La nueva cepa del SARS-CoV-2 detectada en Reino Unido, denominada por los expertos como B.1.1.7, no es la primera que se identifica en el nuevo coronavirus, pero si una de las que más preocupa ya que podría ser hasta un 70% más transmisible que la cepa previa. La confirmación de la noticia por parte de las autoridades británicas originó una respuesta en cadena en el resto del mundo con decenas de países cerrando sus fronteras a los ciudadanos británicos. Una fotografía que a todos nos recuerda a los inicios de la pandemia con la ciudad china de Wuhan como epicentro.
El objetivo de los gobiernos es evitar a toda costa que esta nueva cepa consiga penetrar sus fronteras en un momento en el que los casos de nuevas infecciones se mantienen al alza en el viejo continente y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), ha autorizado la vacuna contra la Covid-19 desarrollada por Pfizer y BionTech. Pero, medidas como el cierre de fronteras, ¿son realmente efectivas a la hora de detener la propagación de la nueva cepa?
“Es una idiotez”, declara de forma contundente en The New York Times el doctor Peter Kremsner, director del Hospital Universitario de Tubinga (Alemania). “Si esta mutación estuviera solo en la isla, tiene sentido cerrar las fronteras a Inglaterra, Gales y Escocia. Pero si se ha extendido, tendremos que combatirla en todas partes”. El doctor afirma que, por el momento, la comprensión científica sobre la cepa es limitada y ha calificado como de “ingenuidad” que no se considere la posibilidad de que esta cepa ya se ha expandido más allá de Reino Unido.
Destaca además que la nueva cepa ha sido descubierta gracias a que Reino Unido cuenta con uno de los sistemas de vigilancia genómica más sofisticados del mundo. De haberse originado en otra parte del mundo, probablemente habría pasado desapercibida.
“Creo que deberíamos considerar seriamente la posibilidad de exigir pruebas a todas las personas antes de que salgan de Reino Unido”
Ante este escenario el director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, manifestaba que los Estados miembros intentarían llegar a un enfoque común y coherente para el abordaje de la amenaza. En este sentido aseguraba en su cuenta de Twitter que “limitar los viajes para contener la propagación es prudente hasta que tengamos más información”. Pero señaló que “nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo”.
“No creo que este tipo de enfoque draconiano sea necesario”, expresa el doctor Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos. “Creo que deberíamos considerar seriamente la posibilidad de exigir pruebas a todas las personas antes de que salgan de Reino Unido”. Muchos países ya requieren una prueba de coronavirus negativa a los viajeros, pero cortar todos los viajes entre naciones es una propuesta más complicada y más en las fechas en las que nos encontramos.
Motivo por el que la Comisión Europea ha instado a los miembros del bloque a levantar las prohibiciones generales sobre Reino Unido para que se puedan agilizar los viajes esenciales, pero, por el momento, los gobiernos parece que prefieren seguir aplicando sus reglas. Pero el caso de Reino Unido no es único.
NUEVA CEPA EN SUDÁFRICA
Al mismo tiempo, una variante separada del coronavirus está causando gran preocupación a medida que se extiende por Sudáfrica. Al menos cinco países (Alemania, Israel, Arabia Saudita, Suiza y Turquía han prohibido la entrada a todo viajero procedente de Sudáfrica.
Esta variante se ha convertido en objeto de una intensa investigación científica después de que se descubriese que las personas infectadas con ella presentan una carga viral más elevada y una mayor concentración del virus en el tracto respiratorio superior. Factores que en muchas enfermedades virales se asocian con sintomatología más grave.
El ministro de Salud de Sudáfrica, Zweli Mkhize, anunciaba hace unos días la identificación de una variante del virus SARS-CoV-2, actualmente denominada 'variante 501.V2', e informó de que en la segunda ola de contagios el virus se está propagando de una forma más rápida
El ministro de Salud de Sudáfrica, Zweli Mkhize, anunciaba hace unos días la identificación de una variante del virus SARS-CoV-2, actualmente denominada 'variante 501.V2', e informó de que en la segunda ola de contagios el virus se está propagando de una forma más rápida.
El ministro de Salud británico, Matt Hancock, anunciaba hace unas horas que se han encontrado en Reino Unido dos casos de una cepa de coronavirus relacionada con Sudáfrica. "Esta nueva variante es muy preocupante porque es aún más transmisible y parece haber mutado más que la primera nueva variante que se ha descubierto en Reino Unido", ha advertido Hancock. El Gobierno británico está poniendo en cuarentena los casos y los contactos cercanos de los casos encontrados en Reino Unido, así como poniendo "restricciones inmediatas" a los viajes desde Sudáfrica. Las medidas, en cualquier caso, son temporales mientras se investiga la nueva cepa
Debido a que no se sabe cuánto han podido extenderse ambas variantes es imposible pronosticar los efectos en términos de propagación que tendrán las medidas aplicadas por los países sobre Reino Unido. Los funcionarios británicos han informado de que el primer caso de la variante que ahora se expande se registró en Kent, al sureste de Inglaterra, el 20 de septiembre. Para el mes de noviembre, alrededor de una cuarta parte de los nuevos casos de Londres estaba provocado por esta nueva cepa. Esto significa que cuando el pasado sábado el primer ministro británico, Boris Johnson, se dirigía a la nación para anunciar severas medidas, la nueva cepa que ahora se intenta contener llevaba circulando por el país desde hacía varios meses.