La evidencia científica con la que se cuenta desde el inicio de la pandemia sugiere los niños y jóvenes infectados por el SARS-CoV-2cursan la Covid-19 de forma leve o asintomática. Una realidad que ha cimentado los debates sobre la necesidad o no de su vacunación ahora que los reguladores y organismos pertinentes han comenzado a autorizar la vacunación contra la Covid-19 de los más pequeños.
A pesar de la fotografía reportada por la evidencia, es necesario señalar que decenas de miles de niños con Covid-19 pueden tener problemas con los efectos a largo plazo de la enfermedad y riesgo de sufrir síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (PIMS, por sus siglas en inglés). Problemas que, de acuerdo con la información aportada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), podrían evitarse gracias a la vacunación.
El PIMS, que ocurre generalmente unas semanas después de la infección por coronavirus, está causado porque el sistema inmunológico se acelera repentinamente, generando inflamación en el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro y los órganos gastrointestinales. Los niños afectados por este problema pueden pasar hasta dos semanas hospitalizados y algunos requieren el ingreso en unidades de cuidados intensivos.
“El Covid prolongado y el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico son dos buenos motivos para vacunarse”
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) han notificado más de 6.000 casos de síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico en todo el país. Se han comunicado 52 muertes. Las estimaciones de los CDC señalan aproximadamente una tasa de tres casos por cada 10.000 niños según los datos recogidos por Reuters. Unos datos que se encuentran en consonancia con algunas estadísticas europeas que indican que uno de cada 3.500 niños infectados por coronavirus desarrolla PIMS, con una mortalidad que oscila entre el 1-2%.
“El Covid prolongado y el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico son dos buenos motivos para vacunarse”, declara en el citado medio la doctora Liat Ashkenazi-Hoffnung, directora de la clínica post-coronavirus en el Centro Médico Infantil Schneider de Israel.
Una evaluación de seis meses realizada en el Hospital Great Ormond Street de Londres bajo la dirección de la experta en enfermedades infecciosas pediátricas, Karyn Moshal, ha hallado que el daño orgánico por PIMS en niños hospitalizados es poco común. Los síntomas persistentes como la fatiga mental y la debilidad física a menudo persistieron pero se resolvieron con el paso del tiempo. La experta destaca que estos niños se cansan con mayor facilidad lo que repercute negativamente en su vida académica. “Comprender esto es importante tanto para las familias como para los niños ya que pueden manifestarse durante un tiempo y no saber, ni padres ni escuelas, como afrontarlo”.
Los expertos manifiestan que diagnosticar el Covid prolongado en los niños es una tarea complicada. Estimaciones cautelosas indican que alrededor del 1% de los niños con infección por coronavirus padecerán Covid prolongado lo que puede afectar drásticamente a la calidad de vida de miles de menores en todo el mundo ya que acciones cotidianas como subir escaleras o caminar, pueden convertirse en inalcanzables durante un tiempo. Las cifras estiman que la mayoría de los niños se recuperan completamente pero alrededor de un 20% continúa luchando contra las secuelas de la infección. Razones por las que la comunidad científica insta a los padres a la vacunación contra la Covid-19 de los más pequeños.