La variante Ómicron (B.1.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica) comprende cinco linajes: BA.1, BA.2, BA.3, BA.4 y BA.5, así como los sublinajes derivados de estos.
En la actualidad BA.2 es el dominante en la mayoría de países, pero se está viendo progresivamente desplazado por BA.4 y BA.5, que fueron identificados por primera vez en Sudáfrica donde ya son los dominantes.
En las últimas semanas se han ido detectando en varios países europeos con niveles crecientes de circulación, aunque en Portugal ya se encuentran detrás de la mayoría de los nuevos casos diagnosticados.
Las mutaciones presentes en BA.4 y BA.5 suponen un importante cambio antigénico (particularmente frente a BA.1) lo cual podría otorgarles una ventaja de crecimiento gracias a un mayor escape inmune.
Las mutaciones presentes en BA.4 y BA.5 suponen un importante cambio antigénico (particularmente frente a BA.1) lo cual podría otorgarles una ventaja de crecimiento gracias a un mayor escape inmune
Tal y como ha advertido el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), estos linajes se convertirán en los dominantes en todo el territorio europeo en las próximas semanas.
BA.4 y BA.5 se están propagando de forma más rápida que otras variantes en el viejo continente y, aunque por el momento la evidencia de la que dispone el ECDC no indica que provoquen una enfermedad más grave, el aumento de casos podría traducirse en un incremento de las hospitalizaciones y de los fallecimientos.
“La ventaja de crecimiento mostrada por BA.4 y BA.5 sugiere que estas subvariantes se volverán dominantes”, pronostican los expertos del ECDC.
En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han señalado que la semana pasada se estimaba que BA.4 y BA.5 representaban el cinco y el ocho por ciento de los nuevos casos en el país, respectivamente.