Las cifras globales de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 indican que, hasta el momento, el número de personas infectadas supera los 262 millones y más de 5,2 millones de vidas se han perdido como consecuencia de la Covid-19. La crisis sanitaria a la que el mundo ha tenido y tiene que hacer frente ha puesto de relieve la falta de preparación de todos los países ante una situación de estas características, así como las desigualdades existentes entre las diferentes naciones.
El 30 de enero de 2021 el Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante una Pandemia, establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para revisar la respuesta internacional ante la Covid-19, concluía que se debería haber declarado la pandemia con mayor prontitud. De esta forma, se habría ayudado a que los países fuesen conscientes de la extrema gravedad de la situación real y se podría haber actuado en consecuencia.
En este sentido el documento indica que el sistema de alerta de pandemia global emitido por la OMS el 11 de marzo de 2020 “no era adecuado para su propósito”, criticando una serie de elementos burocráticos que los expertos califican como “lentos, engorrosos e indecisos”.
En base a esto el panel consideró necesaria una actualización de este tipo de mecanismos de alerta apostando por la digitalización y agilización de los procesos. Un avance que debe ir acompañado de un “cambio político radical en la voluntad de los países para hacerse responsables de tomar todas las decisiones necesarias tan pronto como se decrete una alerta”. Casi un año después, los cimientos han comenzado a asentarse en la 74ª Asamblea Mundial de la Salud que se ha celebrado en Ginebra (Suiza) entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre de 2021. Es la segunda que se celebra con carácter extraordinario desde su fundación en 1948.
Lo primero que debemos saber es que la OMS está compuesta por la Asamblea Mundial de la Salud, el Consejo Ejecutivo y la Secretaría. La Asamblea Mundial de la Salud se erige como el principal órgano de toma de decisiones de la OMS y está formado por los 194 Estados miembros que pueden reunirse para acordar prioridades y políticas de la Organización, así como establecer nuevas metas y estrategias de salud.
“Tenemos la capacidad de anticipar pandemia, prepararnos para ellas, desentrañar la genética de los patógenos, detectarlos en sus etapas más tempranas, evitar que se conviertan en desastres globales y responder cuando lo hagan”
La 74ª Asamblea Mundial de la Salud ha sido la última en celebrarse, de forma virtual debido a la pandemia, y ha centrado la discusión y debate sobre más de 70 temas de salud, informes sobre preparación y respuesta a la Covid-19, salud mental, seguridad del paciente, enfermedades no transmisibles, resistencia a los antimicrobianos, bioseguridad en laboratorios, profesionales sanitarios, violencia contra las mujeres y niños, presupuesto de la OMS para el ejercicio 2022-2023 y cuestiones relacionadas con el ámbito de la salud recogidas en la Agencia de Desarrollo Sostenible 2030.
“Tenemos la capacidad de anticipar pandemia, prepararnos para ellas, desentrañar la genética de los patógenos, detectarlos en sus etapas más tempranas, evitar que se conviertan en desastres globales y responder cuando lo hagan”, aseveraba en su discurso de apertura el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Sin embargo, aquí estamos en el tercer año de la crisis de salud más importante del último siglo y, el mundo, sigue en sus garras”.
El máximo dirigente de la OMS criticaba que el mundo no necesita más llamadas de atención como el surgimiento de la variante Ómicron (B.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica). “No deberíamos necesitar otra llamada de atención, todos deberíamos estar bien despiertos ante la amenaza de este virus. Nuestra tarea inmediata es poner fin a esta pandemia”.
SE SIENTAN LAS BASES DE UN ACUERDO MUNDIAL HISTÓRICO
En una decisión consensuada para proteger al mundo de futuras crisis de enfermedades infecciosas, la Asamblea Mundial de la Salud ha acordado poner en marcha un proceso mundial para redactar y negociar un convenio, acuerdo u otro instrumento internacional en el marco de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud para fortalecer la prevención, preparación y respuesta frente a pandemias.
La decisión de la Asamblea establece un órgano de negociación intergubernamental (en adelante, “órgano de negociación”) para redactar y negociar un convenio, acuerdo u otro instrumento internacional de la OMS sobre prevención, preparación y respuesta frente a pandemias, con miras a su adopción en virtud del artículo 19 de la Constitución de la OMS, o de otras disposiciones de la Constitución que el órgano de negociación considere apropiadas.
El artículo 19 de la Constitución de la OMS confiere a la Asamblea Mundial de la Salud la facultad de adoptar convenios o acuerdos sobre cualquier asunto de la competencia de la OMS. El único instrumento establecido en virtud del artículo 19 hasta la fecha es el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, que ha contribuido de forma significativa y rápida a proteger a la población del tabaco desde su entrada en vigor en 2005.
"Por supuesto, todavía queda un largo camino por recorrer. Aún existen diferencias de opinión sobre lo que podría o debería contener un nuevo acuerdo”, afirmaba recordando a los Estados miembros que “el Reglamento Sanitario Internacional continúa siendo una herramienta de gobernanza esencial para la prevención, preparación, detección y respuesta a emergencias de salud pública"
En virtud de la decisión adoptada, el órgano de negociación celebrará su primera reunión antes del 1 de marzo de 2022 (para acordar los métodos de trabajo y los plazos) y su segunda reunión antes del 1 de agosto de 2022 (para examinar los avances en la elaboración de un anteproyecto). También celebrará audiencias públicas para informar de sus deliberaciones; presentará un informe sobre la marcha de su labor a la 76ª Asamblea Mundial de la Salud en 2023; y someterá sus conclusiones a la consideración de la 77ª Asamblea Mundial de la Salud en 2024.
Por medio de la decisión, la Asamblea Mundial de la Salud también pidió al director general de la OMS que convocara las reuniones del órgano de negociación y apoyara su trabajo, en particular facilitando la participación en el proceso de otros órganos del sistema de las Naciones Unidas, agentes no estatales y otras partes interesadas pertinentes en la medida en que lo decidiera el órgano de negociación.
QUEDA UN LARGO CAMINO POR RECORRER
El director general de la OMS exponía en la clausura de la Asamblea su “satisfacción” ante “la decisión adoptada para establecer un órgano de negociación intergubernamental para redactar y negociar una convención, un acuerdo u otro instrumento internacional de la OMS sobre prevención, preparación y respuesta ante una pandemia”.
“Por supuesto, todavía queda un largo camino por recorrer. Aún existen diferencias de opinión sobre lo que podría o debería contener un nuevo acuerdo”, afirmaba recordando a los Estados miembros que “el Reglamento Sanitario Internacional continúa siendo una herramienta de gobernanza esencial para la prevención, preparación, detección y respuesta a emergencias de salud pública. Seguimos instando a todos los Estados miembros a que apliquen y cumplan las disposiciones del RSI”.
El máximo dirigente de la OMS ha recordado a todos los países la vital importancia de las vacunas contra la Covid-19, poniendo en valor la necesaria equidad en su acceso a nivel global. “Hago un llamamiento a todos los Estados miembros para que opten por alcanzar nuestros objetivos de vacunar al 40% de la población de todos los países a finales de este año, y al 70% a mediados del próximo”, exponía solicitando que todos los países trabajen para eliminar las barreras y aumentar la producción de vacunas “compartiendo tecnología y conocimientos, así como apoyando la renuncia de los derechos de propiedad intelectual”, concluía pidiendo a los países su compromiso para fortalecer la OMS.