El Ministerio de Sanidad informa de que la probabilidad de reinfección debe ponerse en relación con la duración total de la inmunidad protectora después de la infección por SARS-CoV-2, así como la intensidad con la que el virus esté circulando en la comunidad, el nivel de exposición y la susceptibilidad individual, entre otros factores. Se dispone de resultados de estudios de cohortes, en los que se observa, que a pesar de haber tasas de incidencia altas en la población, el riesgo relativo de reinfección estaría entre 0,03 y 0,44%.
Desde el inicio de la pandemia los casos de reinfección han sido uno de los temas que más dudas han generado dada la baja prevalencia con la que se identifican y son confirmados por la evidencia científica. El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) explicaba en un informe hecho público a finales del mes de marzo que las reinfecciones por COVID-19 en personas que ya habían superado la infección previamente son casos “bastante raros”.
"Es muy alentador ver que las reinfecciones por SARS-CoV-2 son bastante raras", declaraba la directora del ECDC, Andrea Ammon. Con respecto a la transmisión de personas previamente infectadas, el ECDC explica que, hasta ahora, ningún estudio ha medido directamente la transmisión del SARS-CoV-2 de personas reinfectadas a sus contactos. Sin embargo, hubo evidencia que muestra que las reinfecciones son "raras".
"Los estudios que han seguido a personas durante cinco a siete meses después de la recuperación de una infección por SARS-CoV-2 han estimado que el efecto protector de una infección previa por SARS-CoV-2 es muy alto (81-100%) durante ese período", explica el organismo europeo.
Sin embargo, recuerdan que debe tenerse en cuenta que muchos de estos estudios "se llevaron a cabo antes de la aparición de las variantes preocupantes del SARS-CoV-2" y hay pruebas "débiles" de que la inmunidad inducida contra las cepas del SARS-CoV-2 que circulan previamente puede no tener la misma potencia contra las nuevas variantes.
¿MÁS PROBABLES EN CASOS LEVES DE COVID-19?
Una investigación realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) sugiere que las personas infectadas por el coronavirus que cursan la enfermedad de forma leve podrían tener un mayor riesgo de reinfección en el futuro.
"Es muy alentador ver que las reinfecciones por SARS-CoV-2 son bastante raras", declaraba la directora del ECDC, Andrea Ammon
Los expertos señalan que los casos de reinfección son raros y no se cuenta con mucha evidencia científica sobre cómo se producen exactamente. Gran parte de la literatura sugiere que aquellos que cursan la Covid-19 de forma leve o asintomática presentan más posibilidades de volver a infectarse y, en caso de que suceda, es poco probable que la segunda infección sea grave.
INMUNIDAD TRAS LA INFECCIÓN NATURAL
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge en uno de sus últimos documentos que, dentro de las cuatro semanas posteriores a la infección, entre el 90-99% de las personas infectadas por el SARS-CoV-2 desarrollan anticuerpos neutralizantes (NAb, por sus siglas en ingles). La fuerza y duración de esa respuesta inmune no se comprenden completamente y la ciencia no cuenta con datos que sugieran que esta inmunidad puede variar atendiendo a factores como la edad de los pacientes o la gravedad con la que cursaron la enfermedad.
La información disponible sugiere que, en la mayoría de las personas, las respuestas inmunitarias continúan siendo sólidas y protectoras contra la reinfección durante un periodo que oscila entre los seis y los ocho meses después de la infección. Esto no significa que esta inmunidad se prolongue durante un tiempo mayor. El marco temporal referido comprende al seguimiento con evidencia científica sólida del que se dispone actualmente cuyo máximo es de ocho meses.
La evidencia nos indica también que una pequeña cantidad de personas infectadas no consigue desarrollar anticuerpos neutralizantes tras la infección por SARS-CoV-2. Los motivos por los que esto sucede todavía no han sido esclarecidos. Las personas con una infección leve o asintomática tienden a contar con niveles de anticuerpos más bajos que aquellos que cursaron la enfermedad de forma moderada o grave.