¿Qué eficacia ofrece la administración de una sola dosis de las vacunas contra la Covid-19?

En el caso de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech la eficacia es del 52% mientras que la información ofrecida por Moderna indica un 80,2%. La eficacia de la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford es del 64,1%.

Vacuna contra la Covid 19 (Foto. Freepik)
29 enero 2021 | 17:45 h

La campaña de vacunación nacional contra la Covid-19 no avanza al ritmo deseado. Los retrasos anunciados por Pfizer en términos de producción obligan a reformular la cantidad de dosis distribuidas semanalmente entre las comunidades autónomas y algunas de ellas ya han alertado de que no cuentan con dosis suficientes para nuevos vacunados. Motivo por el que las dosis que poseen se destinan a la administración de la segunda dosis requerida para garantizar la inmunización.

En algunos países como Reino Unido las autoridades han decidido ampliar el periodo de administración, recomendado en el caso de Pfizer/BioNTech en 21 días y en 28 en el caso de Moderna, para inmunizar con una primera dosis al mayor número posible de ciudadanos. Las estrategias de vacunación contempladas en el plano teórico se han visto forzadas en la mayoría de países a realizar cambios al trasladarlos al terreno práctico por lo que surgen varias cuestiones: ¿Qué eficacia ofrece la administración de una sola dosis? ¿Qué implica ampliar el periodo de administración de las dos dosis establecido por los fabricantes?

Cuando el sistema inmunológico se encuentra por primera vez con una vacuna, activa dos tipos de glóbulos blancos. Primero están las células B plasmáticas, enfocadas principalmente a la producción de anticuerpos. El problema que presentan estas es que son de corta duración por lo que se requiere la administración de una segunda dosis para reforzar la respuesta.

El segundo tipo son las células T. Cada una de estas se encuentra diseñada específicamente para identificar a un patógeno y combatirlo. Algunas de estas células T se denominan de “memoria” ya que pueden permanecer en nuestro organismo durante mucho tiempo. Este es el motivo por el que algunas vacunas ofrecen una protección frente a un determinado patógeno de forma vitalicia, pero por norma general, se requiere la administración de una segunda dosis o dosis de refuerzo.

Este segundo tipo de dosis son un mecanismo para exponer al cuerpo a los antígenos, las moléculas de los patógenos que activan el sistema inmunológico, e iniciar así la segunda parte de la respuesta. En la segunda exposición a la misma vacuna o patógeno, las células B que permanece pueden dividirse rápidamente y crear nuevas, lo que incrementa la cantidad de anticuerpos circulantes.

La administración de la segunda dosis de una vacuna también inicia lo que podemos denominar como el “proceso de maduración de las células B”. Un mecanismo que se produce cuando estas todavía se encuentran en la médula ósea (donde se producen los glóbulos blancos) y se trasladan al bazo para finalizar su desarrollo. Mientras tanto, las células T de memoria proliferan rápidamente.  

¿QUÉ SUPONE EN LAS VACUNAS CONTRA LA COVID-19?

De acuerdo a los datos publicados por Pfizer a finales de diciembre de 2020, la vacuna desarrollada junto a BioNTech tiene aproximadamente una eficacia del 52% después de la administración de la primera dosis. De los 36.523 participantes en la fase 3 del ensayo clínico (etapa final en la que los voluntarios recibieron las dos dosis completas con 21 días de diferencia o un placebo), 82 personas en el grupo placebo y 39 en el grupo de los que recibieron la vacuna desarrolló síntomas de la Covid-19.

La protección no se activa hasta al menos el día 12 por lo que, en los ensayos, hasta ese día, no había diferencias entre el grupo placebo y el que recibió la vacuna en términos de inmunidad

Tal y como informan desde la BBC en base a los datos ofrecidos por el fabricante, esta protección temprana ofrecida por la primera dosis tiene una letra pequeña que debemos conocer. En primer lugar, la protección no se activa hasta al menos el día 12 por lo que, en los ensayos, hasta ese día, no había diferencias entre el grupo placebo y el que recibió la vacuna en términos de inmunidad. En segundo lugar, una sola dosis sigue siendo significativamente menos protectora que la administración de la pauta completa que reporta una eficacia del 95% una semana después de la administración de la segunda dosis.

Es necesario indicar que se ha hablado de una eficacia del 89% con la administración de una sola dosis. El origen de este elevado porcentaje reside en la valoración realizada por el Comité de Vacunas de Reino (JCVI, por sus siglas en inglés), calculado solo contabilizando los resultados observacionales entre los días 15 y 21. De este modo la eficacia es superior al referido 52% ya que no se ve afectado por el número de infecciones que se han producido en los primeros 12 días desde la administración de la primera dosis, es decir, el periodo en el que la respuesta inmune no se ha activado completamente.

Se desconoce el tiempo que dudará la protección y, lo más preocupante, la evidencia científica no ha conseguido demostrar que aquellos que están vacunados no puedan contraer el virus y transmitirlo a otras personas

Si atendemos a la documentación presentada por Moderna a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), la vacuna puede ofrecer una eficacia del 80,2% con la administración de la primera dosis. El porcentaje se eleva hasta el 95,6% (86,4% en los mayores de 65 años) con la pauta completa.

Al igual que hemos visto con Pfizer, en los ensayos clínicos todos los participantes recibieron en fase 3 las dos dosis o el placebo con una diferencia de tiempo en este caso de 28 días. Motivo por el que no se cuenta con evidencia sobre cómo afectaría la ampliación del periodo temporal recomendado por el fabricante para la administración de la pauta completa.

El caso de vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford es diferente. Según la información que han ido ofreciendo y que ha sido recogida por la BBC, la vacuna ofrecería una protección del 64,1% tras la administración de la primera dosis. El porcentaje alcanzado con la pauta completa es del 70,4% y, curiosamente, algunas personas han alcanzado un 90% de eficacia tras recibir media dosis seguida más tarde por una dosis completa.

Cabe señalar que los ensayos clínicos de esta vacuna han incluido dos intervalos de tiempo en su fase 3: uno de seis semanas entre la administración de las dos dosis y uno más amplio de 12 semanas. Motivo por el que es posible afirmar que la primera dosis puede ofrecer protección durante un tiempo mayor al contemplado antes de recibir la segunda dosis de la pauta.

Los expertos, independientemente de la vacuna, instan a que todas las personas vacunas deben continuar cumpliendo con todas las medidas preventivas como son el uso de mascarillas, distanciamiento social y frecuente higiene de manos ya que, se desconoce el tiempo que dudará la protección y, lo más preocupante, la evidencia científica no ha conseguido demostrar que aquellos que están vacunados no puedan contraer el virus y transmitirlo a otras personas.

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