España se encuentra inmersa en una quinta ola de la pandemia marcada por los preocupantes incrementos diarios en el número de contagios, especialmente entre los más jóvenes. A pesar de que la presión asistencial, medida en términos de ingresos hospitalarios y en UCI, se eleva lentamente gracias al buen avance de la campaña nacional de vacunación, el SARS-CoV-2 circula peligrosamente en un escenario en el que se han eliminado algunas de las medidas y restricciones que en el último año han estado destinadas a frenar su expansión.
En el contexto actual identificar a los contactos estrechos de los casos positivos o sospechosos de serlo se erige como una cuestión vital para detener la transmisión del virus. Una misión para la que la aplicación Radar COVID se posiciona como uno de los grandes aliados. Nada más lejos de la realidad si tenemos en cuenta los datos de descarga y utilización.
El 18 de julio de 2020 el Gobierno anunciaba que las pruebas de esta aplicación destinada al rastreo de contagios y contactos, desarrolladas a través de un piloto en la isla de La Gomera, se encontraban cercanas a su fin con excelentes resultados. Mediante la simulación de contagios Moncloa informaba de que la app era capaz de detectar hasta 6,4 contactos de riesgo por cada contagio ficticio que se establecía en la aplicación, un resultado que casi duplicaba la eficacia de los rastreadoresy que prometía convertir Radar COVID en uno de los ejes centrales del control de la pandemia a medida que las restricciones iban desapareciendo.
El 30 de julio de 2020 la aplicación era puesta a disposición de las comunidades autónomas para iniciar su puesta en marcha en un escenario real. La segunda ola de la pandemia retrasó el inicio de su uso en muchas comunidades autónomas hasta el mes de septiembre. La pandemia continuó su curso y, tal y como informan desde Eldiario.es, en Navidad tan solo el 2% de los positivos confirmados utilizaba Radar COVID para alertar a los posibles contactos (personas que se hubiesen encontrado en un radio de menos de dos metros durante un tiempo de 15 minutos).
Cabía esperar que una herramienta de este tipo tendría acogida entre los más jóvenes dada su naturaleza tecnológica. Pero de acuerdo a la información publicada por SEDIA y que recoge la citada cabecera, el 2% referido con anterioridad ha descendido hasta un 1% en el presente mes de julio.
Las cifras son todavía más decepcionantes si hablamos de los códigos que se introducen finalmente en la aplicación. En la última semana se han introducido 1.564 códigos de más de 153.700 casos detectados. El histórico acumulado asciende a 67.059
De acuerdo a los datos publicados por el Gobierno sobre la app, en la última semana se han producido un total de 24.289 descargas que elevan el histórico acumulado a 7.544.315 descargas. La aplicación ha conseguido desde su lanzamiento un 18% de penetración. Cabe señalar que esta cifra alude a las descargas realizadas y no a la cifra de usuarios activos ya que esta no es comunicada por Moncloa. Hecho que se traduce en que, seguramente, el número de personas que utilizan realmente la aplicación será mucho menor.
En numerosas ocasiones el Gobierno ha acusado a las comunidades autónomas de ser las responsables del paupérrimo uso de la app acusándolas de proporcionar pocos códigos. Estos códigos son entregados por los gobiernos autonómicos a los casos positivos que los soliciten para introducir su caso en la app y que esta alerte a los posibles contactos estrechos.
El acumulado de códigos solicitados por las comunidades autónomas asciende a 1.053.685, con 34.246 solicitudes en la última semana. Estas cifras representan una ínfima proporción de la fotografía real epidemiológica del país. Si tomamos el informe publicado por el Ministerio de Sanidad sobre la situación del coronavirus en España con fecha de 19 de julio de 2021, la cifra oficial de casos de COVID-19 en nuestro país se sitúa en los 4.161.850. los casos diagnosticados con fecha de los últimos días ascienden a 153.729 de los que poco más de 34.000 habrían solicitado código.
Las cifras son todavía más decepcionantes si hablamos de los códigos que se introducen finalmente en la aplicación. En la última semana se han introducido 1.564 códigos de más de 153.700 casos detectados. El histórico acumulado asciende a 67.059.
Estas cifras revelan, al menos, dos problemas graves que han jugado en contra del despliegue de la app. El primero es una evidente falta de colaboración y trabajo conjunto entre el Ejecutivo central y los gobiernos autonómicos. El mejor reflejo de esta situación lo encontramos en los “códigos entregados por comunidades autónomas”: ninguno. La información que ofrece al respecto la web de la app es “dato pendiente de facilitar por las comunidades autónomas”.
El segundo de los problemas es la comunicación de la aplicación a la sociedad. La tecnología funciona, pero no se han sabido comunicar sus beneficios a la población y la app ha caído en el olvido. Su bajo porcentaje de penetración de nada sirve como herramienta de control de la pandemia en un momento en el que los contagios se han disparado y podría ayudar notablemente a la identificación de contactos.