que ven "a diario las tremendas consecuencias de esta enfermedad", por lo que reclaman al titular de Sanidad "dejar de retrasar la vacunación y provocar inquietud porque las cifras muestran que los beneficios de la vacunación masiva son abrumadores y no mienten".
Reclaman que "la gente elija si quiere evitar una situación como la de nuestro paciente, poner a su disposición cualquier vacuna" e incluso se atreven a advertir de que pueden utilizar sin permiso las vacunas que tienen en sus instalaciones para evitar cualquier “daño evitable” en los ciudadanos mientras las vacunas esperan en el refrigerador.