“El ritmo actual de transmisión en los 53 países de la Región de Europa es motivo de gran preocupación”. Con estas palabras alertaba el pasado jueves 4 de noviembre el director de la Organización Mundial de la Salud para Europa, Hans Kluge. “Los casos se acercan una vez más a niveles récord, con la variante Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India) más transmisible como dominante”.
De acuerdo con los datos compartidos por Kluge en rueda de prensa, el continente europeo reportó la semana pasada casi 1,8 millones de nuevos casos de Covid-19 y más de 24.000 decesos. Un aumento del 6% respecto a la semana anterior. En las últimas cuatro semanas Europa ha registrado un aumento de nuevos positivos en Covid-19 por encima del 55%. La Región de Europa representó el 59% de los todos los nuevos casos a nivel global y el 48% de las muertes notificadas. Kluge destacaba con preocupación que, en conjunto, ahora hay más casos notificados en la Región de Europa que en el Sudeste de Asia, el Mediterráneo Oriental, el Pacífico Occidental y África combinados: 78 millones. “Estamos, una vez más, en el epicentro”, remachaba.
“Vemos tendencias crecientes en todos los grupos de edad. Lo que más preocupa es el rápido aumento en los grupos de población de mayor edad, lo que se está traduciendo en más personas con enfermedades graves y fallecidos. Actualmente, el 75% de los casos mortales se dan en personas de 65 años o más”, afirma Kluge enfatizando en el hecho de que las tasas de hospitalización debido a la Covid-19 se han duplicado en una semana en la Región de Europa. De mantenerse esta tendencia, con 43 países en riesgo alto de colapso hospitalario, la OMS pronostica más de medio millón de nuevos fallecidos por Covid-19 antes de febrero de 2022.
¿Cómo es posible que el viejo continente se enfrente de nuevo a esta situación? La OMS sitúa el origen de la fotografía europea en dos elementos: una cobertura de vacunación contra la Covid-19 insuficiente y la relajación de las medidas y restricciones.
DIFERENTES COBERTURAS VACUNALES EN EL CONTINENTE
Si focalizamos la atención en los 27 Estados miembro de la Unión Europea, todos han tenido acceso a las distintas vacunas contra la Covid-19 que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y la Comisión Europea han ido autorizando para su comercialización de emergencia desde el principio, gracias al sistema de compras centralizado. Cierto es que las vacunas no son esterilizantes (no evitan la infección), pero sí previenen en un alto porcentaje el riesgo de enfermedad grave, hospitalización y muerte.
De mantenerse esta tendencia, con 43 países en riesgo alto de colapso hospitalario, la OMS pronostica más de medio millón de nuevos fallecidos por Covid-19 antes de febrero de 2022
“Las vacunas continúan salvando miles y miles de vidas. A pesar de la cifra de casos casi récord de Covid-19, las nuevas muertes se encuentran aproximadamente en la mitad de los niveles máximos. Esto refleja los efectos de las vacunas para salvar vidas y la hercúlea tarea de las autoridades sanitarias con la administración de mil millones de dosis en toda la Región Europea”, ha destacado Kluge.
“Sin embargo, los países de la Región de Europa se encuentran en diversas etapas de implementación de la vacunación. En promedio, solo el 47% de las personas de la región han completado la pauta de vacunación”, ha expuesto indicando que solo ocho países han superado el 70% de cobertura vacunal, y hay dos en los que la tasa se sitúa por debajo del 10%.
En este sentido, España se erige como un oasis. La Estrategia Nacional de Vacunación contra la Covid-19 en nuestro país es ejemplo dentro y fuera de las fronteras europeas. Una fotografía que tristemente no se replica en los países de nuestro entorno. A 2 de noviembre de 2021 el porcentaje de personas vacunados con pauta completa en España era del 78,8%. Una cifra superior a la reportada por países como Alemania (66,2%), Francia (68,1%), Italia (72,9%), Austria (63%) o Bélgica (74,1%), según los DatosMacro de Expansión. El mapa europeo reporta cifras todavía más alejadas: Bulgaria (22,1%), Bielorrusia (21,3%), Estonia (57,4%), Grecia (59,7%), Croacia (44,5%), Letonia (54,1%) o Montenegro (39,3%) por citar algunos.
Kluge ha explicado que las variaciones en las coberturas vacunales son el reflejo de “varios problemas relacionados con la prestación de servicios de inmunización, así como con la falta de confianza de algunos grupos de población”. Motivo por el indica que “es imperativo que las autoridades inviertan todos los esfuerzos para acelerar el ritmo de implementación de la vacunación”.
Ha instado a los países europeos a aumentar a niveles óptimos la vacunación entre los grupos de mayor riesgo frente al virus. “Se alienta a las autoridades a ofrecer una dosis adicional a las personas con inmunodepresión moderada y grave entre uno y tres meses después de completar la pauta de vacunación primaria, así como a considerar la posibilidad de ofrecer una dosis adicional de las vacunas a las personas mayores de 60 años”.
"Los países de la Región de Europa se encuentran en diversas etapas de implementación de la vacunación. En promedio, solo el 47% de las personas de la región han completado la pauta de vacunación", ha expuesto indicando que solo ocho países han superado el 70% de cobertura vacunal, y hay dos en los que la tasa se sitúa por debajo del 10%
El director regional para Europa de la OMS ha recordado la importancia de la solidaridad con los países con bajas tasas de vacunación “mediante el intercambio de dosis”, ya que “las tasas de hospitalización en países con una baja absorción de las vacunas son notablemente más altas y aumentan más rápidamente que en aquellos con una mayor absorción”.
LA IMPORTANCIA DE LAS MEDIDAS CONTRA LA COVID-19
En relación a la relajación de las medidas y restricciones establecidas para el control de la pandemia Kluge ha reiterado que “las vacunas son nuestro activo más poderoso si se utilizan junto con otras herramientas”. Punto en el que ha puesto en valor el papel de las mascarillas explicando que, de acuerdo a las proyecciones realizadas por la OMS, si se alcanzase un uso universal de la mascarilla del 95% “podríamos salvar 188.000 vidas del medio millón que podríamos perder antes de febrero de 2022”.
Además de las mascarillas ha recordado que la realización de pruebas diagnósticas y vigilancia de los contactos estrechos, la correcta ventilación de los espacios y las medidas de distanciamiento social “siguen siendo parte de nuestro arsenal de defensa junto a la rápida, justa y generalizada aceptación de las vacunas por parte de todos los elegibles”. De acuerdo con los datos ofrecidos por la OMS en esta rueda de prensa en las últimas dos semanas 23 países europeos han fortalecido de forma responsables sus medidas sociales aunque siete las han suavizado.
“Las medidas deben ser acordes con la epidemiología local, pero con un resurgimiento generalizado de la Covid-19, pido a todas las autoridades sanitarias que reconsideren cuidadosamente la posibilidad de flexibilizar o levantar medidas en este momento”, añadía. “Estamos en otro punto crítico del resurgimiento de la pandemia. Europa está de vuelta en el epicentro de la pandemia, donde estábamos hace un año. La diferencia hoy es que sabemos más podemos hacer más, tenemos más herramientas y medios para mitigar y reducir el daño a nuestras comunidades y sociedad”, concluía.