El 31 de diciembre de 2019, la Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan (provincia de Hubei, China) informaba sobre un agrupamiento de 27 casos de neumonía de etiología desconocida con inicio de síntomas el 8 de diciembre, incluyendo siete casos graves, con una exposición común a un mercado mayorista de marisco, pescado y animales vivos en la ciudad de Wuhan (Huanan), sin identificar la fuente del brote.
El mercado fue cerrado y desinfectado el día 1 de enero de 2020. El 7 de enero de 2020, las autoridades chinas identificaron como agente causante del brote un nuevo tipo de virus de la familia Coronaviridae, que fue denominado SARS-CoV-2. La secuencia genética fue compartida por las autoridades chinas el 12 de enero.
El Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI, 2005) declaraba el brote de nuevo coronavirus como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) en su reunión del 30 de enero de 2020. La Organización Mundial de la Salud (OMS) denominaba a esta nueva enfermedad Covid-19 (enfermedad infecciosa por coronavirus -19). La historia, a partir de este momento, es tristemente conocida por todos aunque aún queda por conocer cuál es el origen de la peor pandemia a la que la humanidad ha tenido que hacer frente en, al menos, los últimos 100 años.
LA INVESTIGACIÓN SOBRE LOS ORÍGENES DE LA OMS
La OMS ha sido duramente criticada desde el inicio de la pandemia, acusada de lentitud en sus respuestas y cierto halo de proteccionismo hacia China. El hermetismo de Pekín sobre su gestión en las primeras semanas es un hecho y así quedó demostrado en la demora con la que la OMS pudo iniciar su investigación. Un trabajo condicionado fuertemente por las condiciones impuestas por China que fue criticado por parte de la comunidad internacional.
El 9 de febrero de 2021 el equipo de expertos de la OMS destinado en China para investigar los orígenes del coronavirus concluía que el SARS-CoV-2 es de origen animal y no se cuenta con evidencia que sugiera la existencia de transmisión antes de su detección en diciembre de 2019 en Wuhan. El equipo llegó el 14 de enero a Wuhan, considerada como la ciudad epicentro de la pandemia, y, tras dos semanas de cuarentena, visitó lugares como el mercado mayorista de mariscos de Huanan, donde se produjo el primer grupo de infecciones conocido, así como el Instituto de Virología de Wuhan, que participa en la investigación de coronavirus.
"Se extendió entre la gente que estaba, vivía, trabajaba y visitaba el mercado de Huanan durante todo el mes de diciembre. Todavía se desconoce cómo se introdujo y se propagó dentro del mercado. Tenemos secuencias genéticas de algunos de estos casos... Todo esto nos dice que hubo una propagación entre las personas en el mercado en diciembre y, por lo tanto, probablemente fue un escenario en el que ese tipo de propagación podría ocurrir fácilmente, pero no lo es todo. Sabemos que también hubo propagación entre los individuos que no estaban vinculados a este mercado. Así que el panorama no está claro en ese sentido", explicaba Peter Ben Embarek, especialista en Seguridad Alimentaria y Enfermedades Animales de la OMS y presidente del equipo de investigación en Wuhan.
El 9 de febrero de 2021 el equipo de expertos de la OMS destinado en China para investigar los orígenes del coronavirus concluía que el SARS-CoV-2 es de origen animal y no se cuenta con evidencia que sugiera la existencia de transmisión antes de su detección en diciembre de 2019 en Wuhan
Lo cierto es que las primeras conclusiones de la investigación de la OMS poco cambian las hipótesis que se barajaban hasta ese momento. Los expertos destacaron “detalles cruciales” como “pruebas de grandes brotes que pudieran vincularse antes del 19 de diciembre en Wuhan o en otros lugares”, o el hallazgo de “una circulación más amplia del virus en Wuhan en diciembre, no solo limitada al mercado de Huanan”. Algunos estudios posteriores incluso situaron el origen del virus en otras regiones del mundo. En base a lo expuesto Embarek exponía cuatro hipótesis posibles sobre cómo pudo producirse el salto de una especie animal a los seres humanos:
- Salto directo de un animal a un ser humano.
- Murciélago y a través de especies intermediarias con un segundo animal involucrado “potencialmente más cercano a los humanos en el que el virus se adapta fácilmente y salta a los humanos”.
- Productos congelados que actúen como superficie de transmisión del virus a la población humana o vías de transmisión relacionadas con la alimentación.
- Accidente en un laboratorio.
Las dos primeras opciones son las que, a día de hoy, se consideran como más probables. En cuanto a la posibilidad de que el virus llegase a China a través de alimentos congelados procedentes de otras partes del mundo (hipótesis fielmente defendida por Pekín), fue descartada por la OMS el 18 de febrero de 2021: "La idea de importar el virus a China en esos alimentos congelados no es algo que estemos analizando", descartaba Embarek en rueda de prensa.
"Todavía se desconoce cómo se introdujo y se propagó dentro del mercado. Tenemos secuencias genéticas de algunos de estos casos... Todo esto nos dice que hubo una propagación entre las personas en el mercado en diciembre y, por lo tanto, probablemente fue un escenario en el que ese tipo de propagación podría ocurrir fácilmente, pero no lo es todo. Sabemos que también hubo propagación entre los individuos que no estaban vinculados a este mercado"
El informe final presentado por la OMS no estuvo exento de críticas ya que estaba firmado, además de por su equipo de expertos, por investigadores chinos que fueron los responsables de casi la práctica totalidad de la recogida de muestras e información.
CHINA RECHAZA LA SEGUNDA INVESTIGACIÓN DE LA OMS
La posible fuga o accidente en un laboratorio, concretamente en el Instituto de Virología de Wuhan, ha alimentado desde el inicio de la pandemia múltiples teorías. El mismo 18 de febrero la OMS descartaba segur investigando esta vía: "Es extremadamente improbable que explique la introducción del virus en la población humana y, por tanto, no es una hipótesis que implique futuros estudios para apoyar nuestro trabajo de comprensión del origen del virus".
La fuga del laboratorio quedó olvidada por la OMS hasta que en el verano de 2021 consideró que se había cerrado, quizás, demasiado pronto esa opción. La primera investigación de la OMS fue muy cuestionada por los países occidentales y el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, reconocía que China no había compartido los datos brutos sobre los primeros casos detectados a finales de 2019. Este hecho invalidó prácticamente la primera fase de la investigación y la segunda investigación de la OMS no ha podido realizarse después de que el máximo dirigente de la OMS admitiese que la teoría de la posible fuga del laboratorio no se tuviese en cuenta.
Una postura que cerró en banda a Pekín. El subdirector de la Comisión Nacional de Salud china, Zeng Yixin, afirmaba en rueda de prensa el 22 de julio de 2021 que “en algunos aspectos, el plan de la OMS para la próxima fase de la investigación sobre el origen del coronavirus no respeta el sentido común y va en contra de la ciencia. Es imposible para nosotros aceptar ese plan”.
“Ningún trabajador o investigador del Instituto de Virología de Wuhan se infectó con el coronavirus”
El subdirector de la Comisión Nacional de Salud china respondía también a las afirmaciones realizadas por el Departamento de Estado de Estados Unidos que apuntaban a que varios trabajadores del Instituto de Virología de Wuhan enfermaron poco antes de que se conociesen los primeros casos de Covid-19. “Ningún trabajador o investigador del Instituto de Virología de Wuhan se infectó con el coronavirus”, ha declarado.
NUEVA EVIDENCIA SOBRE EL POSIBLE ORIGEN
Las hipótesis iniciales y los primeros estudios sobre el virus radican su origen en el mercado de Huanan tal y como hemos visto. Hecho que suscita una duda, cuanto menos, razonable: ¿por qué solo uno o dos tercios de los primeros casos guardaban relación con el mercado? Esta es una pregunta que se ha formulado con demasiada frecuencia sin pararnos a pensar que no está bien planteada, siendo el punto de partida de una reciente investigación sobre los orígenes del coronavirus publicada en la revista Science. Si tenemos en cuenta la alta transmisibilidad del SARS-CoV-2, incrementada con las posteriores variantes conocidas, sumado al elevado porcentaje de infectados de carácter asintomático, en un corto espacio de tiempo los nuevos casos dejarían de tener relación directa con el mercado como fuente de contagio.
La investigación concluye que la mayoría de detecciones estaban cerca del mercado de Huanan, incluso aunque no estuviesen estrechamente relacionados con el mismo. “Esto sugiere que la transmisión en la comunidad circundante al mercado ocurrió en diciembre de 2019”
Un aspecto a tener en cuenta es que no debemos pensar que, necesariamente, los primeros casos conocidos de personas infectadas o con vínculo con el mercado de Huanan, tengan que ser los primeros infectados. Lo más probable es que se tratase de un brote ya que la evidencia científica sugiere que solo el 7% de los infectados requiere hospitalización por lo que el virus pudo comenzar a propagarse antes a través de casos asintomáticos. Tal y como exponen en la revista Science, “es probable que el caso índice fuera uno de ese 93% que no requirió hospitalización, podría haber sido cualquiera de los cientos de trabajadores que tuvieron contacto, aunque fuese breve, con mamíferos vivos infectados”.
La zoonosis es la explicación más plausible para explicar el salto del SARS-CoV-2 de alguna especie animal a los seres humanos. Desafortunadamente, ningún mamífero vivo recolectado en el mercado de Huanan ni en ningún otro mercado de estas características de los ubicados en Wuhan ha sido examinado para detectar la posible presencia de virus relacionados con el SARS-CoV-2. Recordemos que el mercado de Huanan se cerró el 1 de enero de 2020 y fue desinfectado.
La investigación concluye que la mayoría de detecciones estaban cerca del mercado de Huanan, incluso aunque no estuviesen estrechamente relacionados con el mismo. “Esto sugiere que la transmisión en la comunidad circundante al mercado ocurrió en diciembre de 2019”.
El 30 de octubre de 2021 las agencias de inteligencia de Estados Unidos afirmaban que es posible que nunca lleguemos a conocer los orígenes del virus, aunque concluyen que es poco probable que fuese creado como un arma biológica. La Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos (ODNI, por sus siglas en inglés) establecía en una evaluación actualizada que las dos hipótesis más posibles son el origen zoonótico y la fuga de un laboratorio, pero no cuenta con datos suficientes para emitir una resolución concluyente. El informe ha sido duramente criticado por las autoridades chinas.
El informe revela que las agencias de inteligencia estadounidenses se encuentran divididas sobre el origen del virus. Una de ellas considera que el más plausible es la experimentación o manipulación de animales en el Instituto de Virología de Wuhan, aunque otras cuatro consideran “con poca confianza”, que el origen fuese este. La documentación, recogida por la BBC, señala que los funcionarios chinos desconocían la existencia del SARS-CoV-2 antes de la detección del brote inicial de Wuhan, aunque recalcan que Pekín ha obstaculizado la investigación global al no compartir toda la información. El informe fue encargado el pasado mes de mayo por la Administración Biden.